Ambiente y ordenamiento territorial

Comunicar Medioambiente. Políticas Públicas en acción

Los gobiernos deben transparentar sus acciones, sus políticas públicas y sus opciones presupuestarias sobre diversos temas que deberían interesar a la ciudadanía, como es la economía, el medioambiente, el sistema sanitario, etcétera. Posiblemente, el grado de información política del ciudadano contemporáneo tiene directa incidencia en sus formas, calidad e intensidad participativa. Informar a los ciudadanos cómo se recaudarán los ingresos públicos y en qué se gastarán, es una tarea esencial de los funcionarios en las democracias modernas.

Todas las instituciones, necesitan comunicarse de manera organizada, estratégica y coherente. La definición de los interlocutores, el mensaje que se les enviará, las herramientas y las acciones elegidas para transmitir ese mensaje y los plazos a considerar, son todos elementos esenciales en la construcción de una imagen institucional exitosa. La comunicación es una herramienta de gestión y, como tal, debe ser planificada, debe estar alineada con los objetivos de la organización y debe asignársele un presupuesto específico con tareas concretas y con su consiguiente evaluación. En el sector privado, esta comunicación institucional se llama “comunicación corporativa” y en el sector público es “comunicación gubernamental” (Amadeo, 2016, p. 157).

Riorda define la comunicación gubernamental como “un método a través del cual un gobierno democrático intenta hacer explícitos sus propósitos u orientaciones a la opinión pública para obtener apoyo o consenso en el desarrollo de sus políticas públicas” (Riorda, 2006, p. 7).

La comunicación posibilita y establece sinergias entre el cambio del entorno y la transformación de las representaciones del mundo (Serrano, 2009), al constituirse en un componente estratégico de cualquier actividad, precisamente porque es un nexo importante entre ambas funciones. La comunicación, además, es una dimensión constitutiva de la vida cultural, puesto que “la cultura existe y vive en la medida en que se comunica” (Martin Barbero, 2008, p. 24).

Un gobierno debe gestionar con políticas públicas, ya que es la suma de políticas públicas y debe apuntar a que un ciudadano pueda juzgar su acción. Puede ser que una política funcione bien y que tenga impacto social, pero si la gente tiene una mala predisposición para el gobierno en general, esto es un hecho que afecta al consenso del gobierno. La comunicación política debe apuntar a sostener al gobierno a través de un proyecto general de gobierno (Amadeo, 2016).

Un enfoque de la comunicación gubernamental en materias medioambientales debe estar orientado a impulsar, por una parte, la participación organizada, la elaboración de agendas y acuerdos colectivos, la construcción democrática de decisiones y el consenso y la acción de los diferentes actores directamente involucrados en el manejo sustentable del medioambiente, por un lado. Y por otro, a detonar procesos que propicien la significación y la comprensión social respecto de las problemáticas ambientales, que permitan la experiencia de construir y valorar la relación equitativa entre las personas como condición de la sustentabilidad (Aparicio Cid, 2016).

La competencia comunicacional vinculada con la gestión de la comunicación medioambiental en las organizaciones tiene como objetivo provocar cambios y transformaciones hacia hábitos más saludables y menos perjudiciales para el medio ambiente para diferentes públicos (Quiroga, 2021). El sociólogo catalán Manuel Castells (2001) establece una distinción entre el medioambientalismo y la ecología:

• Medioambientalismo: se refiere a aquellas cuestiones que hacen a la conducta colectiva (ya sea desde el discurso o desde la práctica) con el objetivo de corregir las interrelaciones nocivas entre el ser humano y su entorno natural.
• Ecología: comprende a un sistema de enfoques, teorías que consideran a la humanidad como un integrante de un ecosistema más amplio y de escala planetaria, que requiere de equilibrios dinámicos interdependientes y continuos (Castells 2001, p. 25).

Es cada vez más frecuente que las organizaciones gubernamentales incluyan cuestiones que hacen a los cuidados del medioambiente, su agenda de relaciones con los medios y que, además, estos temas se inserten en políticas más amplias que abarcan al desarrollo sostenido de cada país, región y ciudad de pertenencia.

Argentina

Argentina es un país extenso que posee un sistema político institucional federal en el que conviven tres órdenes de gobierno: el nacional, el provincial y el municipal. El sub-nacional se compone de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 23 provincias y más de 2.000 municipios (Hernández Trillo, 2015, p. 27). La principal formulación normativa de la política ambiental se realiza en Argentina a nivel nacional con las leyes de presupuestos mínimos de protección, que están reconocidas a nivel constitucional luego de la reforma constitucional de 1994, donde se han seleccionado temas prioritarios sobre los que se establecieron pisos mínimos para todo el territorio en diferentes gestiones gubernamentales desde 2002 hasta el momento (Juliá y Cubero, 2019).

Políticas Públicas

Las políticas públicas están relacionadas con diferentes variables que cada autor destaca desde las perspectivas que las enfoca y así "cada política pública está moldeada por las instituciones, el entorno organizacional, el marco legal, las condiciones políticas y económicas y los valores sociales en juego” (Cejudo, 2010 p. 93).

Arellano Gault y Blanco señalan que las políticas públicas en un marco democrático son: “aquellas decisiones y acciones legítimas de gobierno que se generan a través de un proceso abierto y sistemático de deliberación entre grupos, ciudadanos y autoridades con el fin de resolver, mediante instrumentos específicos, las situaciones definidas y construidas como problemas públicos” (2013, p. 27).

Desde una dimensión conceptual, para entender qué son las políticas públicas, es necesario diferenciar dos conceptos que en idioma español pueden resultar confusos. Politics (política), policies (políticas). El primero explica las relaciones de poder, los procesos electorales, las confrontaciones entre organizaciones sociales con el gobierno, mientras que el segundo está referido a las acciones, decisiones y omisiones por parte de los distintos actores involucrados en los asuntos públicos. La noción de public policies (o políticas públicas) debería referirse a la acción y gestión del Estado en la administración de los bienes públicos.

¿A que nos referimos cuando mencionamos el término “política pública”? Cuando hablamos, por tanto, de "Política Pública", lo hacemos tomando como referencia a "procesos", "decisiones", "resultados" (…), pero sin que ello excluya conflictos entre intereses presentes en cada momento, tensiones entre diferentes definiciones del problema a resolver, entre diferentes racionalidades organizativas y de acción, entre diferentes visiones epistemológicas, entre distintas perspectivas evaluadoras, reconociendo el lugar, desde donde las miramos. Estamos pues ante un panorama lleno de "poderes" en conflicto, enfrentándose y colaborando ante opciones y cursos de acción (Lindblom, 1991, p. 7, Juliá y Cubero, 2019).

Los romanos solían decir que el interés era la medida de las acciones. Asistimos a ciudadanías diversas, algunas que expresan conformismo y desinterés ante los escasos bienes que la democracia nos está aportando, y otras más activas, fragmentadas, que exigen políticas públicas más activas y personalizadas en diversos terrenos. Por un lado, los gobiernos, más allá de su  tamaño, buscan fortalecer estos procesos promoviendo la buena gobernanza ambiental ante la creciente demanda de la ciudadanía por participar en la toma de decisiones que afecta a su entorno, y por otro lado, la publicidad y la transparencia de los actos de gobierno constituyen un pilar fundamental en las instituciones democráticas, cuya calidad institucional se eleva en la medida que los ciudadanos puedan recibir información completa, veraz, adecuada y oportuna. Podemos entender la idea de buena gobernanza ambiental como una comunión entre agendas estratégicas medioambientales, gestión gubernamental, comunicación pública y participación de la ciudadanía. Los gobiernos deben buscar fortalecer sus procesos comunicativos y los mecanismos de interacción, ante la creciente demanda de la ciudadanía por información y participación.

Comunicación Medioambiental

En la búsqueda de iniciativas para la mejora de la comunicación medioambiental, como parte de las políticas públicas de un gobierno, es bueno preguntarse: - ¿Qué información del medio ambiente ofrece el gobierno? - ¿A través de qué medios? - ¿Existe interacción entre gobierno y ciudadanía en temas medioambientales? ¿Cuál es la participación ciudadana en temas medioambientales?  (Quiroga, 2019).

La comunicación gubernamental recrea la gestión del gobierno y los temas de ecología, medioambiente y el cambio climático son sensibles para una ciudadanía cada vez más propositiva y participativa. Usualmente la gestión del Estado democrático requiere la difusión y comunicación de información pública de calidad a sus ciudadanos. Se trata de que todos los ciudadanos puedan tener acceso a la información y a los datos, mediante todos los procedimientos que sirvan para transparentar la gestión pública, mediante la difusión de la información por medios múltiples, el intercambio comunicativo, la garantía de la protección de los datos personales, el favorecimiento de la rendición de cuentas a los ciudadanos, la mejora de la organización, clasificación y manejo de los documentos y la contribución a la democratización de la sociedad. Los temas de medioambiente son sensibles para la prensa y los ciudadanos. El diálogo debe fluir de manera constante (Quiroga, 2021).

Por otro lado, debe entenderse la relación sociedad-naturaleza como una relación compleja, conflictiva y dinámica, ya que la sociedad y las condiciones naturales están siempre en proceso de cambio y transformación. La sociedad tiene diferentes actores sociales con intereses particulares (Estado, empresas, organizaciones, etcétera) en medio de factores políticos, económicos y culturales. La relación sociedad-naturaleza es dinámica porque las sociedades en cada época histórica, han transformado el medio natural de diversas maneras para obtener los elementos necesarios para subsistir. El conflicto entre la sociedad y la naturaleza aparece cuando los diferentes actores sociales poseen distintos intereses o resignifican de manera distinta sobre los recursos naturales. Estas pujas construyen los conflictos donde los actores participantes luchan por establecer su presencia en las agendas políticas y mediáticas.

La comunicación mediombiental está íntimamente vinculada con la educación medioambiental. Entendemos la tarea de educar como la de enseñar pautas de conductas responsables a quienes no tienen determinada información. En esta línea, la comunicación ambiental no es más que transmitir, desde un punto de vista especializado, información sobre medio ambiente a los ciudadanos.

Con la comunicación y la educación ambiental se forma a personas con sentido crítico, participativas e involucradas en lo que sucede en su entorno, y se contribuye a facilitar la toma de decisiones y el paso a la acción, imprescindible para detener el deterioro del planeta. La comunicación ambiental permite a la ciudadanía obtener la información básica y, también, aprender a buscar mayores datos para entender mejor lo que sucede en el medio ambiente.

La comunicación ambiental va mucho más allá de la simple difusión de contenidos relacionados con el medio ambiente. Tiene el mismo objetivo que la educación ambiental, al que se suma una función divulgativa, concienciadora y transformadora. La sostenibilidad debe ser percibida como una aspiración a la que podremos llegar a través de la transformación social y del consumo responsable.

¿Qué mejor manera de trabajar para conseguirla como comunicadores y ciudadanos que haciéndonos cargo de la comunicación de proyectos comprometidos con el medio ambiente?

Se trata de aumentar las interacciones y diálogo entre los funcionarios de gobierno y la ciudadanía. La participación ciudadana en temas medioambientales en particular, está creciendo progresivamente. Los ciudadanos aparecen hoy más preocupados por su situación económica personal, la pandemia COVID 19, la pérdida de empleo, la caída de los salarios y la creciente inflación en la Argentina.

Sin embargo, es cada vez más frecuente que las organizaciones incluyan cuestiones que hacen a los cuidados del Medio Ambiente en su agenda de relaciones con los diversos públicos y los medios y, además, estos temas pueden insertarse en políticas más amplias que abarquen un desarrollo sostenido de cada país, región y ciudad. La competencia comunicacional vinculada con la gestión de la comunicación medioambiental en las organizaciones genera una intervención comunicacional orientada a promover cambios hacia hábitos más saludables para el medio ambiente y amplía el conocimiento de los ciudadanos. Las líneas de acción prometedoras por la vinculación con los públicos, aun ausentes en muchas gestiones de gobierno, son las iniciativas gubernamentales como las campañas de responsabilidad social, las estrategias de marketing social, los sondeos de opinión; los análisis de factibilidad y viabilidad medioambiental; el diseño y gestión de estrategias y planes de comunicación medioambiental; los modelos de gestión medioambiental; los programas de acciones con la comunidad; las auditorias de calidad medioambiental institucional; las campañas comunicacionales sobre temas medioambientales; entre otros. Comunicar, en el sentido comunitario latinoamericano, es estar con el otro. Ciudadanía y Gestión Gubernamental debe asegurarse respecto mutuo y diálogos profundos.

Bibliografía

Amadeo, B. (2016). El estudio de la comunicación gubernamental: líneas de investigación y futuros desafios. Comunicación Austral Volumen 5 número 2 (diciembre).

Aparicio Cid, R. (2016). Comunicación ambiental: aproximaciones conceptuales para un campo emergente. Nueva época, 25, enero-junio, pp. 209-235.

Arellano Gault, D. y Blanco, F. (2013). Políticas públicas y democracia. Instituto Federal Electoral, México. http://biblio.ine.mx/janium/Documentos/cuaderno_30.pdf

Castells, Manuel. (2001). La era de la información. Economía, sociedad y cultura. Volumen II: el poder de la identidad. México: Editorial Siglo XXI.

Cejudo, G. M.  (2010). Discurso y políticas públicas, enfoque constructivista, en Merino, M y Cejudo G. M (Comp.) Problemas, decisiones y soluciones, Fondo de Cultura Económica, Centro de Estudios Económicos, México, p. 93.

Hernández Trillo, F. (2015). Federalismo ambiental en América Latina: Una revisión, CEPAL, Santiago de Chile, p. 27.

Riorda, Mario. (2006). “Hacia un modelo de comunicación gubernamental para el consenso”, en Elizalde, Luciano, Fernández Pedemonte, Damián y Riorda Mario. La construcción del consenso: gestión de la comunicación gubernamental, Buenos Aires, Ed. La Crujía.

Juliá, Marta y Perez Cubero M. (2019). La construcción de las políticas ambientales: su expresión en la formulación normativa provincial. Revista de la Facultad, Vol. X • Nº 2• NUEVA SERIE II, 85 – 108.

Lindblom C. E.  (1991). El proceso de elaboración de políticas públicas, Estudios, Madrid, p. 7.

Martin-Barbero, J. (2008). De la experiencia al relato. Cartografías culturales y comunicativas de Latinoamérica. Revista Anthopos: Huellas de Conocimiento N°  219, págs. 21-42.

Quiroga, S. (2019). Políticas Públicas, Medioambiente y Comunicación Gubernamental. Question, Vol. 1, N.º 61, enero-marzo 2019. ISSN 1669-6581 Instituto de Investigaciones en Comunicación | Facultad de Periodismo y Comunicación Social | Universidad Nacional de La Plata La Plata | Buenos Aires. http://www.aacademica.org/sergio.ricardo.quiroga/39.pdf

Quiroga, S. (2021). Communication, Public Policies and Environment. International Journal of Global Science Research ISSN: 2348-8344 (Online) Vol. 8, Issue. 2, Abril. Pags. 1499-1507. ISSN: 2348-8344 http://www.ijgsr.com/webadmin/uploads/10.26540ijgsr.v8.i1.2021.175.pdf [DOI: 10.26540/ijgsr.v8.i1.2021.175]

Serrano, M. M. (2009). La producción social de comunicación. Madrid, España: Alianza Editorial.