En una jornada calurosa y soleada, unos 500 alumnos de varias escuelas del departamento de Tunuyán festejaron el Día Mundial del Agua en una planta productora de agua mineral donde, jugando, aprendieron a valorar la importancia vital de este recurso. Con la guía de más de 30 docentes capacitados previamente en la temática, los chicos, a través de actividades lúdicas, fueron sacando sus propias conclusiones sobre la necesidad de preservar el agua, usándola racionalmente y pensando su distribución de forma solidaria.

El escenario elegido para las actividades fueron los jardines de la planta productora de Eco de Los Andes, ubicada en ese departamento del Valle de Uco. Allí, los pequeños, que rondaban una edad promedio de 10 años, pasaron una tarde jugando y aprendiendo sobre la importancia que tiene para la vida cuidar el agua.

Gota a gota. Fueron seis carpas las que se distribuyeron estratégicamente en los jardines de la planta productora de agua, por donde los chicos pasaban divididos en grupos y progresivamente iban profundizando sobre la temática. Bajo el título Planeta Azul, la primera carpa tenía como protagonista a una pelota que representaba la Tierra, donde los niños podían apreciar la extensión hídrica del planeta.

En segundo lugar, con el nombre Una Gota en el Balde, a los pequeños se les ilustraba la diferencia entre agua dulce –única apta para el consumo humano– y salada, que, aunque mayor en cantidad, no es utilizable. Así, a modo de juego, los niños fueron adquiriendo consciencia sobre la escasez del recurso y la latente posibilidad de su falta.

Pasa la Jarra era el título de la tercera carpa, en donde los chicos, divididos por sus fechas de nacimiento, debían compartir entre todos una botella de agua, adquiriendo valores relacionados con la solidaridad y la distribución equitativa del recurso. Cuerpos de Agua era el nombre de la actividad en la cual los escolares debían, mediante elementos lúdicos, analizar qué porcentaje de agua contenía el cuerpo humano.

La Caja de la Vida era el entretenimiento en el que los chicos en grupo jugaban a determinar los elementos básicos para la existencia humana, entre los que el agua era la protagonista, a la que, incluso, le cantaron el Feliz cumpleaños por su día. Finalmente, Uno para Todos era el juego a través del cual los pequeños reflexionaban acerca de que el agua es un recurso natural al que todo ser humano tiene derecho a acceder, sin embargo, a muchas personas en el planeta, por distintos motivos, les es limitado.

"Yo cuido el agua en mi casa y le digo a mis amigos lo importante que es para la vida. Con mi papá, además, regamos con agua la lechuga que plantamos para vivir, pero nunca dejamos la manguera para que derroche", afirmó, convencido, Ronaldo (10), alumno de la escuela América. "En mi casa, el agua que usamos es de pozo, y por eso la cuidamos mucho. Para regar usamos el agua de la acequia y con mi papá hacemos surcos para regar las viñas y que el agua no se desperdicie", detalló David (10).

"Es preciso tomar mucha agua para estar sanos, pero necesitamos que el agua no se contamine y tenemos que cuidarla para eso, tampoco tenemos que malgastarla dejando las canillas abiertas", indicó Abigahil (10), alumna de la escuela José Hernández. Eco de los Andes organizó esta jornada por ser un producto de la empresa suiza dedicada a la industria alimenticia Nestlé. La actividad fue realizada de manera conjunta en 23 países en donde la firma tiene presencia y forma parte de su programa de valores compartidos, que tiene tres pilares fundamentales: nutrición, cuidado del agua y desarrollo rural. 

El Programa WET

Los docentes que guiaron durante la jornada a los pequeños eran parte de un grupo mayor de 600 maestros mendocinos que están recibiendo capacitación sobre educación ambiental y que, a su vez, están incluidos en un programa mundial de capacitación implementado por la Fundación Water Education for Teacher (educación en agua para profesores), que baja en la provincia a través del departamento de Educación de la Asociación Amigos de la Patagonia y se enmarca en el Proyecto Agua y Educación en Argentina. "Creemos en el efecto multiplicador de enseñar, si educamos a los chicos, ellos se encargarán de los adultos", indicó Vivian Lavalle de Vignoli, una de las capacitadoras de docentes. 

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