El Gobierno oficializó ayer los aumentos de las asignaciones familiares y de la Asignación Universal por Hijo (AUH) que había anunciado el día anterior la presidenta Cristina Kirchner. Más allá de las subas, la medida introduce cambios significativos en el funcionamiento de las primeras, con la incorporación de un nuevo tope familiar de 14 mil pesos para acceder al beneficio, y el cómputo de los ingresos de los dos integrantes de la pareja para determinar el rango de la asignación que van a cobrar. Los reajustes permitirán que todos los trabajadores tengan una tasa de transferencia a su favor de parte del Estado, ya sea percibiendo las asignaciones o aplicando deducciones por hijo del Impuesto a las Ganancias. Respecto de este último punto, con los cambios quedó claro que el Gobierno descarta un alza del mínimo no imponible de ese tributo para este año.

Los aumentos

El titular de la Anses, Diego Bossio, aclaró ayer en conferencia de prensa que las subas de las asignaciones entran a regir este mes, cuya liquidación es a partir del 1º de octubre. La AUH pasa de 270 a 340 pesos, un alza del 25,9 por ciento. En cuanto a las asignaciones familiares que cobran los trabajadores en relación de dependencia, se establecieron cuatro rangos de ingresos. El primero va de 200 a 3200 pesos, con un beneficio de 340 pesos por hijo –igual que la AUH–. El segundo rango salarial es de 3201 a 4400 pesos, con 250 pesos. El tercero va de 4401 a 6000 pesos, con 160 de asignación. Y el cuarto, de 6001 a 14.000, con 90 pesos.

Este último rango se creó para resolver la situación de quienes antes de esta medida estaban por arriba del tope para percibir las asignaciones, de 5200 pesos, pero no alcanzaban a deducir del Impuesto a las Ganancias, con un mínimo imponible de 7000 pesos. Las subas fueron diferenciadas según los distintos rangos: resultó del 25,9 por ciento para el primero (antes eran 270 pesos, ahora 340), del 22,5 para el segundo (de 204 a 250) y del 17,6 para el tercero (de 136 pesos a 160). El cuarto, con 90 pesos, es nuevo.

En las asignaciones por hijo con discapacidad, el primer rango de ingresos cobrará 1200 pesos (antes eran 1080), el segundo rango percibirá 900 pesos (desde los 810 previos) y el tercero, 600 pesos (desde 540). Este último rango no tiene tope salarial. Las alzas son del 11,1 por ciento.

Los incorporados

La creación del cuarto rango de ingresos, de 6001 a 14.000 pesos, permitirá que 269.813 trabajadores que hasta el momento no accedían a las asignaciones familiares pasen a cobrarlas. Según los datos de la Anses, a partir de ahora 2.261.596 trabajadores formales percibirán las asignaciones. Otros 845.195 podrán aplicar deducciones por hijo del Impuesto a las Ganancias. Las deducciones son de 7200 pesos por hijo al año.

Si las estadísticas se toman en base a los niños alcanzados, suman 3.804.307. Y hay 3.540.717 menores de 18 años que reciben la AUH. En total, entonces, los últimos anuncios del Gobierno impactan sobre 7.345.024 chicos. Los incrementos en las asignaciones significan un aporte estatal de 5206 millones de pesos al año. En total, el Estado nacional paga asignaciones por 29.360 millones en el año.

Ingreso familiar

El Gobierno decidió que los topes salariales para determinar si se accede o no a la asignación familiar, y en qué rango de ingresos se ubica cada familia –eso determina el monto del beneficio a cobrar–, tome en cuenta a los dos integrantes de la pareja. Antes se establecía un tope individual. El nuevo tope familiar es de 14.000 pesos, pero además ninguno de los cónyuges puede percibir más de 7000 pesos para poder cobrar la asignación. De todos modos, si los dos están por debajo de ese nivel, el beneficio lo percibe uno solo.

La creación del tope familiar tiene diversos impactos. El Gobierno buscó terminar con una situación de inequidad que se daba en favor de 63.331 familias. La situación era la siguiente: uno de los miembros de la pareja tenía ingresos elevados, de hasta 528 mil pesos por mes en el caso más extremo –se trata del ejecutivo de una empresa automotriz–, y el otro ganaba menos que el tope de 5200 pesos –la esposa del ejecutivo cobraba 3166 pesos–, por lo cual recibía la asignación por hijo. Su marido, a la vez, deducía los 7200 pesos por año del Impuesto a las Ganancias. Es decir, esa pareja acomodada recibía dos tasas a su favor por parte del Estado.

Bossio aclaró que a partir de ahora, si la pareja supera los 14.000 pesos de ingresos, el cónyuge que gana más de 7000 podrá deducir Ganancias, mientras el otro perderá la asignación. Otro impacto de la decisión de computar ingresos familiares es que numerosas parejas quedarán en un rango superior al que estaban cuando el cálculo era con un tope individual. Por ejemplo, dos personas que ganan el salario mínimo, de 2670 pesos en este momento, quedan encuadradas en el rango tres, que va de 4401 a 6000 pesos, ya que la suma de sus ingresos da 5340. El rango tres tiene una asignación de 160 pesos por hijo. Antes de esta medida, en esa familia cobraba uno de los cónyuges en el rango uno, que iba de 100 a 2800 pesos, y percibía 270 pesos de asignación. En conclusión, esa familia sufrirá una baja en el monto de la asignación que cobrará desde octubre, ya que pasará de 270 a 160.

Según la base de datos de la Anses, 19 por ciento de los hogares tiene a los dos miembros de la pareja en el mercado formal. En principio, éste sería el universo más afectado por el nuevo cómputo de ingreso familiar, ya que pasaría a un rango más elevado y cobraría una asignación menor. En el organismo dijeron a este diario que analizarán la situación. Bossio, por otra parte, aclaró que para la Anses las familias están constituidas mientras no haya un divorcio formal, por lo cual en las parejas separadas es conveniente normalizar la situación para no perder beneficios.