En el marco de la visita del presidente del Perú, Ollanta Humala, la presidenta Cristina Kirchner anticipó que planteará en la próxima reunión de la Unasur, a realizarse este viernes en Lima, el tema de la deuda soberana y el accionar de los fondos buitre. Al brindarle al mandatario un almuerzo de honor en el Museo del Bicentenario, la jefa de Estado calificó como “colonialismo judicial” al conflicto desatado por el fallo del juez estadounidense Thomas Griesa, quien ordenó el pago de los bonos argentinos a los holdouts. En ese marco, aseguró que ese tema debería interesarle no sólo a la Argentina o a los países de América del Sur, sino a todos los países del mundo, en especial a aquellos países desarrollados que actualmente tienen crisis similares. Además, llamó a unificar la legislación en la región en materia económica, de inversiones y exportaciones.

“La Unasur ha logrado una densidad inédita en la historia de la América del Sur. Hemos resuelto conflictos internos entre los países de la región que tal vez en otros momentos hubieran devenido enfrentamientos armados, momentos graves que vivimos y que pudimos superarlos con nuestras propias instituciones y con nuestra propia diplomacia”, destacó ayer la Presidenta, reivindicando el rol del grupo regional frente a otros organismos multilaterales de renombre “pero cuyos procedimientos y recomendaciones no son escuchados ni aceptados por nadie”.

En este sentido, CFK señaló que “uno de los desafíos más importantes” de la gestión iniciada por Néstor Kirchner en 2003 fue “desmontar el default de una deuda soberana” que permitiera su reestructuración. La jefa de Estado señaló que la deuda “impidió durante décadas el crecimiento de la Argentina” y condenó las condiciones impuestas por el Fondo Monetario Internacional respecto de política económica interna.

Durante su discurso, sin embargo, excusó a Ollanta Humala de referirse al tema de los fondos buitre y aseguró que “la Unasur es el ámbito apropiado para hablarlo”. Este viernes, en Lima, se llevará a cabo la IV Reunión Ordinaria del Consejo de Jefes y Jefas de Estado, donde se prevé discutir el Protocolo de Paz, Seguridad y Cooperación entre los países de la región para “crear condiciones de confianza recíproca”. Además, se analizará la situación política de Paraguay luego del golpe institucional a Fernando Lugo.

Por fuera del tema de los fondos buitre, Cristina Kirchner llamó a fijar en materia económica “criterios y estándares comunes” para el bloque, ya que Sudamérica es “una de las regiones más ricas del planeta” en materia de recursos humanos y naturales. “Debemos lograr un estándar regional que impida que desde el exterior se pivotee sobre algún país para conseguir allí cosas en detrimento de otros”, señaló la Presidenta, quien reivindicó la necesidad de atraer inversiones, pero garantizando que el inversor invierta “porque le conviene, no porque hemos renunciado a la defensa de algunos de los derechos de nuestros pueblos. Respecto de la situación nacional, la Presidenta aseguró que la última década es una “década ganada” debido a los logros en inclusión social, desendeudamiento, educación, cultura y cobertura social para los sectores más vulnerables.

Durante el almuerzo también hubo lugar para la resaltar la “amistad entrañable” que une a ambas naciones, su “ADN común” y su historia compartida. “La civilización incaica se extendió hasta nuestro país”, dijo la Presidenta y recordó que en 1816, al firmarse en la Casa de Tucumán la Declaración de la Independencia, se redactó en español, quechua y aymara. “Ya en 1816 quienes declararon la independencia de la República Argentina se reconocían parte de esa América del Sur, de esa América india, mestiza y también española”, concluyó.

En otro pasaje, expresó su agradecimiento y reconocimiento al rol del Perú cuando “prestó sus aviones y pilotos para combatir junto a los argentinos frente a lo que constituía la invasión de los ingleses”, en alusión a la guerra de Malvinas. Desde el Museo del Bicentenario, ubicado en la explanada de la Casa Rosada, la Presidenta también le envió su “solidaridad y apoyo a Nadine Humala”, primera dama del Perú, por los “ataques agraviantes que ha sufrido por su condición de género”.

Del homenaje participaron el vicepresidente, Amado Boudou; el titular de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez; miembros de la Corte Suprema, de organismos de derechos humanos, como Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, además de integrantes de la oposición.