En medio de la fuerte disputa entre el oficialismo y la oposición, los diputados del justicialismo y la UCR acordaron una tregua para ver si es posible consensuar la reforma política. "Vamos a bajar los decibeles. Hay que bajar la espuma, porque no sirve estar todo el tiempo a las trompadas", expresó el jefe del bloque de diputados de la UCR, Omar de Miguel. El gesto radical fue muy bien recibido en el seno del oficialismo. "No hay una postura tan rígida, están abiertos al diálogo", señaló Gustavo Arenas, conductor de la bancada del PJ, al final de una reunión donde unos y otros atenuaron el nivel de enfrentamiento.

La calma llegó después de un fin de semana duro, donde el gobernador advirtió que está dispuesto a "dar la vida" por la reforma constitucional y el radicalismo le respondió que "deje de armar cortinas de humo" y se dedique a los problemas de la gestión. En el medio, el vocero principal de la UCR en materia de reforma política, Tadeo García Zalazar, advirtió que la coalición opositora que conforma con el PD no va a resignar en Diputados ninguno de los proyectos que impulsa para reformar el sistema electoral, a pesar de que el justicialismo se opone con fuerza a uno de ellos: el financiamiento estatal de las campañas electorales. Pero, en el primer día hábil de la semana, se notó un cambio de postura en el propio radicalismo. "Nadie ha cedido nada, pero vamos a empezar una negociación. Tenemos los votos para sacar la reforma pero no sirve hacerla así", afirmó Parés.

TREGUA. Peronistas y radicales coincidieron ayer en que tratarán de sacarles provecho a los 40 días que tienen para negociar la reforma política, ya que la sesión donde debatirán los proyectos ha sido fijada para el 5 de diciembre. El primer paso será acordar hoy una metodología de trabajo que seguramente incluirá la constitución de un ámbito para charlar y una invitación a opinar allí para especialistas en el tema, como el secretario electoral Alfredo Luis Puebla y el juez federal Walter Bento.

Por debajo, las diferencias se mantienen. Los radicales insisten en aprobar antes de fin de año el desdoblamiento de las elecciones y las Primarias Simultáneas Abiertas y Obligatorias (PASO) para elegir candidatos. También promueven la boleta única, el voto electrónico y el financiamiento estatal de campañas.

De todos estos puntos, el más resistido por el oficialismo es el que implicaría establecer por ley un gasto estatal de varios millones de pesos para que todos los candidatos tengan espacios similares de difusión en los medios electrónicos. También hay algunos reproches al voto electrónico y la boleta única: Arenas afirma que el desconocimiento del nuevo sistema podría elevar los índices del voto en blanco.

Pero ninguna postura es definitiva. Incluso, el jefe del bloque justicialista reconoció que la regulación de las campañas electorales por parte del Estado sería viable si los espacios no se pagan. Así ocurre a nivel nacional, dado que la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA) toma directamente 10 por ciento del espacio para la publicidad de los medios y lo reparte entre los candidatos.

LA INFLUENCIA DE OBAMA Y ROMNEY. Un factor externo también condicionará la embestida radical con la reforma política. Jorge Tanús, presidente de la Cámara de Diputados, no estará en la provincia durante los próximos 10 días, dado que partirá hoy como miembro de la delegación de mendocinos que participarán como veedores de la elección presidencial de Estados Unidos. El viaje de Tanús depositará durante varios días el control de la Cámara Baja en un opositor: el diputado radical Omar de Miguel, quien es vicepresidente primero. Evidentemente, al menos por una cuestión de códigos, la UCR no apretará el acelerador hasta la vuelta del justicialista.