Los resultados del Censo reflejan un cambio en la forma de vida de los mendocinos. Godoy Cruz y Ciudad crecen poco en términos de población mientras que Luján de Cuyo y Maipú presentan un boom poblacional. ¿Cuáles son los motivos que explican este fenómeno?

Al analizar los primeros datos arrojados por el Censo 2022 en la provincia de Mendoza, se puede observar un estancamiento en términos de crecimiento poblacional en los departamentos más urbanos de la provincia. Localidades como Ciudad o Godoy Cruz casi no crecieron en población, mientras que otros aledaños, como Luján de Cuyo o Maipú, experimentaron un crecimiento exponencial.

La mancha urbana de Mendoza continúa expandiéndose hacia el sur y localidades como Maipú y Luján de Cuyo son las que experimentan el mayor crecimiento poblacional. Esto se refleja en el fenómeno urbanístico relacionado con los números publicados por el Indec: entre el periodo comprendido entre ambos censos, la comuna lujanina subió un 43,5% en términos de población mientras que su vecina maipucina lo hizo en un 24%. Estos números representan, aproximadamente, más de 50 mil lujaninos y 40 mil maipucinos nuevos.

Sebastián Bragagnolo, intendente de Luján de Cuyo, habló sobre esta situación y expresó que “entendemos que muchos mendocinos, cuando empiezan a planificar su vida, terminan eligiendo al departamento para vivir. Gente que estaba en Ciudad, en Godoy Cruz, en Maipú o Guaymallén, u otro lugar, terminan eligiendo Luján para venirse a vivir”.

El jefe de la comuna lujanina argumentó que esta situación en su departamento puede estar guiada por la cercanía importante que presentan con el Gran Mendoza, además de “la conjugación de atractivos naturales interesantes, una mezcla de microclimas especiales y un espacio público que se transforma de manera permanente terminan siendo un atractivo enorme para quien elige vivir”. “Hoy los espacios públicos de Luján, que se siguen formando, realmente tienen un diferencial sobre cualquier departamento”, aportó.

Otro aspecto que Bragagnolo destacó es el Plan de Ordenamiento Territorial del municipio, impulsado desde hace seis años. “Cada distrito tiene su Plan de Ordenamiento, lo que permite ordenar. Y todo ese ordenamiento, si lo acompañás con infraestructura y demás, termina siendo un círculo virtuoso. Durante mucho tiempo no hubo ese ordenamiento, hace seis años se viene haciendo y es el resultado que vamos viendo: cuando vamos previendo y se van abriendo calles nuevas, las salidas a los accesos que no estaban y las hicimos desde la municipalidad sin ser competencia nuestra. Le fuimos dando servicios a toda esta población”.

Hacia allí también apuntan desde Maipú, en donde resaltaron que el desarrollo urbano y el Plan de Obras Públicas de la comuna está orientado en ese camino, guiado por el Plan de Ordenamiento. “Eso hace que por tercer año consecutivo se vea un aumento de viviendas unifamiliares, lo que nos lleva a pensar en el éxito del plan trazado ya que los mendocinos están eligiendo nuestro departamento para vivir”, expresaron.

Es que en Maipú se observó un incremento de más de 20 mil viviendas particulares entre 2010 y 2022, llegando a contar con 67.727 en el último censo. Cifra similar experimentó Luján que pasó de tener 37.864 a 59.479 en el mismo período.

Este crecimiento a través de nuevos desarrollos inmobiliarios en la periferia del área metropolitana genera que se tengan que llevar servicios públicos hacia esas zonas, tales como el transporte público o redes de servicio de agua, entre otras. Ante esto, Bragagnolo remarcó que se abren puertas a desafíos que incluyen la participación de los diferentes organismos encargados de la prestación de servicios o generación de infraestructura.

“Necesitamos que también los organismos nacionales y provinciales con competencia en el tema acompañen a la par de lo que viene haciendo el municipio, las inversiones en infraestructura que se tienen que hacer”, apuntó y ejemplificó con casos como las obras realizadas en la RP 82 junto a la Provincia. “Es muy bueno lo que se viene haciendo con la provincia en la ruta 82, pero de la misma manera necesitamos, por ejemplo, que Aysam encare toda la prestación de servicio de agua en el Piedemonte, que es donde que tiene la competencia”, señaló.

Por otro lado, localidades como Ciudad y Godoy Cruz presentan un estancamiento en su crecimiento poblacional. Godoy Cruz está estancado en su crecimiento y su población creció solo un 1,7% por ciento en 12 años, es decir, en el período entre los dos relevamientos, mientras que Ciudad de Mendoza también va en la misma línea, pues creció solo un 8% y se mantiene la tendencia de otros censos, donde se nota que menos familias eligen el lugar para vivir. 

Juan Manuel Filice, secretario de Desarrollo Urbano de la Ciudad de Mendoza, reconoció esta situación y aportó que puede explicarse debido a las tendencias de vivir en lugares periféricos más cercanos o con mayor contacto con la naturaleza, o también relacionado con aspectos como la seguridad. Sumado a que en estos departamentos ha crecido en mayor medida el desarrollo de barrios privados.

El funcionario también remarcó que, desde la Ciudad de Mendoza, están trabajando fuertemente en "estrategias para hacer que sea mucho más habitable, con mejor calidad de vida, que sea más sostenible y que los habitantes, las nuevas generaciones o cualquier habitante, elija venir a la Ciudad de Mendoza". “Estamos llevando adelante importantes mejoras en la infraestructura, en los espacios públicos, para que sea una ciudad próxima, una ciudad sostenible, con mucho contacto con los espacios públicos, los espacios verdes y que la gente tenga proximidad a los servicios y a los espacios de esparcimiento”, aportó.

“Buscamos una ciudad compacta, con mayor densificación. Esto no quiere decir una ciudad muy densa, sino referido a buscar mejores índices de densificación que hagan una ciudad más eficiente, más equilibrada. Si el área metropolitana va a seguir creciendo de manera horizontal, acaparando el territorio de zonas productivas, convierten a la ciudad en una poco sostenible porque se tienen que recorrer mucha distancia para llegar de un punto a otro y se tiene que extender todas las redes de servicios. Esto genera una serie de dinámicas que no son las de una ciudad eficiente”, agregó.

De esa manera, Filice apuntó a aprovechar los vacíos urbanos que se generan y trabajar en edificaciones que generen una buena calidad de vida para los habitantes: “Aprovechar los espacios que están existentes, los que no están ocupados o los que están ocupados con edificaciones abandonadas o de adobe o en mal estado, que también generan vacíos urbanos".

“También hay estrategias para poder ocupar esos terrenos y poder redensificar las ciudades desde ahí. Y cuando hablamos de edificios, también eso tiene un equilibrio, pero no directamente tiene que estar relacionado con edificios en altura. No pensamos en eso, sí en una serie de edificaciones que puedan tener dos, tres o cuatro pisos y que den muy buena calidad de vida, pero en una ciudad más compacta, más eficiente”, cerró.