Los casos de tos convulsa registran una tendencia en aumento a nivel mundial desde hace varios años. El país no es ajeno a esta situación y tampoco lo ha sido la provincia donde temporadas anteriores se produjeron picos de contagio.

Sin embargo, pese a un contexto adverso en lo que va de 2011, en Mendoza se han notificado 32 por ciento menos de afectados respecto del año anterior. Entre las principales causas hay que mencionar un plan de vacunación más amplio que comenzó a implementarse en 2010.

En el conjunto de provincias se observa una curva que va en aumento por encima de la media de las últimas temporadas. Si bien la época de mayor prevalencia de la enfermedad es julio y los primeros días de agosto, hasta el 9 de abril -la última actualización de datos nacionales por parte del Ministerio de Salud de la Nación- se habían producido 659 casos, mientras que en el mismo período de 2010 habían sido 228, cuando la media es de 273, según la información del Boletín de Vigilancia Epidemiológica de esta dependencia.

En 2009, la situación en Mendoza se había presentado con un aumento considerable; ese año se notificaron 372 casos, mientras que en 2010 se produjo un descenso para sumar 224. Este año se presenta -hasta ahora- con tendencia favorable, ya que si hasta la misma semana en 2010 se habían contabilizado 40 coqueluches, el período actual ha registrado sólo 27.

Diferentes funcionarios del área de Salud de la provincia consultados se muestran optimistas frente a la actual temporada, pero aclaran que en realidad todavía no ha comenzado la época de mayor intensidad, ya que se han presentado pocos casos de enfermedades respiratorias en general.

Otro dato a tener en cuenta es que según el Ministerio nacional la zona de Cuyo en su conjunto presenta una tasa levemente superior a la media (0,18% y 0,14% respectivamente) mientras que Mendoza alcanza sólo el 0,06% hasta la primera semana de abril.

La directora de Epidemiología provincial, Adriana Koch, sostuvo que "esto no afecta a Mendoza, además de que los picos más altos se dan en la zona centro, particularmente en Córdoba y en menor medida en Santa Fe y Buenos Aires". Asimismo, destacó que si bien San Juan presenta una tasa más alta, para "que se produzca un brote debe haber una masa crítica de gente susceptible, mientras que en Mendoza tenemos una muy buena cobertura con la inmunización".

Vacunación prioritaria

La principal razón por la cual la provincia muestra una tendencia a la baja radica en la amplia cobertura en proporción de población en riesgo inmunizada que alcanza al 95 por ciento.

La inoculación se da en los niños, de particular importancia en los menores de un año ya que presentan más riesgo.

"El mayor índice de mortalidad se da entre los menores de dos meses ya que no tienen defensas", detalló el doctor Gonzalo Vera Bello del Departamento de Epidemiología, un índice que puede alcanzar 30 por ciento, es decir que de cada cien afectados mueren 30.

"Lo que sucede es que la inmunidad de la vacunación no dura toda la vida. Entonces los adultos pueden transmitirla a los más chicos sin presentar un cuadro grave y aun sin síntomas".

En este sentido, la doctora Koch explicó que en 2009, cuando hubo gran cantidad de afectados, se trataba en muchos casos de brotes familiares en los que pudo determinarse que una proporción importante había comenzado con un adulto contagiado. De esta manera, a un estornudo en un ámbito donde se encuentra un pequeño sin anticuerpos, es suficiente para enfermarlo.

El calendario de vacunación indica dosis a los dos, cuatro y seis meses, un refuerzo a los 18 meses y otro a los 5 años. Esta última fue modificada en 2010 debido a que la vacuna que se coloca hasta esa edad -la triple bacteriana común- no puede inocularse a mayores de seis años ya que produce efectos adversos. Por este motivo, decidió aplicarse en la sala de 5, ya que cuando se hacía en primer grado luego de julio muchos chicos ya tenían 7 años y quedaba un diez por ciento sin recibir la inmunización.

La inmunidad completa se logra luego de la tercera aplicación, es decir a los seis meses.

Por otra parte, debido a la re-emergencia mundial de esta enfermedad es que se decidió tomar cartas en el asunto a través de la inmunización de chicos de once años, lo cual ha podido ser factible gracias a la creación de otro tipo de vacuna, tolerada por los mayores, la triple acelular.

"En 2010, se comenzó con este plan y fueron vacunados en Mendoza 29 mil chicos, un 97 por ciento", detalló el doctor Rubén Cerchiai, director del Vacunatorio Central, quien aclaró que "la tos convulsa tiene la particularidad de que aun con el esquema completo la inmunidad es de 80 por ciento; por lo tanto, el resto no generará las defensas adecuadas, lo cual hace difícil el control a nivel mundial; pese a esto sirve para disminuir la cantidad de casos".

La vacuna que se coloca a los más pequeños ofrece protección durante seis años, motivo por el cual se decidió incluir la dosis de los once años, para que los hermanitos de los más pequeños no transmitan la enfermedad. Por su parte, la que se s coloca a los más grandes otorga anticuerpos por diez años. Es así que estarán protegidos hasta los 21.

La Directora de Epidemiología destacó que es recomendable que los adultos que estén en contacto con bebés pequeños se coloquen la vacuna en forma particular, la cual puede conseguirse en las farmacias.

http://www.losandes.com.ar/notas/2011/5/28/menos-casos-convulsa-570995.asp