En últimos tres años se incrementó el 25% la cantidad de chicos que se inscribieron para ingresar a primer año de las escuelas públicas secundarias de Mendoza.

Según cifras oficiales que aportó la subsecretaria de Educación, Mónica Soto, se pasó de 18.250 estudiantes inscriptos para primer año en el 2012 a 22.800 en el 2014. La estadística no contempla las escuelas privadas, sino sólo las secundarias públicas (orientadas y técnicas).

La noticia menciona sólo a los inscriptos, ya que la matrícula efectiva de chicos que iniciaron la secundaria y están cursando la relevarán en abril, cuando se puedan contabilizar también aquellos que deben hacer de nuevo el primer año.

Con un comienzo de clases interrumpido por la negociación salarial entre los docentes y el Estado (ya restaron seis días al calendario escolar), las autoridades de la Dirección General de Escuelas (DGE) informaron otro dato alentador.

“El 98% de los chicos y las chicas que aprobaron el primario ingresaron al nivel medio”, amplió la directora general de Escuelas, María Inés Abrile de Vollmer, refiriéndose a los 22.800 que se anotaron en el sistema estatal, pero también a 6.280 de colegios privados, 1.000 de la UNCuyo y otros tantos del Liceo Militar.

El crecimiento poblacional influye en esta estimación, pero también las autoridades remarcan el impacto del plan educativo nacional.

La Ley de Educación nacional fue aprobada en el 2006 y, desde entonces, uno de los objetivos de la política educativa fue lograr, a partir de la obligatoriedad del nivel secundario, que todos los adolescentes accedieran a ese derecho.

Vollmer apuntó: “No hay mejor lugar para nuestros adolescentes que la escuela secundaria. En este proceso se nota la existencia de una conciencia social para que esto sea así”.

El pizarrón no es el único método

Uno de los desafíos y reclamos que desde distintos sectores les hacen a los funcionarios del área es cómo harán para contener la masividad y brindar calidad educativa.

Según Vollmer, fueron capacitados 20.000 docentes mendocinos con fondos del Plan Nacional de Educación Permanente, decisión que continuará ejecutándose hasta el 2015.

La primera etapa de esta propuesta tuvo que ver con el rol de los educadores en el aula de la nueva secundaria.

“Hay un buen grupo de docentes que va entendiendo que una política importante es la inclusión de los chicos y para eso se necesita una escuela adaptada a los jóvenes. Hoy cambió el modo de ser adolescente, si el docente no capta para su esquema de trabajo la configuración actual de esta sociedad de consumo e informatizada, con mayor capacidad de información, que tiene incorporada a la informática y que a su vez tiene intereses volátiles que hay que saber captar, si el docente no usa en clases la computadora con un chico que vive con ese recurso, está fuera de foco”, sentenció.

La titular de Escuelas pidió renovar las estrategias en el aula, lo que se está trabajando a nivel provincial. “El pizarrón no puede ser el único método”, aseguró.

¿También se incrementa en las escuelas privadas?

Según las autoridades de la DGE, las nuevas normas de convivencia y asistencia han permitido la permanencia de los chicos y las chicas en las escuelas.

Ahora, dicen, hay que avanzar en el proceso hacia la nueva secundaria que comprende el rediseño curricular con nuevas especialidades y materias, para lo cual se trabaja en conjunto con los gremios.

¿El crecimiento de inscriptos que experimentaron las escuelas públicas también se replicó en el ámbito privado?

Eso es lo que se le preguntó a la titular del gremio SADOP, María Elina Scot.

“También hay mucho movimiento en este sentido. Quizás, a diferencia de las escuelas públicas, las privadas no tienen la misma inversión para infraestructura y por eso se avanza más lento. Pero las escuelas privadas tienen una mayor permanencia, ya que muchos establecimientos ofrecen primaria y secundaria, lo que de algún modo garantiza la continuidad”, comentó.

Scot señaló uno de los aspectos importantes para que la masividad no excluya a la calidad educativa. “Sin inclusión no hay calidad, pero no hay que abandonar este último aspecto, por ejemplo, reforzando las estrategias para que los chicos terminen la secundaria y avancen hacia estudios superiores”,explicó.

Para la titular del SADOP, “desde el punto de vista de los docentes, es fundamental resolver el ambiente de trabajo, considerando la cantidad de chicos en el curso, y resolver la continuidad pedagógica teniendo en cuenta el ausentismo, que no es diferente al de otras actividades pero impacta en el derecho de los niños”.