En materia de Responsabilidad Social Empresaria Mendoza optó por el convencimiento y no por la coerción.

La principal reforma que se le hizo al texto de la ley de Responsabilidad Social Empresaria (RSE) 8.488, que se sancionó en octubre del año pasado y se modificó hace pocas semanas, fue eliminar la obligatoriedad de su cumplimiento y establecer que la adhesión es de carácter netamente voluntario.

Por eso, para tentar a las empresas a que adhieran a la norma se establecieron una serie de incentivos. En el texto de la ley que ahora se está reglamentando, se contemplan beneficios para quienes decidan cumplir con prácticas sociales y ambientales responsables.

Entre los principales beneficios que tendrán las empresas que reciban el sello de Empresa Comprometida con la RSE, tendrán“prioridad” en las contrataciones que realicen los Estados provincial y municipal; tendrán “mejor y mayor posibilidad de acceso” a créditos del Fondo para la Transformación y el Crecimiento, y tendrán “un descuento de hasta el 10%” en el pago de impuestos.

Según María Paz Gómez Centurión, socia de Mirada Sostenible, consultora en RSE, es mucho más útil que las empresas tengan la voluntad de adherir o no. “Con la ley lo que se busca es que el Estado promueva un contexto favorable para que las empresas se sumen al trabajo social y ambientalmente responsable. En esto no sirve la obligatoriedad, lo que suma es el convencimiento”.

Por su parte Marcelo Boullaude presidente de VALOS, la asociación civil líder en trabajo de Responsabilidad Empresaria, sostuvo: “Lo que se busca es alentar a las empresas en la realización de prácticas responsables”.

El titular de la entidad, que también es presidente de bodega El Zorzal, insiste en que “hay que afirmar la idea de que trabajar bien no es más costoso, sino que puede resultar más económico y que además mejora la marca”.

Con la sanción de esta ley, Mendoza se ha convertido en la primera provincia en sancionar un marco legal sobre RSE. “Estamos muy bien parados en relación con el resto del país, destacó Boullaude. Esto en parte tiene relación con que las bodegas han sido una de las industrias que primero han entendido los beneficios de trabajar con prácticas responsables para diferenciarse del resto de la competencia”.