Uno - Martes 18 de diciembre de 2012
El resultado surge de una investigación del área de Microbiología de la Universidad Nacional de Cuyo. Los especialistas explican cómo prevenir la enfermedad en los niños menores de 1 año.
Una investigación del área de microbiología de la Universidad Nacional de Cuyo reveló que las bacterias probióticas colaboran con la prevención del botulismo en niños lactantes menores de un año.
La UNCuyo realiza estudios sobre esta enfermedad desde la década del '60, ya que Mendoza siempre fue una provincia con una gran cantidad de enfermos debido a la composición de su suelo. “De todos modos la enfermedad sigue siendo clasificada como rara”, explica el titular del área, Rafael Fernández. “Raras son las enfermedades que presentan poca frecuencia. En el caso del botulismo se da alrededor de un caso cada 100.000 personas”, detalla.
Según el trabajo encarado por este equipo, el consumo de probióticos y prebióticos previenen que el botulismo colonice y produzca toxinas. Las bacterias probióticas con los que este equipo ha realizado la investigación son dos: una de formulación farmacéutica y otra de un suplemento dietario.
“Generalmente se asocia el botulismo con la intoxicación alimentaria, es decir cuando se ingiere comida infectada con la bacteria Clostridium botulinum; sin embargo, el botulismo del lactante es una toxiinfección producida por esa bacteria, causante de una hipotonía o flaccidez muscular en los niños menores de un año, que pueden infectarse con esporas del suelo y contraer botulismo”, detalla Fernández. En esta investigación el especialista está acompañado de dos jefas de trabajos prácticos: Laura de Jong y Virtudes Pareja.
Y además de prevenir la infección, el consumo de probióticos también podría servir en niños con casos de botulismo comprobados.
“Al enfrentar los probióticos contra el botulismo es posible que se pueda sacar la infección más rápido del intestino”, dice el profesional.
“Por ejemplo, si hay 100.000 unidades de toxinas, con probióticos habría 1.000 o 10.000 unidades y además los pacientes tendrían una evolución más rápida y favorable”, agrega.
Sin embargo, esta es por ahora una investigación de laboratorio, por lo que restaría cruzarla con otros profesionales para comprobar si realmente es posible la administración de probióticos a los lactantes desde su nacimiento.
Números
Por año en Mendoza hay de 9 a 11 chicos enfermos de botulismo. “Antes eran más, pero con el tiempo los médicos comenzaron a estar más alertas y el número bajó”, explica Laura de Jong.
Mendoza y otras provincias de la franja Oeste del país, como por ejemplo Neuquén, están entre las que tienen mayor cantidad de botulismo en el país.
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