Los Andes - Miércoles 21 de noviembre de 2012
Las aeronaves se encargan de tareas de rescate y asistencia en alta montaña. También han colaborado en la definición de límites en la cordillera y en investigaciones sobre los glaciares y las cuencas de los ríos.
Uno espera encontrarse con una imagen parecida a la de un mapa satelital. Pero no. Las tres dimensiones cambian el paisaje por completo.
Tampoco es la vista que se aprecia desde una pequeña ventanilla de avión cuando ha despegado o está próximo a aterrizar, porque la cabina del helicóptero Lama es transparente y se desplaza a apenas 500 metros de altura. La Ciudad desde arriba ofrece un panorama muy diferente al cotidiano y en cuanto el piloto provoca un giro, el pasajero inexperto pierde la orientación.
El primer teniente Diego Almirón explica, a través del audio en el casco, que se deben buscar los grandes puntos de referencia -el lago del Parque General San Martín, Casa de Gobierno o los accesos Sur y Este, como en una enorme maqueta de arquitecto- porque es común desorientarse. Claro que para el piloto, uno de los integrantes del Grupo Lama, eso resulta muy sencillo.
Es que el Escuadrón III de Búsqueda, Rescate y Tareas Especiales de la IV Brigada Aérea no sólo está capacitado para volar en zonas urbanas sino, especialmente, para desarrollar tareas en alta montaña, donde la potencia del motor disminuye por la altura, los vientos pueden jugar una mala pasada y la geografía ofrece desafíos particulares. Este grupo celebra en 2012 su 35° aniversario.
Livianos y potentes
Ante la mirada de quien está a punto de iniciar su primer vuelo en helicóptero, el SA-315 B Lama puede parecer un poco inestable, sobre todo porque la cola es apenas un esqueleto de tubos metálicos. Pero en cuanto el piloto lo eleva unos pocos metros sobre el suelo para hacer las primeras maniobras -casi un suave deslizamiento en el aire- uno empieza a respirar más tranquilo. Y ya en vuelo, la turbulencia apenas se percibe.
El jefe del Escuadrón Lama, mayor Pablo Asís Bas, cuenta que el SA-315 B fue diseñado por una empresa francesa para responder al requerimiento de las Fuerzas Aéreas de la India, que necesitaba una aeronave para las altas cumbres.
Los especialistas unieron el motor de gran potencia del Alouette III con la estructura liviana del Alouette II y lograron un modelo que puede operar a gran altitud y elevadas temperaturas.
Además, como la mayor parte del fuselaje está armado con tubos metálicos, ofrece menor resistencia a los vientos, lo que resulta ideal para las corrientes cruzadas de la montaña. Y Asís Bas añade que el Lama empezó a ganar pronto adeptos, ya que podía cargar su propio peso y en 1972 logró un récord mundial de altura para helicópteros -12.442 metros-, que todavía no ha sido superado.
Su llegada a Mendoza
Los Lama fueron adquiridos por la Comisión de Límites en 1973 y donados a la Fuerza Aérea Argentina, para que se encargaran de volar sobre la Cordillera. Pero los pilotos, entrenados en Buenos Aires, comenzaron a tener muchos accidentes y por eso se decidió trasladar el escuadrón a la provincia, para que los aviadores aprendieran y practicaran con frecuencia en la montaña.
El 15 de agosto de 1977 se creó el Escuadrón V de Búsqueda, Rescate y Tareas Especiales (hoy Escuadrón III), en las instalaciones de la IV Brigada Aérea. Actualmente, cuenta con tres helicópteros Lama, que si bien cumplen también 35 años, poco queda de las aeronaves originales.
Esto, porque cada cierta cantidad de kilómetros se los desarma para cambiar piezas y en algunos de esos controles hasta se les quita la pintura para colocar otra nueva.
Volar en montaña
Cuando se les pregunta a los pilotos del Escuadrón Lama -Asís Bas ‘Jeque’, Almirón ‘Rulo’ o al primer teniente Mariano Milanés ‘Mago’- cuáles son las dificultades de volar en alta montaña, señalan de inmediato una primera: además del suelo, en muchos lugares hay paredes (de roca).
También, que con la altura el motor pierde potencia y que los vientos -fuertes y cruzados- pueden provocar que al tocar tierra las aspas “flapeen” y dañen el fuselaje. Además, la nieve dificulta la percepción de la distancia a la que se encuentra el piso.
Por eso, los integrantes del grupo se capacitan como pilotos y a esas 60 horas de práctica suman otras 18 específicas en montaña. Luego del entrenamiento, dentro de sus actividades habituales, dos o tres veces por semana realizan vuelos a la Cordillera, en los que prueban aterrizar en distintos sitios y a veces transportan carga externa. Asimismo, simulan posibles emergencias y analizan cómo las resolverían.
Rescates y ayuda
El jefe de Escuadrón, Pablo Asís Bas, cuenta que llegó a Mendoza -es cordobés- en 1997. Cuando se le pregunta por alguna operación que recuerde por algún motivo especial, señala que han sido innumerables y muchas, riesgosas.
Entonces, mira hacia la pared, donde están colgadas las fotos de tres pilotos que fallecieron en su tarea a lo largo de los 35 años del grupo Lama. Y añade que en ocasiones no les toca rescatar a alguien vivo, sino entregar el cuerpo a las familias, para que puedan hacer el duelo.
Pero también recuerda que durante Semana Santa en el año 2000 participó de las tareas de búsqueda de un andinista sanjuanino que se había perdido. Después del sexto día, ya pensaban que habría muerto, pero lo encontraron herido y atrapado en una roca. La historia se conoció entonces como el milagro de Pascuas y el mayor sostiene que son las que reconfortan.
Algunas tareas
Desde su creación, el Escuadrón III de Búsqueda, Rescate y Tareas Especiales de la IV Brigada Aérea ha realizado diversas actividades. Algunas son:
-Campaña de límites en la Cordillera entre 1973 y 1997.
-Operaciones de búsqueda, asistencia y salvamento de personas y de aeronaves civiles y militares. Así como también a andinistas y puesteros.
-Asistencia a poblaciones aisladas por temporales de nieve.
-Traslado de personal y material para construir en hotel refugio en Plaza de Mulas.
-Apoyo en el relevamiento de glaciares y en la instalación de estaciones meteorológicas y nivológicas en las cuencas de los principales ríos en alta montaña.
-Distribución de ayuda humanitaria ante catástrofes.
-Octubre del ‘77: El escuadrón posó un Lama en la cima del Aconcagua.
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http://www.politicaspublicas.uncu.edu.ar/novedades/index/el-escuadron-lama-y-35-anos-al-servicio-de-la-comunidad
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