Ambiente y ordenamiento territorial
Este artículo es parte de los resultados de la investigación desarrollada como tesis doctoral denominada: “El Hábitat en las Políticas y/o Planes de Ordenamiento Territorial de Argentina, Chile y Ecuador”.
Se presentan los objetivos y criterios de hábitat que se considera deben estar presentes en una Política de OT para conformar un sistema integrado que permita el acceso a un hábitat humano adecuado de manera universal.
Publicada el 12 DE AGOSTO 2022
La investigación es abordada a partir de una metodología de tipo deductiva con enfoque en sistemas complejos adaptativos y se basa en una pregunta de investigación y dos ideas fuerza.
La pregunta de investigación surge de la contradicción existente en América Latina entre los avances teóricos alcanzados en relación al hábitat humano adecuado, el ordenamiento territorial y el desarrollo sostenible; y la realidad presente en vastos territorios que evidencia una creciente segregación socio-territorial y condiciones inadecuadas de hábitat.
Dicotomía más evidente aún si se considera que estos avances han sido plasmados en distintos tratados internacionales, discursos, documentos de política e instrumentos de gestión. ¿Por qué esta contradicción? ¿Cuál es la razón de esta brecha?
Una de las ideas fuerza refiere, a que es necesario comprender el habitar del ser humano como un derecho ontológico compartido con todos los seres que habitan el planeta Tierra. Esta visión conlleva necesariamente a la reflexión en cuanto a la opción epistemológica o éticas [2] bajo las cuales se van a intentar encontrar líneas de solución al problema de millones de personas en América Latina de acceder a un hábitat adecuado.
La otra idea fuerza refiere, a que existe una fuerte interrelación entre el modelo de desarrollo, el ordenamiento territorial y la configuración del hábitat. Esto se debe a que el modelo de desarrollo condiciona la estructura y dinámica del sistema territorial, y por lo tanto, la definición e implementación de sus instrumentos de política. Se afirma que para el logro de un hábitat humano adecuado debe existir coherencia entre los principios del OT y el modelo de desarrollo adoptado, siendo necesario asimismo, que la gestión del hábitat sea considerada parte de la política de OT, lo que permitiría integrar acciones en el territorio.
La hipótesis de la tesis es que “en la política y/o planes de OT no se contempla la concepción integral y sistémica del hábitat adecuado, situación que limita las posibilidades de un desarrollo territorial sostenible”.
En base al marco teórico conceptual desarrollado se define al hábitat adecuado como:
“El espacio donde el ser humano encuentra las oportunidades que le permiten alcanzar su plenitud de vida en reciprocidad y solidaridad con la comunidad. Entendiéndose por comunidad, a la profunda interacción y complementación del ser humano con su entorno (incluidos en él todos los seres, vivos y no vivos)”. (Liceda, S., 2019)
El concepto de hábitat adecuado adoptado se funda a partir de una ética territorial bioplural en la que se reconoce la pluralidad de valores y saberes; y en donde la naturaleza junto con todos los seres vivos, son sujetos de derechos. Supone repensar el modo de construir el hábitat humano, poniendo en consideración los derechos de habitar del conjunto de todos los seres vivos y no vivos con los que conformamos una comunidad. Condice con la línea de la teoría crítica de la Escuela de Frankfurt, bajo la cual el conocimiento científico se encuentra atravesado por lo histórico-social, la contingencia, la interpretación y la responsabilidad moral y política.
Tomando como base la definición de hábitat adecuado adoptada, se resignifica el modo de acceder a los factores que lo componen. Los mismos son explicados con claridad en la definición de “vivienda adecuada” del Pacto Internacional de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales: seguridad jurídica en la tenencia de una vivienda en condiciones de habitabilidad, asequibilidad, gastos soportables, espacio suficiente para el desarrollo de las capacidades humanas; acceso a las infraestructuras básicas, equipamientos sociales (educación, salud, esparcimiento, otros), ambiente sano, adecuación cultural y a opciones de empleo. En resumen, el derecho a acceder a un lugar seguro para vivir en paz y dignidad, incluido el acceso a la tierra de manera no discriminatoria y participando en la adopción de decisiones de localización.
El acceso a estos factores, implica la definición de políticas que no pueden ser abordadas de manera sectorial y a-cultural, ni pensadas desde una sola lógica espacial, ya que se encuentran interrelacionadas y atraviesan las distintas escalas territoriales, desde la local a la regional. Por lo tanto, el reto es pasar de una gestión desarticulada a una gestión integrada del hábitat y el territorio. Su gestión debe estar sustentada en una Política de OT como Política de Estado, conformando un sistema integrado, no una sumatoria de políticas sectoriales inconexas.
No es suficiente territorializar las políticas sociales, sino también las económicas, y ambas de manera concurrente con las políticas ambientales; consideradas todas desde una visión democrática, comunitaria, participativa y bioplural.
Esta concepción, propia del desarrollo territorial sostenible, permitirá lograr un diseño de políticas con coherencia multinivel y coordinación transversal, como requisitos necesarios para su efectiva implementación.
El marco teórico desarrollado permite conformar un sistema epistemológico sólido a partir del cual se construye un modelo conceptual relacional entre el desarrollo territorial sostenible, el ordenamiento territorial y el hábitat denominado sistema de ordenamiento territorial. Se definen los objetivos del sistema y los criterios que se consideran deben estar presentes en una Política de OT para la consecución de un hábitat adecuado.
Estos criterios, integrados en un instrumento de gestión, conforman el eje a partir del cual se desarrolla el análisis de las políticas de OT de los países seleccionados. El objetivo del presente artículo es presentar dicho instrumento.
El sistema de ordenamiento territorial, definido a partir de la visión teórica del hábitat y del desarrollo territorial sostenible, constituye el modelo ideal al que se pretende llegar y es el que servirá de base para poder comprobar la brecha existente entre lo que la teoría sostiene y lo que se ejecuta en la realidad.
El enfoque tradicional del desarrollo sostenible se sintetiza en la imagen de un triángulo como equilibrio entre los objetivos ecológicos, económicos y sociales. Esta visión se enriquece con las conclusiones del marco teórico-conceptual desarrollado, a partir de dos conceptos clave:
Por lo tanto, en este modelo, el equilibrio se logra al considerar a la naturaleza, no como un vértice en un triángulo, sino como el cimiento y a la política de OT como centro o eje del sistema.
El centro o eje del sistema es la definición de una Política de OT a partir de la gobernanza territorial. El equilibrio entre la economía y la sociedad se traduce en cohesión territorial; el equilibrio entre la sociedad y el marco ecológico (como cimiento) se traduce en la concreción de un hábitat humano adecuado; y el equilibrio entre economía y marco ecológico se traduce en el manejo sustentable de los bienes comunes naturales [3].
Si no se logra la coherencia del sistema se producen desequilibrios que, traducidos en el territorio generan fragmentación territorial, hábitat inadecuado e insostenibilidad en el manejo de los bienes comunes naturales.
El desequilibrio se produce cuando los objetivos de OT son incongruentes con las acciones de política efectivamente implementadas; cuando prima la descoordinación y desterritorialización de las políticas públicas; cuando existe una débil institucionalidad, falta de participación e información ciudadana, y; cuando el modelo económico potencia la inequidad social y el manejo insostenible de los bienes comunes naturales (considerándolos como meros recursos).
La gobernanza territorial, el manejo sustentable de los bienes comunes naturales, la cohesión territorial y el hábitat humano adecuado son, entonces, objetivos a alcanzar en un Sistema de Ordenamiento Territorial.
D: desequilibrio
E: equilibrio
DTS: desarrollo territorial sostenible
POT: política de OT como política de estado
BCN: bienes comunes naturales
Fuente: elaboración propia
El acceso universal a un hábitat humano adecuado se interrelaciona con los objetivos de gobernanza territorial, manejo sustentable de los bienes comunes naturales y cohesión territorial, identificados en el SOT, a partir de los cuales se definen los criterios generales y específicos que deben ser contemplados en una política de OT y/o planes de OT.
CRITERIOS GENERALES |
CRITERIOS ESPECÍFICOS |
Apertura y Transparencia |
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Participación |
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Responsabilidad |
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Eficacia, Eficiencia y Coherencia |
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Legalidad |
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Fuente: elaboración propia
CRITERIOS GENERALES |
CRITERIOS ESPECÍFICOS |
Decrecimiento planificado del extractivismo y avances hacia la soberanía alimentaria |
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Integralidad en la planificación del territorio |
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Respeto por el medio en la construcción del habitar
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Fuente: elaboración propia
CRITERIOS GENERALES |
CRITERIOS ESPECÍFICOS |
Equidad y equilibrio Territorial |
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Gestión integrada del territorio y el hábitat |
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Pertinencia socio-territorial en la definición del hábitat
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Fuente: elaboración propia
Los criterios generales y sus correspondientes criterios específicos, definidos en función de los objetivos del modelo conceptual-relacional establecido, son interdependientes y conforman un sistema integrado dinámico.
Para el logro de los “territorios de inclusión” se entiende que el hábitat humano adecuado sólo es posible con cohesión territorial; siendo la gobernanza territorial precondición básica para el logro de la misma; y el manejo sustentable de los bienes comunes naturales marco estructurador y base que define el modo de apropiación del espacio por parte del ser humano en el acto de habitar. (Ver Figura N°2)
Se propone que los criterios generales y específicos definidos sean parte constitutiva de un Plan de OT, algunos como directrices y lineamientos a partir de los cuales podrán determinarse planes y programas específicos de hábitat; y otros plasmados en instrumentos operativos y proyectos integrados. (Ver Figura N°3)
Fuente: elaboración propia
Fuente: elaboración propia
Gudynas, E. (2004). Ecología, economía y ética del desarrollo sostenible. ISBN 9974-7616- 7-0. Montevideo: Coscoroba. Disponible en: http://www.ecologiapolitica.net/gudynas/GudynasDS5.pdf
Liceda, S. (2019, marzo).Territorio, Hábitat y Ética. Conceptos interdependientes en la construcción del habitar. Revista Proyección de estudios geográficos y de ordenamiento territorial, XIII (25), 6-34. ISSN 1852-0006. Instituto CIFOT, Universidad Nacional de Cuyo. Disponible en: http://ffyl.uncuyo.edu.ar/upload/revista-proyeccion-n251.pdf
Liceda, S. (2021). El hábitat en las políticas y/o planes de ordenamiento territorial de Argentina, Chile y Ecuador (tesis doctoral sin publicar) - Mendoza: Facultad de Filosofía y Letras - Universidad Nacional de Cuyo, 2021.
Liceda, S. (2022). “Sistema de Ordenamiento Territorial: criterios para la consecución de un hábitat humano adecuado”. Revista Proyección: estudios geográficos y de ordenamiento territorial, Vol. XVI, (31). ISSN 1852 -0006, (pp. 159 – 193). Instituto CIFOT, Universidad Nacional de Cuyo. Mendoza.
Massiris Cabeza, A. (2012). Gestión Territorial y Desarrollo, hacia una política de desarrollo territorial sostenible en América Latina (1º ed.). Tunja, Boyacá, Colombia: Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia.
Wagner, L. (2016). Problemas Ambientales y Conflicto Social en Argentina. Movimientos socio ambientales en Mendoza. La defensa del agua y el rechazo a la mega minería en los inicios del siglo XX. (Tesis de posgrado). Universidad Nacional de Quilmes, Bernal, Argentina. Disponible en: https://www.academia.edu/12780262/Tesis_doctoral_Problemas_ambientales_y_conflicto _social_en_Argentina_movimientos_socioambientales_en_Mendoza_La_defensa_del_agua _y_el_rechazo_a_la_megaminer%C3%ADa_en_los_inicios_del_siglo_XX
Notas
[1] Un texto similar ha sido publicado en Proyección: estudios geográficos y de ordenamiento territorial. Vol. XVI, (31). ISSN 1852 -0006, (pp. 159 – 193). Instituto CIFOT, Universidad Nacional de Cuyo. Mendoza.
[2] Ver “Territorio, Hábitat y Ética. Conceptos interdependientes en la construcción del habitar” (Liceda, S., 2019: 6-34)
[3] Según Lucrecia Soledad Wagner (2016:117-119) el concepto de bienes comunes naturales es utilizado por movimientos socio-ambientales y autores como Leff (2004), Pengue(2009), Rodríguez Pardo (2009) en contraposición a la visión utilitarista de la naturaleza como recurso y le incorpora sus otros atributos: servicios ambientales, valor simbólico, de existencia y legado.
Link permanente:
http://www.politicaspublicas.uncu.edu.ar/articulos/index/criterios-para-la-consecucion-de-un-habitat-humano-adecuado
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