jueves, 10 de octubre de 2019
Algunos países seleccionados realizaron anuncios con posibles objetivos a cumplir. Reclamo contundente de la juventud y críticas de las organizaciones ambientalistas.
“Todo esto está mal. No debería estar aquí arriba. Debería estar de regreso en la escuela al otro lado del océano. Sin embargo, todos ustedes vienen a nosotros, jóvenes, en busca de esperanza. ¡Cómo se atreven! Han robado mis sueños y mi infancia con sus palabras vacías. Y, sin embargo, soy una de los afortunadas. La gente está sufriendo. La gente está muriendo. Ecosistemas enteros se están derrumbando. Estamos en el comienzo de una extinción masiva, y todo de lo que pueden hablar es de dinero y de cuentos de hadas del crecimiento económico eterno. ¡Cómo se atreven!”. Estas fueras apenas las primeras palabras con las que Greta Thunberg, con enojo y emoción, expuso en la Asamblea General de Naciones Unidas ante los líderes. Éstas se basaron en las investigaciones científicas y buscaron recordarles a los representantes que esas nuevas generaciones no sólo se movilizaban en las calles, sino que también los estarían observando de cerca.
Las palabras de la activista sueca de 16 años marcaron el inicio de la Cumbre sobre la Acción Climática el pasado lunes 23 de setiembre en Nueva York, un encuentro exclusivo que se desarrolló en el marco de la Asamblea General de Naciones Unidas (ONU) y que había sido convocado por el secretario general, António Guterres para acelerar la acción ante el cambio climático.
Los anuncios, aún no suficientes
“Esta no es una cumbre de conversación climática. Ya hemos tenido suficiente charla. Esta no es una cumbre de negociación climática porque no negociamos con la naturaleza. Esta es una cumbre de acción climática. Desde el principio, dije que el boleto de entrada no es un discurso hermoso, sino una acción concreta”. Estas fueron algunas de las palabras en el discurso de apertura de Guterres.
Lo que siguió fue una jornada en la que los países seleccionados por tener las propuestas más ambiciosas, expusieron sus anuncios con objetivos teóricamente más ambiciosos. ¿Qué anunciaron? Los objetivos fueron diferentes según los países y el trabajo que vienen realizando, pero abarcaron en líneas generales los siguientes propósitos: incrementar la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, cerrar progresivamente plantas de carbón, descarbonizar áreas como el transporte y la energía, alcanzar la neutralidad en carbono para 2050, aportar dinero al Fondo Verde para el Clima para apoyar las políticas climáticas de los países en desarrollo.
La cumbre buscaba ser una especie de termómetro para ver cómo los países vienen trabajando en lo que, conforme la implementación del Acuerdo de París en cambio climático, deben presentar el próximo año, en 2020: planes de mitigación y adaptación más ambiciosos, mejores de los presentados en 2015.
Las organizaciones de la sociedad civil agrupadas en la red Climate Action Network (CAN) manifestaron una postura crítica tras los resultados de la cumbre, asegurando que “los países más emisores y más ricos (como Estados Unidos, Arabia Saudita o Brasil) estuvieron ausentes en el encuentro y deben comprometerse a una acción climática más ambiciosa”. Respecto de los anuncios hechos, las críticas sostienen que algunos no fueron lo suficientemente ambiciosos y/o que otros fueron repeticiones de metas que ya se habían anunciado. Algunos de los países más vulnerables a los efectos del cambio climático (como los pequeños estados insulares) basaron sus anuncios en la ciencia.
La participación nacional
Argentina no estuvo entre los países elegidos para hablar en el escenario de la cumbre. Un equipo de Cancillería fue el encargado de seguir lo allí ocurrido. El cambio climático fue uno de los temas a los cuales el presidente Mauricio Macri hizo referencia al día siguiente en el Debate General (momento en que los jefes de Estado exponen discursos con sus temas más destacados).
“Somos conscientes de la emergencia climática y debemos actuar de acuerdo de los compromisos del Acuerdo de París. Por eso tomamos la decisión de poner en marcha el diseño de una estrategia a largo plazo de bajas emisiones, lo que permitirá dar los pasos necesarios hacia metas más ambiciosas, tales como la neutralidad en carbono hacia el año 2050”, expuso el presidente argentino y mencionó algunas de las acciones emprendidas, como promoción de energías más limpias, duplicación de la superficie de parques nacionales, fomento de tecnologías para agricultura sostenible, entre otras.
Conforme lo que ocurra en las próximas elecciones presidenciales, habrá que esperar a ver cómo el país continúa trabajando en un plan de acción climática más ambicioso para 2020.
El rol (clave) de los jóvenes
El argentino que se destacó estos días en Nueva York fue el joven de 19 años Bruno Rodríguez. Representante de Jóvenes por el Clima, fue uno de los elegidos para exponer en el panel de apertura de la Cumbre de la Juventud sobre el Clima. El evento se celebró dos días antes a la cumbre central -el sábado 21 de setiembre- y reunió a jóvenes de distintos países para intercambiar soluciones al problema.
“La comunidad científica fue muy clara. Estamos experimentando una crisis existencial. Los líderes de nuestro planeta tienen que hacer un cambio radical. Esos cambios, como en todas las ocasiones, rara vez ocurren de arriba hacia abajo. Ocurre cuando millones de personas demandan un cambio”, expuso Rodríguez al lado de Thunberg y otros jóvenes, y subrayó: “Dejemos de pedirle a los políticos que escuchen a la ciencia, hay que exigirles que empiecen a actuar en base a la ciencia”.
Las cumbres se vieron marcadas por un hecho histórico: la movilización global del viernes 20 de setiembre en la que más de cuatro millones de personas -niños, jóvene sy adultos- salieron a las calles en más de 160 países para exigirles a los líderes acción más urgente y ambiciosa ante el cambio climático. En Nueva York, epicentro de la movilización, más de 250.000 personas marcharon junto a Thunberg que concluyó la jornada asegurando que los jóvenes harán que los líderes los escuchen.
Desde ONU han considerado la Cumbre sobre la Acción Climática como un paso más en el proceso de trabajo por mayor acción ante el cambio climático. El próximo paso será en Santiago de Chile con la Conferencia de las Partes (COP25). Habrá que esperar allí y al próximo año con la presentación de los planes, para ver si los líderes no sólo escuchen a los jóvenes, sino que también actúen conforme la evidencia científica.
Los datos de la ciencia
El domingo 22 de setiembre y junto a otras iniciativas, la Organización Meteorológica Mundial presentó en Nueva York el reporte “Unidos en la ciencia” (“United in Science”), que recopila los más recientes resultados científicos sobre cambio climático. Los datos más destacados que ilustran el estado del planeta:
-2015 – 2019 fue el período de cinco años más cálido registrado en la historia,
-La temperatura global aumentó en promedio un 1.1°C por encima de los niveles pre-industriales,
-Los impactos del cambio climático golpean más fuerte y antes de lo previsto hace una década,
-Las emisiones de CO2 tuvieron un crecimiento anual de 2%,
-Las políticas de reducción de emisiones deberán triplicarse para alcanzar el límite de aumento de temperatura de 2°C y quintuplicarse para alinearse con el límite de 1.5°C,
-Se requiere que todos los sectores reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero.
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http://www.politicaspublicas.uncu.edu.ar/novedades/index/cumbre-en-nueva-york-una-instancia-en-la-lucha-por-la-accion-climatica-mas-urgente
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