La idea fue lanzada por primera vez en vista del verano 2010-2011: dotar al dique Potrerillos de un balneario. Es decir, delimitar las zonas donde se permite ingresar al agua, colocar baños químicos, construir un embarcadero y destinar un área para el estacionamiento de vehículos, entre otras obras. Casi tres veranos después del primer anuncio, los trámites siguen en marcha, pero lentos, y con suerte Mendoza podrá disfrutar de los primeros avances para el final de la época calurosa de 2013.

Cuando se iba el 2010, el entonces secretario de Ambiente, Guillermo Carmona, lanzó la primera piedra: anunció su intención de construir el balneario y llamó a concurso de anteproyectos, que ganó un grupo de seis profesionales mendocinos que comenzaron a trabajar en la ingeniería y arquitectura ejecutivas para definir las obras que luego se licitarían.

El sucesor de Carmona, Pablo Gudiño, retomó la idea y, en setiembre de 2011, volvió a anunciar que la construcción del balneario era inminente y que para finales de ese año ya estaría, al menos, delimitada la zona donde los visitantes podrían bañarse. Pero un verano más pasó y el balneario no se construyó.

“Los seis profesionales que fueron contratados están trabajando. Ellos realizarán la arquitectura de tres etapas de construcción del balneario, la evaluación de impacto ambiental y la ingeniería ejecutiva de las obras incluidas en la primera etapa”, explicó a Diario UNO Pablo Portuso, ingeniero asesor de la Secretaría de Ambiente a cargo de Marcos Zandomeni.

La primera etapa de la que habla Portuso es, según sus propias palabras, “la de las obras más sencillas” y también más económicas. Incluye miradores, paradores, una casa para un cuidador, un edificio de control náutico y un balneario público. Una vez que el plan ejecutivo esté finalizado, el Ministerio de Infraestructura deberá llamar a licitación para su construcción.

Según Portuso, esta licitación se realizará en enero del 2013, por lo que no parece posible que el espacio renovado esté listo para recibir a quienes elijan Potrerillos para soportar el calor del verano que se viene. Sin embargo, el asesor adelantó que hacia finales del verano las primeras obras ya podrían estar listas para ser disfrutadas.

“Estamos intentando acelerar algunas cosas para ver si llegamos al verano con algo”, anticipó Portuso.

Estas obras, pensadas en vista de los casi 30.000 visitantes que recibe el dique Potrerillos cada fin de semana, se realizarán sobre la margen derecha del lago.

A futuro

Después de la primera etapa del balneario, dos fases más serán proyectadas por los profesionales que trabajan el proyecto. “El año que viene vamos a contratar la ingeniería ejecutiva de las etapas dos y tres, que son bastante más amplias”, contó Portuso.

La número dos incluirá un centro náutico de gran envergadura con espacio para distintas actividades náuticas: habrá que construir piletas cubiertas y una piscina no cubierta. En la tercera etapa se modificará incluso el casco estructural del perilago de Potrerillos y ya se habla de la posibilidad de que se construya una terminal de ómnibus, que será integrada con el hotel y algunas obras ya existentes.

Para esas obras, contó el ingeniero, el Gobierno ya busca financiamiento. Si bien no hay un detalle de cuánto se calcula que costará cada etapa, sí adelantó que la obra final, desde los baños hasta la posible terminal, tendrán un costo aproximado de $100 millones.

Presentación en sociedad

El proyecto del perilago será presentado ante la comunidad profesional durante la Bienal de Arquitectura que se realizará en Mendoza los días 26, 27 y 28 de setiembre. Allí el grupo de profesionales expondrá sobre cuál fue el planteo y cómo se resolvió.

En segundo lugar, a mediados de octubre, se realizará un encuentro a través del municipio de Luján con las comunidades de Potrerillos para que quienes trabajan en el perilago tengan la oportunidad de escuchar las opiniones y necesidades de los pobladores de la zona.