Con financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Departamento General de Irrigación construirá los tres reservorios de agua más grandes proyectados en la provincia y modernizará parte del sistema de riego del Noreste de Mendoza. Habrá una inversión de 30 millones de dólares y las obras arrancarían a fin de año.

La finalidad del proyecto es aprovechar mejor el agua de riego en los sectores productivos de las quinta y sexta zonas de riego del Río Mendoza, en el límite de las comunas San Martín, Lavalle y Maipú.

La construcción de los reservorios e impermeabilización de varios tramos de la red en San Martín demandará unos 2 años y medio, y en la segunda mitad de este año se llamaría a licitación.

“Este proyecto hará que aumentemos la eficiencia en la distribución del agua. Hoy no tenemos reservorios de este tipo en Mendoza. Hay varios países que trabajan en este esquema que estamos presentando”, aseguró José Luis Álvarez, superintendente de Irrigación.

Las razones

Menos nieve, más lluvia en el llano y aumentos de temperatura son algunos de los cambios que se esbozan en las condiciones de la región.

Avanzar en el aprovechamiento del recurso hídrico es considerado un punto fundamental por los especialistas. “Estamos analizando las consecuencias del cambio climático. En los últimos cuatro años hemos tenido emergencia hídrica y esto es llamativo, ya que desde que comenzamos a hacer los registros hace un siglo, nunca hemos tenido un ciclo de estas características. Las circunstancias están variando”, agregó Álvarez.

El comienzo

La obra, que incluye la construcción de los reservorios y la modernización de la red terciaria del tramo inferior del río Mendoza, beneficiará a poco menos de 300 regantes de los 80.000 que están empadronados en Mendoza.

Sin embargo, Álvarez aseguró que es el comienzo de un plan más amplio. El funcionario dijo que se han hecho relevamientos en otras zonas de riego y están buscando fuentes de financiamiento para lograr más proyectos.

Modernización

Los tres reservorios que se construirán ocuparán 42 hectáreas de superficie y permitirán embalsar más de un hectómetro cúbico (1 millón de metros cúbicos) de agua, lo que alcanzaría para 12 horas de pleno riego para 29.000 hectáreas.

Los reservorios son grandes piletas de tierra revestidas con membrana de polietileno. El ingeniero Fernando Gomensoro, consultor principal FAO, explicó a UNO que, para hacer una comparación práctica, el dique Potrerillos puede almacenar 400 veces más de agua que estas tres piletas juntas, lo que sucede es que el dique sirve para guardar el líquido todo el verano y repartirlo en primavera, y en el caso de los nuevos reservorios el uso será aprovechar mejor el agua de riego.

No perder líquido

Las obras que complementan estas piletas incluyen la impermeabilización de 40 kilómetros de derivaciones del canal matriz San Martín, entre revestimientos y entubamientos.

Con estas acciones se disminuirán las pérdidas del líquido y se hará una distribución más eficiente del recurso hídrico.

Las modificaciones requieren además brindarles asistencia técnica a productores y fortalecer las inspecciones de cauces y asociaciones, ya que se regulará de manera diferente el sistema de turnos de riego con el fin de impulsar el desarrollo sustentable del área.

Guardar agua

“Lo que se busca con los reservorios es satisfacer la demanda de los cultivos. Pueden absorber variaciones de caudales o guardar agua en determinados momentos para distribuirla en otros”.

“Por ejemplo, si un productor considera que es mejor no regar porque llovió y desea guardar el agua que le tocaba en su turno, podrá almacenarla en estos reservorios para recibirla en otro momento. Por eso las obras agregan secciones de aforo y medición. Esto implica una complejidad operativa, porque pasaríamos de cuadros de turno rígidos a más variables. Para ello hay que capacitar a las inspecciones de cauce y regantes para que sepan variar sus cuadros de turno”, completó Gomensoro.