“El Estado puede y eso les molesta”, desafió el titular de la Anses, Diego Bossio, a los detractores del sistema jubilatorio de reparto. “Les molesta que las AFJP en catorce años de administrar los ahorros de los trabajadores acumularon 80.200 millones de pesos y nosotros, en cuatro años, con técnicos y funcionarios del Estado, multiplicamos esa cifra casi por tres. Hoy tenemos 231.800 millones de pesos” de ahorro previsional, precisó el funcionario. Fue ayer, en la apertura de un acto para celebrar los cuatro años del fin de las AFJP y la creación del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS), adonde fueron girados aquellos 80.200 millones de pesos que la Anses –su nuevo administrador– logró elevar a 231.800 millones. “Tomamos buenas decisiones de inversión. Hoy no tenemos un solo activo en default”, agregó Bossio.

El vicepresidente Amado Boudou, quien fue protagonista de aquel proceso como director de la Anses, fue el otro orador del acto. Primero recordó “la histeria” que generaron los principales medios de comunicación en 2008 entre los trabajadores de las AFJP, advirtiendo que quedarían en la calle con el fin del sistema de capitalización. “Nadie ha perdido su empleo. Se sumaron a la Anses, al FGS, a la AFIP y hoy están todos trabajando”, contrastó. Tanto Boudou como Bossio y el diputado Eric Calcagno, que sumó algunas palabras, rememoraron “los enormes prejuicios” que había hace cuatro años sobre la capacidad del Estado para gestionar con eficiencia los recursos previsionales. Los resultados, indicaron, muestran que el cambio de paradigma entre uno “financiero” a otro “solidario” fue acertado.

El evento coincidió con un momento de tensión en el frente judicial en materia de jubilaciones. Bossio dio respuestas sobre este punto. Aclaró que la Anses seguirá liquidando las sentencias judiciales “como lo hizo siempre”. “Este mes pagamos un record de 4200 sentencias y vamos a seguir en esa línea”, explicó. En el último mes, la Corte Suprema generó distintas noticias vinculadas al área previsional que terminaron provocando confusión mediática. Por un lado, el máximo tribunal tiene que fallar en una causa promovida por la Defensoría del Pueblo de la Nación para extender el alcance del fallo Badaro a 1,2 millón de jubilados. La Corte convocó a Bossio hace tres semanas para debatir el tema.

Allí el funcionario dijo que si se adoptara esa decisión –actualizar un 86 por ciento los haberes de esas personas, que son quienes ganaban más de 1000 pesos entre 2002 y 2006, como Badaro–, la Anses entraría en un déficit crónico que afectaría el pago de jubilaciones a futuro. Sin embargo, algunas versiones periodísticas interpretaron que se refería al pago de juicios en trámite –hay 250 mil expedientes en Tribunales–, y que la Anses no podría cumplir con ellos. De allí que Bossio volvió a indicar ayer que el organismo “pagará las sentencias como lo hizo siempre”, pero aclaró que los fallos de la Justicia son particulares y no universales. Universalizar Badaro es lo que la Anses dice que la pondría en dificultades.

Bossio también se refirió a la sentencia de la Corte que impidió que la Anses recuse sin causa al camarista de la Seguridad Social Luis Herrero, fallo emitido anteayer. “Lo que queríamos era que se respetara nuestro legítimo derecho de defensa”, indicó, aunque restó trascendencia a los efectos de la decisión del máximo tribunal, puesto que Herrero en los hechos seguía ejerciendo su cargo como juez y no había una demora en la tramitación de los expedientes por los pedidos de recusación, como también indicaron versiones en la prensa.

El funcionario se quejó de las exigencias que se le ponen a la Anses, cuando en el pasado “nadie preguntaba por qué los gerentes de las AFJP no iban al Congreso a dar explicaciones”.