Mendoza se encamina a ser la primera provincia del país en tener una ley para los celíacos. La reglamentación de la normativa, sancionada en mayo de este año, está a la firma del gobernador Celso Jaque. Se calcula que el 1% de los mendocinos padece esta enfermedad y que apenas el 10% de ellos tienen su diagnóstico.

La enfermedad celíaca consiste en una intolerancia total y permanente a proteínas contenidas en el gluten del trigo, la avena, la cebada y el centeno (TACC).

De momento no tiene cura, “aunque siempre se habla de una vacuna o una píldora, pero todavía estamos lejos”, explicó Muriel Ongay, jefa del Programa Provincial de Detección y Control de la Enfermedad Celíaca y referente nacional del trastorno en nuestra provincia.

Como consecuencia de ello, el único tratamiento posible es el nutricional, es decir llevar de por vida una dieta “cero gluten”, esto es libre de TACC, y rica en alimentos naturalmente libres de gluten (ver pieza).

De todos modos, Ongay advirtió que “nunca es absolutamente libre de gluten porque esta sustancia está presente no sólo en los alimentos, sino también en productos de belleza o de higiene como el champú o el dentífrico, porque se usa mucho en los procesos industriales como emulsionante o espesante”.

La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) elabora con prudente regularidad un listado con los productos aptos para celíacos y además informa sobre lotes que han sufrido contaminación cruzada (productos aptos que por alguna razón entraron en contacto con sustancias tóxicas para celíacos). Generalmente las primeras marcas llevan el sello del TACC, de manera tal que sirve de guía para los celíacos a la hora de elegir sus alimentos.

“Lo único bueno que tiene la celiaquía, a diferencia de otras enfermedades crónicas como la diabetes, es que el paciente deja de comer gluten y vuelve a ser una persona totalmente normal. Sin embargo, volver a tomar contacto con algo de harinas vuelve todo para atrás”, advirtió Ongay.

La detección se hace a través de un análisis de sangre y si da positivo se hace una biopsia del intestino delgado, y si bien es una enfermedad genética hereditaria –“uno nace y muere celíaco”, acotó la jefa–, hay factores que la despiertan como un gran estrés, una separación o una mudanza, o en las mujeres luego de tener su primer hijo.

Programa y ley

En nuestra provincia funciona desde mayo de este año el programa de detección precoz, “una herramienta invalorable, ya que los síntomas son tan amplios que el paciente se pasa entre 8 y 10 años hasta tener su diagnóstico. Hasta llegar a él tal vez ha pasado por clínicos, gastroenterólogos, dermatólogos, psicólogos y odontólogos, porque algunos de los síntomas son caída del cabello, sequedad de la piel, diarrea o estreñimiento, dolores de cabeza, depresiones sin causa aparente y anemias crónicas”, explicó la jefa.

Vinculado a él está la ley Nº8.166 que, cuando esté reglamentada, le permitirá al Ministerio de Salud realizar controles, reforzar las instancias de diagnóstico y trabajar para disminuir los costos de la canasta de alimentos para celíacos, “que supera cuatro veces a la canasta básica de alimentos”, cerró la especialista.

A nivel nacional existe la ley Nº25.688, pero aún no está reglamentada.

Jornadas

Los próximos 25 y 26 tendrán lugar las Primeras Jornadas de Abordaje Integral de la Enfermedad Celíaca.

Bajo el lema “Por una provincia apta”, expertos del programa, de la Dirección de Nutrición e Higiene de los Alimentos y del Ministerio de Salud debatirán durante dos días sobre dietoterapia, actividad física, adherencia al tratamiento, rotulación sin TACC y requisitos para la habilitación de establecimientos sin TACC.

Las jornadas comenzarán a las 8 en la sala Nihuil del Centro de Congresos y Exposiciones (Peltier 611, Ciudad) y la entrada es libre y gratuita.

Para mayor información comunicarse al 4492935 o escribir a mongay@mendoza.gov.ar.

http://www.diariouno.com.ar/edimpresa/2010/11/23/nota259113.html