En los últimos treinta años cayó a la mitad el ritmo de crecimiento de la población, según indican los datos preliminares del Censo 2010.

Si bien el dato es importante y es interpretado de distintas formas, también el relevamiento poblacional realizado en octubre del año pasado reveló que la cantidad de población aumentó un punto menos que la Nación. 

Y que si bien las diferentes regiones de la provincia siguen siendo desiguales, en los últimos 10 años no se han profundizado los desequilibrios, según advierte Rubén Spedaletti, licenciado en Ciencias Políticas y uno de los coordinadores del Plan Estratégico de Desarrollo que lleva adelante el Gobierno provincial a través de la Secretaría de Medio Ambiente.

Por su parte, la socióloga Graciela Cousinet, vicedecana de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, entiende que "no es malo que caiga la cantidad de población porque tenemos varios problemas ecológicos ocasionados para mantener el ritmo de consumo".

La caída

Dos factores que han influido fuerte en la caída del crecimiento poblacional de Mendoza y que nadie se anima a discutir son: el descenso de la tasa de natalidad y el mantenimiento de la mortalidad. Desde la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas (Deie) aportan los datos para despejar las dudas. Si bien en la última década la tasa de natalidad pasó del 17,4 por mil en el 2002 al 19,9 por mil en el 2009, lejos están los índices del 91, cuando ese indicador llegaba al 24,1 por mil; el más alto de los últimos 22 años.
 
Lo concreto es que en los `90 la tasa de natalidad no perforó el piso del 20 por mil y el último indicador llega al 19,9 con sensibles altas y bajas en el medio pero la tendencia es descendente. "En Mendoza el punto menos de crecimiento de población comparado con la Nación, tiene que ver con que es una provincia urbanizada que tiene altos niveles de escolaridad y esto último es clave para que baje la natalidad", afirmó la socióloga y vicedecana de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Graciela Cousinet.
 
Asimismo, la tasa de mortalidad se ha mantenido estable en las últimas dos décadas. En 1991, llegaba al 6,68 por mil, en el 2001 al 7,1 por mil y el mismo número se repite en el 2009. 

Spedaletti entiende que también operan factores culturales, económicos y sociales: "se ha modificado la perspectiva de la familia, las mujeres demoran más en tener hijos y muchas deciden no quedar embarazadas, creo que si Mendoza está por debajo de la media nacional en crecimiento poblacional se debe razones culturales, también influye lo económico, la falta de acceso a la vivienda y la estabilidad laboral".

Tanto Cousinet como Spedaletti consideran también que influyó en la caída de población, la emigración de personas que generaron las distintas crisis económicas, como la hiperinflación así como el fin de la convertibilidad en el 2001. Los problemas económicos obviamente también impactan en la tasa de nacimientos. Por eso es que la tasa de natalidad que llegaba al 21,1 por mil en el 2000, cayó al 18,9 en el 2001.

No es malo

Cousinet considera que la disminución del ritmo de crecimiento de la población "no es malo porque hay demasiado problemas ecológicos. El planeta está sufriendo consecuencias por el crecimiento desmesurado y la presión del consumo en los países desarrollados genera el agotamiento de recursos en los países subdesarrollados". 

La afirmación de Cousinet es avalada por un estudio realizado en el 2009 por el Gloobal Footprint Network, un instituto de investigación ubicado en California que, tomando diferentes indicadores, concluyó en que la humanidad necesita un planeta y medio para mantener el nivel actual de consumo. La socióloga apela al beneficio que les trae a las mujeres la baja de la natalidad debido a que "al no tener hijos, las mujeres tienen más posibilidades de desarrollarse profesionalmente".

Regiones equilibradas

Spedaletti, al analizar los números del Censo 2010 sugiere algunos puntos para la discusión pública. Entre ellos destaca que "las regiones mendocinas distan de mostrarse equilibradas, pero entre el 2001 y el 2010 no se han profundizado los desequilibrios" y afirma: "la atracción de población hacia el área metropolitana parece haberse detenido", debido a que los departamentos del Gran Mendoza tuvieron un "crecimiento relativo neutro, puesto que en 2001 su población representaba el 62,4% del total provincial y en el 2010 el porcentaje llega al 62,3%".
 
En términos absolutos incorporaron unos 99.700 habitantes en 9 años y por primera vez los seis departamentos que forman el área metropolitana (Capital, Godoy Cruz, Guaymallén, Las Heras, Maipú y Luján) superaron el millón de habitantes: "esto obliga a plantearse y replantearse varias políticas porque es una alerta naranja importante". En este sentido destacó que en infraestructura vial en el Gran Mendoza se ha hecho poco en los últimos 12 años: 

"Lo más significativo ha sido el Corredor del Oeste y el Viaducto de Costanera, sólo dos obras".

Pero aclara también que si bien no se profundizaron los desequilibrios, "esto no significa que en estos 10 años hayamos hecho algo al respecto, el crecimiento urbano responde a racionalidades que no conocemos; son lógicas sectoriales que no son explícitas y han hecho que se mantengan equilibradas y que no han respondido a un plan de ordenamiento territorial. El desafío de los planes de ordenamiento es el compromiso de integrar el sector público provincial y municipal con el sector privado y la decisión política de mantenerlo".

Spedaletti advierte que 40% de los nuevos habitantes que registra el Censo 2010 en el Gran Mendoza se asientan en Luján y Maipú. Vale decir que han urbanizado zonas rurales, haciéndose la región más extensa pero no más densa.