Salud
Desde los años 70 a los años 90 nuestro país se vio inmerso en un profundo cambio social, político, cultural y económico, producto de cíclicas crisis económicas, institucionales, políticas y organizacionales a nivel global. Los modelos de Estado neoliberales que se aplicaron en casi toda América Latina llevaron a la consolidación de las desigualdades sociales, la reducción de las políticas sociales universales y el retroceso de los derechos sociales conquistados históricamente por los trabajadores. Como consecuencia de ello, en estas últimas dos décadas también comenzaron a tener mayor presencia las Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC), ganando espacios de expresión y de acción.
Publicada el 13 DE SEPTIEMBRE 2011
En el presente trabajo se quiere demostrar el impacto que provocó en un grupo de mujeres de máxima vulnerabilidad social, la “devolución de la sonrisa” a partir de las confección de prótesis dentales y cómo se articuló con diferentes actores sociales para obtener resultados factibles y sustentables. Para ello se presentarán, en una primera instancia, los conceptos sobre los cuales se trabajó durante el desarrollo de la investigación.
Actualmente las OSC son vistas como el lugar de la legitimidad democrática y de los derechos en donde los individuos hablan, se asocian y razonan juntos sobre asuntos de interés público, con el fin de influir indirectamente en la toma de decisiones. Salamon[i] las define como organizaciones privadas de interés público que persiguen objetivos públicos fuera del aparato formal del Estado.
Son normalmente voluntarias y no tienen como fin principal el lucro sino la gestión social considerada como la construcción de espacios para la interacción, basándose principalmente en el aprendizaje continuo, colectivo y abierto al diseño y ejecución de múltiples proyectos que atiendan a problemáticas y necesidades sociales.
La gestión social
Se entiende a la gestión social como todo trabajo o servicio orientado al beneficio de cualquier persona, comunidad o institución tomando en cuenta las posibilidades de ejecución (recursos, viabilidad, presupuesto, coherencia, etc.). Todo esto en conjunto con las personas o instituciones interesadas en la solución de una problemática que afecte a la comunidad o Estado.
La articulación entre sociedad y economía, tecnología y cultura, puede realizarse más eficaz y equitativamente a partir del reforzamiento de la gestión local y de sus instituciones políticas fortaleciendo la idea de democracia local.
La Economía Solidaria (ESS)
Se la entiende como otra forma de organización del trabajo de autogestión, que busca una inserción económica y social más equitativa. Pasa por la asociación de personas o de grupos que están tratando de buscar soluciones que los ayuden a mejoran su situación particular y ganar seguridad. Aquí cada individuo o grupo tiene una alta dosis de reciprocidad, de solidaridad y le preocupa lo que pasa con los demás aunque no le reporte un beneficio personal.
Se trata de otra forma de economía, distinta a la capitalista, de otro criterio para producir y distribuir beneficios. La ESS no es meramente una economía de pobres, una economía popular gestada en situaciones de falta de dinamismo económico, ni una forma de respuesta coyuntural a crisis agudas. Pensarla así es reducirla, quitarle contenido político y valorativo.
Desde las OSC Vida Infantil y la Asociación para la Salud Bucal y la Salud Colectiva se logra sumar los ejes de salud y economía solidaria a partir de una comprometida gestión social.
Salud
Las concepciones sobre salud han variado a través de los tiempos, influidas por los contextos socio-políticos y científicos de cada época. Es un lugar común aceptar que hay un concepto de salud que se define por la ausencia de enfermedad; existe otro que la define como un estado de equilibrio bio-psicosocial y aparece un último concepto que acepta la salud como un proceso histórico-social.
Los dos primeros comparten idéntico supuesto científico en el marco de las ciencias físico naturales y contribuyen a constituir y expresar lo que se ha dado en llamar paradigma biologista. Éste parte de una formación profesional absolutamente escolástica, exenta de una educación orientada al trabajo en equipo que ha fragmentado y dividido ese “todo” que significa el Proceso-Salud-Enfermedad-Asistencia (PSEA) en “partes” o disciplinas’.
Esta visión, entonces, deja de lado el contexto socioeconómico y cultural que condiciona, multidetermina e influye mucho más que la aislada actividad de las bacterias bucales.
Con el desarrollo de las ciencias sociales se estableció una fuerte crítica al modelo médico hegemónico y se empezaron a introducir estudios que comprendieran desde el campo sanitario a la sociedad toda, a la atención y organización de la salud y a la formación de profesionales de la salud, desde una perspectiva integradora y fuertemente social.
Se vienen desarrollando experiencias en salud participativa desde distintos lugares, principalmente desde el Estado, a partir del 2003 y desde los diferentes programas provinciales (algunas provincias más comprometidas que otras en el cambio), además del inmenso aporte que realizan las OSC desde donde se aborda la salud y que van mejorado ostensiblemente la calidad de vida de los ciudadanos para así poder modificar el modelo de salud clientelar y transversalizar la salud con toda su complejidad.
La sociedad no es un todo homogéneo, uniforme y armónico, sino que se caracteriza por desigualdades de distintas categorías. Existen, en este sentido, grupos sociales con calidad de vida, intereses, ideas, capacidades, poderes distintos y dichas diferencias producen contradicciones y conflictos, los cuales son parte estructurante de la vida social. Los procesos sociales son históricos, complejos, discontinuos, inciertos, ambiguos, conflictivos, interdeterminados y se encuentran dinamizados por relaciones de poder.
Una categoría central en el análisis de los procesos de salud-enfermedad está constituida por el poder. Tres expresiones de poder interjuegan dinámicamente en la constitución de los procesos sociales y, en consecuencia, de salud-enfermedad y atención: el poder político, el poder científico-técnico y el poder administrativo, que son los que determinaran a partir de sus modificaciones cómo una población concreta se comporta entre estas relaciones de poder.
Es entonces que en este contexto se planteó el trabajo de campo realizado Volver a Sonreír y del cual se desprende este artículo, que tiene como punto de partida los conceptos de gestión social, economía social y salud bucal con el propósito de generar inclusión social considerando, además, el armado de redes institucionales.
Se espera, de esta manera, mejorar las perspectivas y posibilidades de cada actor participante: el Estado y el Centro de Atención Primaria de la Salud (CAPS) tomando la salud bucal como un problema a resolver en su agenda política; las Organizaciones de la Sociedad Civil, interactuando con organizaciones públicas y organizaciones privadas e intermedias a partir de la responsabilidad social empresaria (RSE) -en este caso se trabajó con el Circulo Odontológico de Mendoza y la Fundación DANONE que fueron los financiadores del proyecto y que se suman al compromiso con la problemática social y el trabajo en red-.
Volver a Sonreír
Así se denominó el proyecto del cual se desprende este artículo. El mismo se llevó a cabo en el Barrio 26 de Enero en el Centro de Desarrollo Integral de la Asociación Vida Infantil, ubicado en el Distrito de El Resguardo (Las Heras) con un tiempo de ejecución desde agosto de 2010 hasta abril de 2011. El mismo estuvo basado en tres pilares: salud bucal, autogestión e inclusión social a partir de un sistema de aporte solidario a un fondo común, uniendo los ejes de gestión social, economía solidaria y salud bucal.
Uno de los objetivos fue aportar al proceso de inclusión social y al reforzamiento del tejido social de un grupo de 15 mujeres en situación de pobreza y de alta vulnerabilidad social, para la confección de sus prótesis dentales, tomando la salud como un derecho inobjetable y para todos. Dentro de ésta se considera fundamental el componente bucal, por lo que se apuntó a incentivar, desarrollar y lograr cambios estratégicos en su autocuidado y el de su familia. Se toma a la salud como un derecho humano y se elige a la mujer como impulsora para los cambios estratégicos por considerarla organizadora del tejido familiar y social barrial.
La caries, una enfermedad social
En el proyecto se parte de considerar la caries una enfermedad social prevenible, con el convencimiento de que las causas principales del desdentamiento de nuestra población son socioeconómicas, socioculturales, socioambientales, geográficas, de servicios y surgen por la existencia de un sistema (modelo médico hegemónico) que actúa desmembrado de las necesidades de la población, provocando que los determinantes sociales sean el principal impedimento a la salud.
Los padecimientos bucales de las personas no sólo tienen que ver con los microorganismos depositados en sus dientes, sino también con el contexto social, económico, cultural, ambiental en donde se desarrollan.
Cuando falta un elemento dentario, psicológicamente los individuos se aíslan, no tienen comunicación con sus pares por vergüenza, sufren disminución de la autoestima, se inhiben sus oportunidades laborales, educativas y socio recreativas y presentan dificultades en la alimentación; en síntesis, espejan “el rostro de la pobreza".
Uno de los objetivos de Volver a Sonreír fue devolver la función masticatoria, fonética y estética a estas mujeres que se encuentran en situación de pobreza y vulnerabilidad social. Esto se logró a través de la gestión de prótesis dentales por sistema de aporte solidario a un fondo común. A su vez se revalorizó el trabajo cooperativo a partir de la economía solidaria unida a la salud bucal, ya que cada una con su aporte lograba financiar la prótesis de una de las mujeres del grupo que la iban recibiendo cada mes.
De esta manera iban logrando la “democratización de la salud”[ii] ya que conducían el proceso transformador en ellas mismas y medían sus tiempos. Mario Testa en su Libro Pensar en salud[iii] habla de “que no se trata de fijar normas, sino de desencadenar procesos”. Estas mujeres a medida que su salud bucal cambiaba, que se sentían escuchadas en cada taller que se les acercaba a través de los médicos del Centro de Salud Nº 20; que lograban ese espacio propio dentro de la institución que actuaba como gestora social, iban transformándose, construyéndose en nuevas actoras de su salud, en su familia y en su barrio. En síntesis, se constituían en sujetos sociales, lo cual responde a uno de los objetivos de transformación cuando hablamos de salud colectiva y se considera elemental al momento de dar sustentabilidad a un proyecto de transformación en salud.
De este modo se vio cómo, convencidas de no repetir modelos ineficaces, las mujeres fortalecieron su autoestima mejorando las redes familiares, sociales e institucionales, mejorando la calidad de vida de los niños del barrio.
La iniciativa intentó desarrollar una experiencia piloto, única e innovadora, tomando la filosofía y metodología de Muhammad Yunus, creador de Grameen Bank y Premio Nobel de la Paz: “La pobreza se perpetúa porque se deja a los pobres fuera de la economía. La pobreza no es obra de los pobres, sino del sistema que hemos creado alrededor de ellos. Hemos declarado el Objetivo de Desarrollo del Milenio, y el mundo entero ha participado. Todos los líderes mundiales, todas las naciones, han firmado para reducir el número de pobres en el mundo a la mitad, para el año 2015. No hay ninguna polémica, todo el mundo está de acuerdo, existe un consenso global. Pero, después de firmar el documento, ¿qué hacemos para lograrlo? Ésa es la pregunta que nos tenemos que plantear.[iv] Cabe destacar, sin embargo, que existen fuertes críticas con respecto a la filosofía sobre la que se basa la institución Grameen Bank. Principalmente, por desdramatizar la pobreza, reduciéndola a una cuestión de ingresos que puede resolverse a partir de soluciones individuales y por “no poner en cuestión las responsabilidades del Estado, ni la organización económica de la sociedad y la inequitativa distribución del ingreso”.[v]
Estas críticas no son hacia el instrumento como tal sino a la implementación que se hace del mismo desde una concepción que se podría definir como individualista. Esta forma de entender el microcrédito puede ser de gran utilidad para pensar el microcrédito como un instrumento susceptible de ser utilizado desde distintas perspectivas.
En este caso, si bien se copia el modelo Grameen Bank, está tomado desde la gestión social y es así que se modifica la forma de obtener el dinero, ya que cada mujer con la cuota mensual que aportaba, reunía el valor de una prótesis por cada grupo. Por lo tanto, la que obtenía la prótesis el primer mes debía y seguía haciendo el aporte solidario hasta el quinto mes que recibía la prótesis dental la última de las integrantes de cada grupo.
El fondo se conformaba cada mes con el aporte consensuado por sus integrantes, creando responsabilidad y cooperación grupal, siendo garantes solidarias unas a otras
Construir ciudadanía
José Luis Coraggio sostiene que hay que redefinir a la economía “en su expresión más profunda y abarcadora. Es el sistema que se da en una comunidad o una sociedad de comunidades e individuos, para definir, generar y administrar recursos a fin de determinar y satisfacer las necesidades de todos sus miembros”. Esto se constituye como una producción colectiva y es gestionada y definida doméstica, comunitaria y socialmente a través de la participación y reflexión, para determinar la legitimidad de las necesidades reivindicativas de los distintos grupos.[vi]
La construcción de una ciudadanía, desde el punto de vista de la participación y la democracia, por parte de todos los sujetos sociales en articulación con un ejercicio solidario no sólo permite el fortalecimiento de los lazos comunitarios, sino que fundamentalmente genera derechos, libertades, confianza mutua, solidaridad, autogestión y contención.
El ejercicio solidario permitió no sólo poder observar cambios cualitativos en las cotidianidades de las mujeres, sino también el surgimiento de inquietudes que permiten un trabajo en conjunto a largo plazo con una mirada integral de lo social, cotidiano y comunitario.
Teniendo en cuenta los resultados obtenidos, se pretende que el presente proyecto pueda contribuir a la definición de una gestión estatal de carácter permanente y comprometida con la problemática de los que menos acceso tienen. Este tipo de acciones promoverá cambios gracias al esfuerzo conjunto de todos los actores encuadrados detrás de un objetivo común y solidario.
Esta articulación requerirá de la presencia de una institucionalidad pública regional fortalecida funcionalmente, que tenga la capacidad de orientar adecuadamente esos servicios sociales a la población, todos ello en el marco de una pertinente planificación estratégica territorial concebida transversalmente en las propias políticas públicas del desarrollo local.
Por lo tanto, se debe atender a las problemáticas estructurales y de capacitación con que cuentan los odontólogos que eligen la Atención Primaria de la Salud como un desafío en su acción profesional y considerarlos como “fusibles” capaces de mejorar estos índices alarmantes de enfermedad bucal partiendo del conocimiento del entorno social, que es lo que permitirá una forma de acercamiento para poder interpretar la realidad de las personas y llevar alguna posible solución a sus espacios.
Sólo con políticas públicas activas, sumadas a una intensa formación sobre el abordaje social en nuestras universidades y transformando en protagonistas sociales a los miembros de nuestra comunidad, podrán modificarse los índices elevadísimos de enfermedad bucal que asolan a la Argentina y a toda América Latina.
[i] www.unla.edu.ar/public/saludColectivaNuevo/publicacion17/pdf/4.pdf Salamon LM, Sokolowski W, Global Civil Society: Dimensions of the Nonprofit Sector. Bloomfield: Kumarian Press; 2004. vol 2, p. 3-60.
[ii] www.unla.edu.ar/public/saludColectivaNuevo/publicacion17/pdf/6.pdf Memoria e Historia: diálogo entre Mario Testa y Jairnilson Silva Paim
[iii] Testa Mario Pensar en Salud. Buenos Aires: Lugar Editorial; 1993.
[iv] Conferencia pronunciada en el Instituto de la Commonwealth de Londres, el 11 de Marzo de 2003 Por el Profesor Muhammad Yunus
[v] www.flacso.org.ar/politicaspublicas/files/monografias/arnaiz.pdf
[vi] CIANCIO, Laura y AGUILÓ, Juan Carlos. Política Social y Gestión Social. Mendoza 2005. Pág. 87.
Link permanente:
http://www.politicaspublicas.uncu.edu.ar/articulos/index/gestion-economia-social-y-salud-bucal-desarrollo-del-poder-local-de-una-comunidad-a-partir-de-un-proyecto-de-salud-desde-una-osc
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