La polémica se desató después de que Francisco Pérez se comprometiera a avanzar en la propuesta que le hizo el martes el intendente de Capital, Víctor Fayad: armar un proyecto de ley para otorgarles a los preventores municipales el poder de requisar, como si fueran policías pero sin serlo.

La noticia no cayó bien en determinados sectores de la oposición que vienen trabajando en seguridad. Así, la decisión del Gobierno fue tildada como "un disparate", "contradictoria con la ley vigente", "poco seria" y hasta "violatoria de los derechos humanos".

Desde el Gobierno, el ministro de Seguridad, Carlos Aranda, ratificó ayer a este diario la puesta en marcha del proyecto (ver aparte) y, aunque no precisó cómo se preservará a un preventor que realice una requisa y pueda resultar agredido, aseguró: "Será en casos de riesgo menor y habrá herramientas legales". Además, anunció que la normativa se extenderá, de forma optativa, a todos los municipios que cuenten con la figura del preventor.

UNA FIGURA "HÍBRIDA".

Uno de los más críticos fue Daniel Cassia, diputado provincial por el peronismo disidente y vicepresidente de la Bicameral de Seguridad. "Los preventores cumplen una función y el nombre lo dice: son agentes públicos que ayudan y previenen en situaciones mínimas. No se le puede dar ninguna función operativa a un preventor.

Una requisa puede terminar muy mal pues se necesita gente adiestrada para estar al frente de esa situación Los preventores no tienen armas, no están preparados para una lucha cuerpo a cuerpo, etcétera. Si ya hay problemas con la mala capacitación de la Policía, imagino lo que será con civiles que requisan", despotricó Cassia, quien advirtió graves problemas de violencia entre delincuentes y preventores: "Está lleno de casos donde se han cometido excesos desde la fuerza policial. Los protagonistas, en su mayoría, han sido novatos o auxiliares de la Policía. No se puede experimentar con un asunto tan sensible".

Con respecto a la normativa vigente de seguridad pública (6.721 y 6.722), el legislador aseguró que la idea estaría contradiciendo la normativa vigente, ya que establece que hay que ser policía habilitado para poder hacer requisas, entre otras tantas funciones".

"Supongo que tendrán que hacer una ley nueva y, al mismo tiempo, eliminar varios puntos de la actual, porque sería un verdadero contrasentido. Y si el preventor tiene que hacer todo el camino de un policía, ya no es preventor, es policía. Es decir, quieren crear un híbrido. O es una cosa o es la otra", agregó Cassia.

"ES UN DISPARATE".

En este sentido, el  concejal de la Comuna capitalina por el Frente Amplio Progresista (FAP) Alberto Montbrun utilizó la ironía para descalificar la iniciativa: "Si los preventores tienen acceso a la formación de la Policía, si aprueban los cursos que se imparten en el Instituto Universitario de Seguridad y logran ser, aunque sea técnicos, y cuentan con la práctica necesaria, en ese caso, no creo que haya problema en dejar a los preventores que requisen", dijo.

"La medida es un disparate", soltó Montbrun, y agregó: "Ya fue violatorio de los derechos humanos que las requisas fuesen permitidas para la Policía cuando se implementó la ley provincial. Con los preventores sería mucho peor". La Ley de Requisas fue aprobada en el 2003 en medio de un fuerte debate sobre si los uniformados podían requisar sin previa orden judicial.

Por su parte, Diego Lavado, abogado especialista en asuntos de seguridad pública, planteó dudas frente al proyecto en una entrevista con Elevediez: "Estamos en una situación donde la ciudadanía está a un lado y la decisión de la clase política debe ser responsable. Hay que saber que eso es una parte y que hay que trabajar en otros ámbitos: educación, inserción laboral y una política general de seguridad, antes que autorizar que los preventores hagan una requisa".