La prevención en la edad de inicio en el consumo de alcohol y la naturalización de su ingesta y abuso entre los adolescentes es el objetivo que se han trazado las autoridades educativas de la Nación, para lo que han diseñado una campaña que se iniciará en febrero y que apunta a los estudiantes secundarios. Gabriela Torres, coordinadora del programa Hablemos del tema, que fue presentado la semana pasada por el Ministerio de Educación, conversó con El Sol y relató las experiencias que han recogido en capacitaciones realizadas en casi todo el país en los que han podido advertir de la gravedad de este problema.

Además, para darle más fortaleza a la necesidad de generar conciencia sobre este asunto, la especialista recordó los datos aportados por la última encuesta nacional sobre consumo en estudiantes de enseñanza media realizado por la Secretaria de Programación para la Prevención de la Drogadicción y Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar). En una de las conclusiones de este trabajo se habla de que "el consumo abusivo de alcohol entre los jóvenes escolarizados es el principal problema" detectado en las entrevistas.

Además, Torres cuestionó "lo laxa que es la ley 24.788" de Lucha Contra el Alcoholismo, la que, a su entender, debería ser más rígida en su cumplimiento por parte de los organismos oficiales de aplicación. La funcionaria explicó: "En los talleres que hemos hecho en escuelas secundarias de sectores medios de Mendoza arribamos a dos conclusiones: que los chicos consumen porque no tienen otra cosa que hacer, como una naturalidad; y que siempre algo termina mal: el final de esa salida termina, sin caer en hechos letales, en alguien que queda fuera". Y agregó: "Esto que nos lleva a pensar que deberíamos trabajar la cuestión de la diversión asociada a otras alternativas".

En suma, el alcohol –que se percibe como facilitador de socialización– en realidad "deja fuera, excluye, a quien más ha abusado en su consumo", explicó Torres. Luego, comentó que el trabajo que se puede hacer desde las escuelas en términos de prevención del alcoholismo es mucho y analizó una de las conductas adolescentes conocida como la previa. "Se presenta como un ritual que posibilita la socialización; sin embargo, el exceso de consumo de alcohol dejará fuera, sobre todo, al chico o la chica que tomó más, habrá un final inesperado, sin llegar a caer en mencionar los más dolorosos o irreparables", explicó.

Y agrego: "Esa consecuencia de la previa que no se ve es la que se puede trabajar en las escuelas, haciendo un esfuerzo para ligar diversión con otras alternativas". La funcionaria analizó ese momento que antecede a la diversión de adolescentes y jóvenes, que en los barrios más populares se hace en la calle y en los sectores de mayores ingresos se permite dentro de las casas. "Las consecuencias son diferentes, ya que los pibes de clase alta se matan en accidentes de auto. Lo vemos en las estadísticas, cuando revelan que 40 por ciento de los siniestros es por exceso de alcohol, y 27 por ciento de ellos tiene como protagonistas a chicos de entre 18 a 25 años", precisó la coordinadora del programa nacional. La previa de las clases más populares "puede terminar en riñas, peleas, o conflictos entre bandas", reflexionó.