"Quiero comunicarles que, sobre 153 diputados presentes, 78 suscribieron el dictamen y es de mayoría", exclamó una exultante Juliana Di Tullio, diputada oficialista y presidenta de la Comisión de Comercio. La oposición quedó paralizada por la sorpresa. El kirchnerismo festejaba: gracias al apoyo de Proyecto Sur, revirtió su situación de minoría y ayer aprobó el dictamen que avanza contra la empresa Papel Prensa, cuyos principales accionistas son Clarín y LA NACION.

La escena tuvo lugar durante el plenario que ayer celebraron las comisiones de Comercio; Comunicaciones; Peticiones, Poderes y Reglamento; Asuntos Constitucionales y Libertad de Expresión de la Cámara de Diputados. Dictamen en mano, el oficialismo pretende discutirlo en dos semanas en el recinto para darle media sanción, para lo cual necesitará reunir 129 legisladores sentados en sus bancas. Una mayoría difícil de alcanzar -aun con el apoyo de Proyecto Sur-, pero el kirchnerismo no cejará en su intento.

La oposición -encarnada por la UCR, el Peronismo Federal, Pro, GEN y la Coalición Cívica- procuró, hasta último momento, dilatar la firma del dictamen. Argumentó que no se podía agotar el debate en una sola reunión de comisión, y reclamaba la presencia de constitucionalistas y funcionarios públicos. Esta postura había sido avalada, originalmente, por Proyecto Sur; sin embargo, de manera sorpresiva y sobre la marcha del debate -que duró más de seis horas- el oficialismo ensayó una jugada que resultó ser exitosa. Acordó deponer su propio proyecto y apoyar el que elaboró la diputada Cecilia Merchán, de Libres del Sur y miembro del interbloque Proyecto Sur.

De esta manera, con los votos de la centroizquierda, consiguió las 78 firmas de mayoría para el dictamen. La oposición alcanzó 75 voluntades y tuvo cinco ausentes.

El dictamen aprobado ayer impulsa declarar de interés público la producción, comercialización y distribución del papel para diarios, tal como proponía el que envió el Poder Ejecutivo. Pero la iniciativa de Proyecto Sur va más allá: fija un precio único para todos los usuarios del papel, que deberán estar inscriptos en un registro único.

Además, propone que ninguna empresa de medios posea más del 10 por ciento de las acciones de las empresas productoras de papel de diarios, según explicó Merchán. Y ninguna empresa en general tenga más del 33 por ciento. Por último, propone crear una autoridad de aplicación controlada por el Congreso.

El oficialismo, metido de lleno en su enfrentamiento con el Grupo Clarín -que posee el 49 por ciento de Papel Prensa-, apoyó el proyecto de Merchán, ya que, de ser convertido en ley, obligará a ese diario, como a LA NACION, a desprenderse de acciones.

Los kirchneristas argumentaron que, con esta iniciativa, se romperá el monopolio de la producción de papel de diario. "Es desopilante este argumento, porque el Estado hoy cuenta con todas las herramientas legales para evitar la concentración", argumentó Ricardo Gil Lavedra (UCR). "El Gobierno no hizo nada mientras fue socio de Papel Prensa; ahora rompió con Clarín y se rasga las vestiduras mientras arma otro monopolio mediático, el del Estado."

Por su parte, la diputada Margarita Stolbizer (GEN) sostuvo que las denuncias del Gobierno sobre apropiación ilegal de la empresa Papel Prensa son, por lo pronto, "tardías y extemporáneas". "¿Cuánto tiempo han estado sin poder denunciar, sintiéndose amenazados los que ahora aparecen para darle sustento a la presentación oficialista?", preguntó Stolbizer. "Este proyecto abre las puertas para que la política incida sobre la libertad de expresión de manera negativa", se sumó Ricardo Alfonsín (UCR).

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