Si bien la situación de desaceleración es palpable en todos los rincones del país, hay lugares donde se siente más, y otros menos. 

El caso mendocino, por ejemplo, se diferencia claramente del nacional, donde a pesar de un segundo semestre flojo, la actividad económica local anual terminó 2018 en crecimiento(2,8% interanual, Índice IAEM), versus una economía nacional en caída (-2,6% interanual, Índice EMAE).

Según economistas locales, también Mendoza se destaca en indicadores laborales, ya que mantuvo el crecimiento en sus niveles de empleo privado registrado durante el año a un mejor ritmo que Nación, terminando esta última con 0,1% interanual acumulado de crecimiento en empleo privado, versus Mendoza que creció 1,1% en igual período.

Finalmente, también Mendoza supera a Nación en dinámica exportadora, ya que, si bien hay un mejor tipo de cambio para todo el país, las exportaciones acumuladas interanuales en dólares crecieron 13,7% en la provincia, versus un 5,1% en el agregado nacional.

Causas

Explicaciones hay varias. A nivel país una cosecha cerealera floja, junto a una merma muy fuerte en la industria automotriz principalmente, dañaron fuertemente el potencial de crecimiento de la Pampa Húmeda y del cordón industrial de dicha principal zona del país; mientras que en Mendoza la abundante cosecha ha permitido una mayor elaboración industrial (vino y fruta industrializada), junto a un comportamiento de la industria de la construcción mejor que a nivel Nación (gracias a la obra pública, principalmente), una buena performance turística, y la ya mencionada dinámica exportadora post devaluación, ayudan a explicar el mejor comportamiento provincial que nacional, si bien ambos en un contexto de inflacionario y de tasas de interés muy elevadas, que hicieron un segundo semestre bastante inferior en actividad que el primero. 

En síntesis, y si bien dentro de un año complicado para el país, Mendoza ha mostrado niveles de actividad económica en mejores ritmos de evolución que la Nación, lo que también ha sido influido por el orden y claridad de las políticas públicas provinciales, a diferencia de la Nación, con constantes idas y vueltas que han desorientado un tanto la confianza inversora.