En la conmemoración del Día Nacional por la Memoria, la Verdad y la Justicia, el gobernador Francisco Pérez anunció que por decreto las dependencias del actual Palacio Policial, ex D2, pasarán a manos del Ministerio de Desarrollo Social para transformarse en un Espacio de la Memoria, para la Promoción y Defensa de los Derechos Humanos de la Provincia de Mendoza , tal como sucedio en otras provincias del país con los principales centros de detención ilegal durante la última dictadura cívico-militar.

El anunció lo realizó en el acto realizado en la explanada del exD2, considerado el principal centro de tortura de la provincia de Mendoza durante le época del terrorismo de Estado. A la cita acudieron casi todos los ministros, representantes del Poder Judicial, familiares de detenidos desaparecidos y organizaciones de Derechos Humanos.

Durante su intervención, el gobernador destacó la importancia que tiene recuperar los espacios que provocaron dolor para la comunidad. “Los pueblos sin memoria dejan de ser pueblos, por eso es tan importante y trascendente el acto que hoy nos reúne. En su momento el presidente Néstor Kirchner ordenaba descolgar los cuadros de los militares represores como un gesto emblemático y posteriormente decidir transformar la Esma, dejaba claramente establecido que el olvido no estaba en la agenda del Estado. El lugar que fue centro de logística, de detención y tortura del terrorismo de Estado se transformó en un lugar de reflexión y de construcción de conciencia. Del mismo modo estamos hoy aqui entregándole al pueblo un lugar de horror para que se transforme en un espacio para alimentar la memoria democrática”.

La primera autoridad provincial indicó además: “Hoy el pueblo de Mendoza, su Gobierno y el Estado rinden un merecido homenaje a quienes sufrieron el terrorismo de aquel otro Estado, el ilegítimo, el del terror y el que intentó ocultar por largos años sus acciones más brutales e inhumanas. Seguramente nos resultará extraño imaginar a este lugar como un espacio para recrear la conciencia, cuando se transforme en Centro de Memoria. Recorrer sus salones, conocer y recordar todo lo oscuro que aquí ocurrió no será fácil, pero es y será necesario que lo hagamos trayendo a nuestros hijos y nietos, para que conozcan qué paso bajo este techo y entre estas paredes”.