El Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) dio a conocer los datos finales de la cosecha 2013. Los números divulgados por el organismo revelan un crecimiento de 28% respecto a la temporada pasada y una recolección total de 28.514.509 quintales de uva.

El presidente del INV, Guillermo García, indicó que se trata de una cosecha normal en cuanto al volumen, siendo comparable con las logradas en los años 2005, 2006, 2008 o 2011. En relación a la calidad, García aseguró que la producción también dejó buenos resultados.

Las estadísticas demuestran que la mejora con respecto al año pasado se fundó principalmente en Mendoza. La provincia logró un crecimiento del 33%, pasando de cosechar 14.938.793 quintales a 19.867.223.

Cabe recordar, que en 2012 se sucedieron una serie de inconvenientes climáticos que perjudicaron la producción. Se registraron altos niveles de temperatura durante tres semanas consecutivas y hubo poca dotación de agua en Mendoza, entre otras incidencias.

Guillermo García explicó que “este temporada las condiciones climáticas de febrero, marzo y abril fueron excepcionales, permitiendo no solo mayores volúmenes, sino también excelente calidad”-

“Además, el buen tiempo ayudó a sobrellevar los problemas de faltante de mano de obra. Si hubiera llovido durante los últimos meses se corría el riesgo de perder producción”, agregó.

No hay que olvidar, sin embargo, que esta temporada se perdieron alrededor de 6.312 hectáreas de viñedos, entre octubre y febrero, como consecuencia de las tormentas graniceras, según datos de la Dirección de Agricultura y Contingencias Climáticas (DACC). El 40% de las denuncias tuvieron lugar en los departamentos del Este, principal zona productiva vitivinícola del país.

El presidente del Instituto reconoció la dureza de las tormentas y observó que se perdieron así cerca de un millón de quintales de uva. No obstante, aclaró que en números generales el balance es positivo.

“Con la información que manejamos desde el pronóstico de diciembre pudimos establecer un buen cupo para la elaboración de mosto (32%) y podremos lograr existencias vínicas por unos cinco o seis meses”, mencionó.

La estrategia comercial

Con cosecha en mano, Guillermo García mencionó algunos puntos claves sobre los que se intentará mejorar para darle aire a la industria vitivinícola.

“Es una cosecha promedio, que le viene muy bien al productor porque son volúmenes que compensan alguna resistencia de los precios para acomodarse”, señaló la máxima autoridad del INV.

“Siempre buscamos que se hagan buenos porcentajes de mosto y que de alguna manera esto contribuya a que las existencias se mantengan en alrededor de 5 o 6 meses”, indicó el profesional.

Según el análisis de García, la producción levantada permitirá cumplir ese objetivo y de esta forma “mantener los precios sostenidos”.

Durante 2012, el precio del mosto sulfitado (materia prima necesaria para la producción de mosto concentrado) creció considerablemente, en parte impulsado por la falta de oferta. “Este año soy optimista en que podremos equilibrar el precio y recomponer el stock de mosto”, apuntó García.

Por el lado del vino fraccionado, el presidente del INV destacó un crecimiento interanual del 11% en las exportaciones de abril y pronosticó estabilidad en lo que queda del año. Por el contrario, un punto que despierta su preocupación, es la caída de las ventas de graneles.

“Para lograr crecer en mercado interno y externo, será clave la diversificación que permita cubrir toda la demanda”, apuntó García.

Comenzó el pago de las retenciones

El martes 7 de mayo la AFIP empezó a pagar a las bodegas los U$S 11 millones adeudados en concepto de retenciones a las exportaciones.

Aunque la plata estaba en condiciones de ser reembolsada ya a fines de abril (con un retraso de seis meses), los establecimientos vitivinícolas no habían podido cobrar.

El presidente del INV, Guillermo García, y el gerente de Bodegas de Argentina, Juan Carlos Pina, confirmaron que finalmente los pagos se están realizando.

De todas formas, aún queda pendiente la restitución de U$S 20 millones que están temporalmente retenidos por diversas irregularidades detectadas en las exportaciones.
“Cada bodega deberá resolver su situación particular con AFIP y el Banco Central. El INV no puede intervenir”, aclaró Guillermo García.