Cada semana la música sinfónica se da cita en Agrelo. Redoblantes, platillos, tambores, trompetas y chelos son algunos de los instrumentos que niños de entre 7 y 15 años aprenden en el marco del programa provincial de orquestas infanto-juveniles, iniciativa que busca promover el valor de la música como herramienta de socialización.

El músico Carlos Corvalán es el profesor a cargo de la orquesta de esta localidad lujanina, una de los 26 que constituyen el programa.
 
"Hace dos años, cuando comenzamos, no teníamos instrumentos, por lo que fabricaba sikus con caños de PVC. Afortunadamente la ayuda de Desarrollo Social llegó rápido y con ella llegaron los instrumentos", resaltó Corvalán.

Los chicos ensayan en el Centro Integrador Comunitario de Agrelo. "Si bien los instrumentos son del programa, les permitimos que los lleven a sus casas, así conocen el valor de la responsabilidad", explicó el docente.
 
El compañerismo, la tolerancia al fracaso, el miedo a lo desconocido, el deseo de superación son algunos de los valores que intentan transmitirse a través de la música como arte e instrumento socializador.

La orquesta de Agrelo funciona desde hace dos años y está conformada por 35 niños de diferentes edades. Cada uno se dedica al estudio exhaustivo de un instrumento, al tiempo que aprende lectura musical, teoría y solfeo, y audio percepción. Además es importante destacar que la participación dentro de la misma es libre, gratuita y no requiere conocimientos previos.

Micaela Maidán (7), una de las pequeñas instrumentistas, comentó: "Hace dos años toco el redoblante. No faltamos nunca porque nos encanta ensayar y ser parte de la orquesta".

Por su parte, María Condori, una de las madres que acompañan al conjunto, aseguró: "No sé si algún día llegarán a ser músicos profesionales pero es una experiencia que no olvidarán jamás".

Corvalán afirma que lo importante es inculcar en los niños el amor por el arte. "Es necesario ayudarles a crecer, confiar en ellos y que sepan que además de un hobby esto puede ser un trabajo futuro. Pero esto sólo se logra con esfuerzo y dedicación. No hay que sobreexigirlos, hay que acompañarlos", concluyó el maestro.

El arte como inclusión

En 2007, luego de una iniciativa de la Escuela de Música de la Facultad de Artes y Diseño de la UNCuyo, nace el programa de orquestas infantiles y juveniles. Ese año se crearon cinco formaciones musicales, pero el programa fue creciendo y actualmente cuenta con 26 orquestas en toda la provincia, con más de mil niños participando.

El pago a los profesores y la entrega de los instrumentos sinfónicos se hace gracias al Ministerio de Cultura, la Dirección General de Escuelas y el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación.

Marizul Ibáñez, ministra de Cultura, explicó: "Este programa nace a partir de una idea que llevó adelante el maestro Abreu en Venezuela. Él usó los instrumentos sinfónicos como una herramienta de transformación social. Esto dio como resultado la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar y numerosos jóvenes profesionales en las grandes orquestas del mundo".
 
El objetivo es lograr no sólo la inclusión, sino también inculcar en niños y adolescentes valores como el compromiso, la responsabilidad, la tolerancia y el respeto. "Nosotros buscamos que todos se sientan parte de esta sociedad, se sientan importantes, y el arte es un buen camino para lograrlo", sentenció la funcionaria.

¿Por qué instrumentos sinfónicos? Ibáñez explicó que el aprender a tocar un instrumento de estos implica entrenamiento, disciplina y educación: "El abordaje del instrumento no es fácil, lo cual genera un desafío mayor y una responsabilidad más grande".

El programa es federal: llega a todos los rincones de Mendoza con las mismas posibilidades de adquirir experiencia y valores para el desarrollo integral de los chicos.

Lo mejor de lo mejor

En Venezuela, el maestro José Antonio Abreu creó la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar, que sirvió como modelo a la Orquesta infanto-juvenil José de San Martín que se creó este año en Mendoza. Esta agrupación está constituida por más de 300 niños de las diferentes orquestas del programa provincial.

Cada profesor eligió de su propio grupo a aquellos estudiantes sobresalientes para formar parte de ella. Con el mismo rigor que los profesionales, los niños ensayan bajo las órdenes del maestro José Antonio Cerón, discípulo de Abreu.

Ubicados como lo indica el protocolo, afinan instrumentos y repasan partituras. Los jóvenes se preparan para la función estelar de cierre de la Feria del Libro en el Espacio Le Parc junto a la Sparkling Big Band, mañana domingo.

Micaela Martínez (13), quien toca el violonchelo en la Orquesta de Capital y a la vez forma parte de la José de San Martín, asegura: "Estábamos entusiasmados con tocar con Fito Páez (concierto de apertura de la Feria, que finalmente no se hizo). Sin embargo, nos gusta esta nueva propuesta y queremos estar en el cierre de la Feria para que nos conozcan todos los mendocinos". Por su parte, Julieta Genty (13), una de las jóvenes promesas, explicó: "Estamos ensayando todos los sábados para que el concierto salga excelente".

La Orquesta José de San Martín tuvo su primera presentación en el Auditorio Bustelo con el espectáculo "Mujeres Argentinas" junto a Soledad Contreras y Juanita Vera. Ahora, tendrá un nuevo concierto frente a miles de mendocinos en el Le Parc.
 
Tal vez ellos sean nuestros músicos del futuro, la Filarmónica y la Sinfónica los estarán esperando. O tal vez no. Pero habrán tenido la oportunidad de entrar en contacto con el arte, que seguramente transformará su mundo para siempre.

Cómo participar

Los chicos interesados pueden acercarse a cada orquesta barrial. No hace falta experiencia previa ni tener instrumentos.

La zona más cerca y otras informaciones se puede consultar en la Dirección de Desarrollo Cultural del Gobierno de Mendoza. Teléfono 4495814/15 o en la web www.cultura.mendoza.gov.ar