La pertussis, también conocida como "tos ferina", "tos convulsa" o "coqueluche", es una enfermedad que puede afectar gravemente a los menores de un año -con más incidencia en los de seis meses- y hasta puede llegar a causarles la muerte. Este año, en Mendoza se registró un rebrote de la afección con 191 casos, aunque afortunadamente no se tuvieron que lamentar víctimas fatales.

Para prevenir la enfermedad, una de las formas de proteger a los niños es inmunizar a las mamás, por lo que desde marzo se incorporó al calendario la vacuna dTap (contra la tos convulsa) para las embarazadas a partir de las 20 semanas de gestación. Justamente haciendo hincapié en este concepto y bajo el lema "La tos convulsa ha vuelto. Vacúnate para proteger a tu bebé", la Fundación Panamericana de la Salud y la Educación (Pahef) conmemoró ayer el Día Latinoamericano de la Lucha contra este padecimiento.

"Desde principios de año se ha registrado un brote de la enfermedad tanto en Mendoza como en Argentina y en Latinoamérica", aseguró la doctora Adriana Koch, directora de Epidemiología de Mendoza, quien aportó los datos comparativos de años anteriores. En 2009 hubo 181 casos, 10 en 2010, 61 en 2011 y este año (hasta la semana pasada) 191. Éste último número se dio contabilizando en toda la provincia, pero la mayoría de los casos se localizan en Las Heras, Guaymallén y Maipú.

"Es una enfermedad que tiene un ciclo de 3 a 5 años por lo que el brote era esperado", aclaró Koch e indicó que pese a haberse registrado pacientes internados y de gravedad, en la provincia no hubo fallecidos por tos convulsa.

"Una vez que se confirma el caso, se realizan actividades de bloqueo en terreno, se visita el domicilio del afectado y se les hace una quimioprofilaxis con antibióticos a los adultos que lo rodean para que no se siga propagando", explicó la titular de Epidemiología.

Proteger al recién nacido

La vacuna contra esta afección está incluida en el calendario obligatorio de los niños con dosis a los dos, cuatro y seis meses y un refuerzo a los 18.

Pero además, desde este año y como consecuencia de la situación epidemiológica de 2011 (70 muertos en todo el país, ninguno en la provincia) se recomendó iniciar la inmunización de las embarazadas a partir de las 20 semanas de gestación.

"Los menores de 6 meses todavía no tienen el esquema de vacunación completo, por eso es vital que las embarazadas se vacunen para que el niño tenga la inmunidad desde el nacimiento. Si logramos que muchas mamás lo hagan en el próximo ciclo seguramente vamos a tener menos casos", manifestó esperanzada Koch.

Con respecto al alcance de la cobertura de las inmunizaciones en la provincia, Rubén Cerchiai, director del Vacunatorio Central, confirmó que aproximadamente 49% de los niños menores de un año se vacunaron en el primer semestre del año. "Esto habla de un buen panorama, ya que no es una enfermedad estacional y se va a continuar con la inmunización hasta fin de año, por lo que podríamos llegar en los últimos seis meses al esperado del 95%", apuntó el experto.

Por otro lado, informó que la cantidad de dosis de dTap aplicadas en embarazadas fue de 9.653. "Si calculamos que por año hay 35.000 embarazadas en la provincia, podemos decir que estamos aproximadamente con el 30% de la cobertura, lo que ha sido importante, considerando que es el primer año que se realiza esta recomendación y que la población de mujeres gestantes ofrece dificultades de aceptación de vacunación, fuera de las vacunas clásicas, como la antitetánica", expuso Cerchiai.

Enfermedad re-emergente

Para Claudia Domínguez, infectóloga pediatra del Hospital Lagomaggiore y miembro de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP), la tos convulsa es una enfermedad re-emergente que tuvo sus peores episodios en 1985. "Prácticamente había desaparecido y ahora estamos teniendo solamente 1.000 casos menos que en el 85. Hasta julio de 2012 se registraron en todo el país 3.500 casos y en ese entonces 4.500", recordó la doctora, para quien se eliminaría totalmente la enfermedad si se vacunase a todos los adultos en contacto con los pequeños.

"Las primeras que deben hacerlo son las embarazadas ya que les transmiten los anticuerpos por la placenta, pero además es importante que se vacunen los mayores que rodean al niño para protegerlo", recalcó refiriéndose al efecto "capullo".

"Para los adultos es un cuadro banal, se trata de una tos persistente que no tiene mayores consecuencias, pero para los bebés puede ser mortal y se transmite directamente por las gotitas de saliva y por el contacto con las manos", detalló Domínguez, a la vez que reconoció que este objetivo es difícil de lograr ya que el resto de las personas que están en contacto con el niño no están comprendidos dentro del sistema de salud pública y para vacunarse deben adquirir la inmunización por su propia cuenta.