ENTREVISTAS // Ambiente y ordenamiento territorial

“El agua es una sola y todos la quieren. Por eso el problema hay que resolverlo en conjunto”

En Octubre del 2014, el Departamento General de Irrigación de la Provincia de Mendoza pronosticó un nuevo año “pobre y seco” en cuanto al derrame anual de agua de los ríos mendocinos. De esta manera, los ríos Mendoza, Tunuyán, Diamante y Malargue, ingresaron en el quinto año consecutivo de emergencia hídrica, en tanto, el río Atuel, en el sexto.

Sobre esta situación consultamos a la Licenciada Patricia Puebla, profesora de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNCuyo y especialista en sistemas de información administrativos. Desde 1993 trabaja como investigadora científica, asesora y capacitadora en el Instituto Nacional del Agua y actualmente es coordinadora del nodo central de la Red Integral para la Gestión del Agua (RIGA).

- En el marco de la nueva declaración de crisis hídrica en la Provincia de Mendoza, ¿Cuál es nuestra situación actual y que riesgos trae para nuestra población?

Más allá de la crisis que tenemos ahora, que es bastante complicada porque la demanda de agua es muy grande y la oferta es muy poca, Mendoza tiene el problema del agua en forma permanente.

Nosotros tendríamos que afianzar, en nuestra cultura hídrica, que el agua que tenemos es poca. Si vos ves como nosotros trabajamos con el agua parece que estuviéramos en una provincia que le sobra el agua: tenemos espacios verdes por todos lados, regamos la vereda o el asfalto… son cosas que no se pueden entender.

Lo bueno es que la declaración de crisis hídrica que ha hecho (el Departamento General de) Irrigación ha sido acompañada por todas las instituciones. Desde el sector de Agua Potable, desde Riego y desde todos los ámbitos se tiene en cuenta que hay una crisis hídrica, y ese trabajo mancomunado de todos ya hace la diferencia. Es como que se está instalado en la cabeza de todos que tenemos un problema de agua.

Esto es un avance con respecto a lo que nosotros veníamos viendo años atrás, porque esto no es nuevo, nosotros ya hemos pasado por crisis de agua años anteriores. Nosotros tuvimos una crisis de agua muy grande en la década del 70, que fue lo que nos llevó a usar muchas perforaciones de agua subterránea. La Ley de Aguas Subterráneas surge en la década del 70 a raíz de esta falta de aguas superficiales y del uso descontrolado que se empezó a hacer de este recurso.

Nosotros tenemos que hacer un uso integrado entre agua superficial y agua subterránea, para  aumentar la disponibilidad. Es un trabajo en conjunto de las distintas fuentes que uno tiene, hay que buscar cómo combinarlas y administrarlas.

- Entonces, ¿el problema es que hacemos un mal uso del agua o es que está mal administrada?

Es un conjunto de cosas. Hay distintos elementos que se van sumando.

Por un lado hay una mala cultura de lo que es el recurso hídrico, nuestra población recién ahora está empezando a entender lo que es el agua. Deberíamos tener, dentro de todas las currículas de la escuela primaria, la importancia del agua y cómo cuidarla, cómo trabajar con el agua. Con lo importante que es el agua para nosotros debería inculcarse desde la escuela primaria hasta la universidad.

Por el otro lado, en la administración que tenemos hay un problema que es que varias instituciones trabajan sobre distintos sectores del agua. Pero hay que ponerse de acuerdo, porque lo que es una política para un sector no es tenido en cuenta por el otro. Están separados, no hay una coordinación entre ellos. Entonces, al faltar esa coordinación, nos cuesta el manejo.

Nosotros cuando hablamos de gestión integrada a lo que estamos apuntando es a que las instituciones se sienten y digan “cómo trabajamos con esta situación, este problema cómo lo resolvemos, dónde ponemos los recursos, dónde van las inversiones, ¿vamos a hacer más perforaciones o nos conviene hacer un embalse o reservorio?”. Ese tipo de definiciones tienen que tomarse en conjunto. Porque el agua se destina a distintos usos y desgraciadamente estos son competitivos. El agua es una sola y todos la quieren. Por eso el problema hay que resolverlo en conjunto.

- En esta integración es donde entraría a tener importancia la RIGA…

Exacto. Esa fue la idea. Crear esta red para que sea un espacio donde se de la interlocución entre los distintos actores, sobre temas que son puntuales y críticos para todos. Ahora lo que nos está uniendo es una crisis, pero esto hay que preverlo a largo plazo. Está bien, hay medidas de emergencia que se deben tomar porque el agua nos falta hoy, pero a largo plazo también tenemos que prever que no suceda. Y estas posturas a largo plazo tienen que ser definidas entre todos.

Hace poco salió el Plan de Ordenamiento Territorial, armado por la Provincia, y nos sorprende que haya poca integración entre un Plan Hídrico y un Plan de Ordenamiento Territorial. Siendo que en una zona seca, obviamente, vas a construir las ciudades en función del recurso hídrico que tengas, ya que es la fuente de desarrollo tanto social como económico. Entonces tienen que ir de la mano. Ahora tenemos un plan de ordenamiento posterior al plan hídrico, y eso da la pauta de que tenemos que reverlo. Hay que ponerse de nuevo a trabajar sobre el plan hídrico según el nuevo ordenamiento que le vamos a dar a la Provincia.

- Desde que se está trabajando con la Red Integral ¿Qué avances se han podido lograr y sobre qué temas específicos?

Lo primero, que fue para nosotros muy positivo, fue la intención de todas las instituciones de sumarse, lo cual era bastante complicado. Nosotros nos preguntábamos si iban a querer sumarse a una propuesta que viniera de la Universidad, y lo tomaron para bien. Los actores más importantes del recurso hídrico de la provincia están presentes en la red: Agua y Saneamiento Mendoza (AySAM); Irrigación, que es la autoridad de aplicación de la Ley de Aguas; Municipios, porque hay actividades que deben hacerse a nivel local; Ministerio de Ambiente; y el EPAS. Es la primera convocatoria en que han querido sumarse todos y firmar un acta de acuerdo para trabajar en conjunto, lo cual fue un avance importante para la provincia.

Luego son las mismas instituciones las que te proponen los temas y se someten a consideración de la red. Por ejemplo ellos plantean que necesitamos avanzar sobre información, porque para  administrar algo, primero lo tenés que conocer. Y muchas veces, al estar fragmentados, la información está, pero en un lado, y no llega al otro. Entonces la manera es compartir la información, y si alguno necesita más, bueno, generémosla. ¿Quiénes son los que tienen más posibilidades de generar la información? Aquellos sectores de investigación que no están en la lucha cotidiana de solucionar las emergencias diarias. Se debe hacer un trabajo en conjunto entre la institución que tiene el dato y la que lo puede procesar y dar la información para tomar decisiones, eso es importante. Eso es lo que se está buscando afianzar con en esta red.

Cuando AySAM te dice “tengo que hacer un plan estratégico del agua y quiero que lo veamos en conjunto”, es un avance. Cuando Irrigación dice “me gustaría que vean el balance hídrico que hemos hecho, opinen sobre él”, es un avance. Compartir y someterse a consideración de los otros, para ver qué es lo que falta y qué hay que agregar, es fundamental. Así hemos trabajado durante estos meses en recolectar propuestas de temas que consideran críticos los distintos miembros de la red.

- ¿Cómo es el funcionamiento a nivel comunicacional para poder ponerse de acuerdo entre las distintas partes?

El nodo central y de coordinación de la red es en la Facultad de Ciencias Económicas. La FCE se comunica con todos y va recopilando la información, nosotros procesamos todas las propuestas que llegan y se las distribuimos a todos. Ahora está funcionando un boletín mensual, entonces más allá de lo que propone cada uno llega una explicación con su tema y sus archivos adjuntos para que los demás lo puedan leer e interiorizarse de qué opina el resto.

La idea nuestra es trabajar sobre todas estas propuestas en talleres conjuntos, donde se junten todos, se acerquen, se presenten y se planteen las propuestas, porque una cosa es leerla y otra cosa es que quien la propone te la explique. Así se van a armar distintos grupos de trabajo. La idea no es que la red trabaje sobre una sola cosa, sino que la red potencie la posibilidad de haber varios grupos trabajando sobre temas importantes.

Luego hay que hacer un seguimiento,  la red no quiere quedarse solamente ahí. Nosotros queremos ver los avances que se van logrando en cada tema y que eso se comparta en la red, se logren acuerdos y se apliquen. El contacto físico es necesario, más allá de lo virtual.

El primer contacto físico que tuvimos fue una conferencia sobre cambio climático, para que ellos vean los escenarios que se han armado, a nivel mundial y sobre todo en Mendoza. También cuáles son las posibilidades de cambio climático, cómo va a afectar a la región, lo que deberíamos tener en cuenta en estos planes que empezamos a hacer. La cuestión es siempre construir a partir de lo que se ha ido armando, no empezar de cero.