El Ministerio de Salud encontró irregularidades administrativas en nueve hospitales descentralizados. Algunas de ellas son contrataciones de personal y compras que no pueden explicarse por la documentación presentada para justificarlas o procedimientos fuera de los canales propios de la norma administrativa.

Esto produjo que muchas de esas irregularidades fueran denunciadas ante la Justicia para que en ese ámbito sean determinadas las responsabilidades de los involucrados. En otros casos implicó la remoción del personal administrativo jerárquico.

Este es el resultado de un proceso de auditorías concretadas por el Ministerio desde que se inició la gestión de Carlos Díaz Russo al frente de esa cartera, en diciembre pasado. En estos 9 meses han auditado 15 de un total de 23 hospitales descentralizados. De esos 15 efectores, en 9 hallaron situaciones poco claras: el Saporiti, de Rivadavia; el Scaravelli, de Tunuyán; el Central, el pediátrico Humberto Notti, el Lencinas, el Lagomaggiore; el Enfermeros Argentinos, de General Alvear, y el Arturo Illia, de La Paz. El ministro explicó que los incumplimientos tenían distintos grados de gravedad.

“Había cosas que no se hacían bien por falta de capacitación, porque el recurso en administración de la salud es muy escaso; es decir, cometían errores sin querer. En otros casos, debíamos establecer mejoras administrativas porque no seguían los canales que debían correr. En esas situaciones, profundizamos las auditorías para ver si se hacían o no sumarios, algunos incluso terminaron de este modo”.

En otras ocasiones juntaron pruebas suficientes para presentar en la fiscalía, por eso pusieron cuatro denuncias para que sean investigados y será la Justicia la que determine responsabilidades. “Un caso, el laboratorio del Lagomaggiore en el cual, haciendo más determinaciones y entre el 15% y el 35% más de pacientes, ahorramos alrededor de $225.000”, ejemplificó Díaz Russo.

El ministro aclaró que si bien los hospitales están regidos por la ley 6.015 de descentralización hospitalaria y es el Tribunal de Cuentas el que revisa la ejecución presupuestaria de cada uno de ellos, el Ministerio tiene facultades para hacer auditorías desde el área de Control de Gestión porque “el ministro no puede desconocer lo que sucede dentro un hospital, ya que finalmente si pasa algo es quien debe dar explicaciones”.

Por otra parte, Salud también supervisa las observaciones realizadas por el Tribunal de Cuentas para conocer cuáles fueron y si los directores de cada centro asistencial cumplen con las correcciones pedidas por ese organismo.

Estas auditorías también cumplen la función de ordenar la partida de un equipo médico y administrativo, como ocurrió en el hospital Notti, donde todos los miembros del directorio fueron cambiados, con el objetivo de determinar el estado en el que dejaron la institución.

En cuanto al Saporti, la figura es distinta porque ha sido intervenido por 90 días, debido a la gravedad de las denuncias sobre el destino de los recursos financieros.