La Nación - Lunes 1 de julio de 2013
El complejo Arte Multiplex, en Belgrano, y Gaumont, en Congreso, proponen films no comerciales
Hace un año, parecía que Buenos Aires estaba en camino de perder un gran motor de su vida cultural. Varias salas de cine dedicadas a exhibir películas menos comerciales amenazaban con desaparecer y la situación tenía en vilo tanto a los porteños amantes del cine de autor como a los productores, actores y directores locales, que dependen de este tipo de salas para difundir sus películas.
Sin embargo, la reapertura reciente del cine Arte Multiplex, ubicado en el barrio porteño de Belgrano, y la inminente vuelta del cine Gaumont, ubicado frente a la plaza Congreso, indican que la situación cultural es otra.
"Siempre adoramos este cine, no hay muchas otras opciones para ver películas diferentes, en pantalla gigante, con amigos con quienes podés discutirla después. Por suerte lo volvieron a abrir", explicó a LA NACION María Mottis, una profesora de filosofía que el jueves pasado esperaba con su ticket en el vestíbulo del cine Arte Multiplex para ingresar a ver su segunda película de la semana.
"Las películas que dan acá son difíciles de conseguir en un video club, y aunque las puedas conseguir, en tu casa te perdés de la adrenalina del cine, las luces que se apagan, la expectativa, la pantalla, es fantástico", señaló Marta Rapport, otra espectadora agradecida con la reapertura de la sala.
A principios de mayo del año pasado, la noticia del cierre de este reconocido cine del barrio de Belgrano generó la reacción del reducido pero fiel público.
Se organizaron "abrazos simbólicos", asambleas vecinales y otras iniciativas llevadas adelante tanto por los vecinos de Belgrano como por actores, directores, productores y espectadores de otras partes de la ciudad, que peregrinaban a esta sala en busca de otro tipo de cine.
"Yo me vengo desde Versailles a este cine porque es el único lugar donde puedo ver estas películas. Me hizo mucha falta cuando cerró", señaló a LA NACION Norma Blaisten, bioquímica y cinéfila confesa, mientras entraba en la sala.
La clausura del Arteplex coincidió en su momento con la amenaza de cierre del también emblemático cine Gaumont, uno de los espacios de difusión más importantes del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa).
La emblemática sala ubicada en el kilómetro cero, en el barrio porteño de Congreso, es un cine que tiene más de cien años de historia.
Hace poco más de ocho años, en 2004, se transformó en la sede inaugural del Programa Espacios Incaa y cada año pasan más de medio millón de espectadores por sus salas, que están destinadas exclusivamente a la exhibición de películas argentinas o latinoamericanas.
El año pasado, el cine Gaumont estuvo en peligro de cerrar, ya que los dueños de la sala quisieron revocar el alquiler con posibles intenciones de demolerlo para disponer de ese espacio para otros fines comerciales.
Finalmente, en julio del año pasado, la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires votó una ley para proteger el edificio y evitar la demolición. Al poco tiempo, la sala fue adquirida de manera definitiva por el Incaa.
En marcha atrás
Hasta hace poco tiempo, todo parecía indicar que la ciudad estaba perdiendo una gran parte de sus salas dedicadas a la proyección del cine menos comercial y que el futuro de los espectadores que prefieren ver películas que no se producen en Hollywood y los que trabajan en la producción de cine local era incierto.
Sin embargo, a un año de este panorama, el Arteplex fue adquirido por la empresa de cines Multiplex y volvió a abrir sus salas en la avenida Cabildo al 2800, con el nuevo nombre de Arte Multiplex Belgrano.
El cine Gaumont, en la avenida Rivadavia 1635, también sobrevivió a su crisis, ya que el Incaa logró adquirir la sala que anteriormente sólo alquilaba, la remodeló y la volverá a abrir mañana.
Por su parte, la empresa Multiplex planea expandir su proyecto cultural y abrir más salas dedicadas al cine arte, con la ilusión de poder transformar el complejo Arte Multiplex en un auténtico circuito de películas de autor.
"Nos está yendo muy bien, los fines de semana tenemos salas llenas. Por eso creemos que esto puede seguir creciendo, queremos armar un circuito que sea bastión del cine de autor", explicó a este diario Viviana Feldman, una de las socias de la empresa.
Esto no significa que el desafío y los riesgos de mantener un cine de estas características no sea grande. El público al que apunta esta sala en Belgrano no deja de ser un porcentaje muy reducido de los espectadores en general. No suele haber estrenos que hagan explotar la taquilla, no se venden pochoclos, nachos ni gaseosas en el salón, y la cantidad de películas que se producen de este estilo y calidad no son tantas.
"El nicho existe, hay gente que quiere ver otro tipo de cine y que lo quiere ver con todas las comodidades que tienen las salas comerciales. Así que lo primero que hicimos fue acondicionar el cine para que estuviera a ese nivel", agregó Feldman en diálogo con LA NACION.
Más creatividad
Pero mejorar las butacas y las pantallas no es suficiente. Como el público no es tan amplio y masivo hay que intentar reforzar la asiduidad y la fidelidad del espectador, darle razones para ir todavía con más frecuencia al cine.
"Hay que recurrir a la creatividad. Nuestro objetivo es fomentar lo vincular, fomentar el vínculo especial que la gente tiene con este cine, para que la experiencia vaya más allá de ir a ver una buena película, queremos que se genere una comunidad en torno a este cine", afirmó Feldman.
Con este desafío en mente, los responsables del cine Arte Multiplex lanzaron el jueves último el denominado Club del Espectador, un programa por medio del cual se organizarán actividades de cine-debate, charlas con críticos y directores, y ciclos temáticos para los espectadores.
"En su momento, tuvimos la posibilidad de reabrirlo como un cine comercial. Pero nos dimos cuenta de que la gente quería mucho este espacio, que el nicho de espectadores de cine arte existe y que esta apuesta, aun con sus riesgos, también puede funcionar. Sólo requiere pensar otro tipo de estrategias, y estamos apostando a eso."
El complejo cuenta con cinco salas, de las cuales dos ya son digitales y tres son para películas de 35 milímetros. La capacidad total es de 800 butacas.
Reestreno con refacciones
En febrero de este año, el emblemático cine Gaumont, que está ubicado frente a la Plaza del Congreso, se cerró para poder realizarle distintas refacciones. Según pudo saber la nacion, los trabajos incluyeron la digitalización de todas sus salas. Finalmente, el actual Espacio Incaa km O, cine Gaumont, volverá a recibir a su público mañana en avenida Rivadavia 1635, ciudad de Buenos Aires. La cartelera de esta sala, como la del resto de los Espacios Incaa del país, se puede consultar en el sitio oficial web http://espacios.incaa.gov.ar ..
Del editor: qué significa.
La oferta cinematográfica de autor confirma a Buenos Aires como un ámbito de calidad por la diversidad de sus propuestas culturales
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http://www.politicaspublicas.uncu.edu.ar/novedades/index/el-cine-arte-tiene-casa-reabren-salas-para-peliculas-de-autor
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