“Es un gran gesto decir que no se excluye ningún punto en el debate”. Con esta frase pronunciada en una conferencia de prensa mientras anunciaba que acompañarían los proyectos de reforma política de los radicales, el vicegobernador Carlos Ciurca concentró toda la intención oficial de brindar ese guiño político, que podría incluir su renuncia y la del gobernador a un intento reeleccionista.

La ideas es darle la posibilidad a la oposición de quedarse con el crédito de haber auspiciado el desdoblamiento de las elecciones, la boleta única, la eliminación de la lista sábana y la transparencia de los fondos para financiar campañas electorales, y también asegurarle que si el requisito de obtener la posibilidad de la reelección para el gobernador es que Francisco Pérez y él mismo queden excluidos en el 2015, al menos es “discutible”.

“No hay puntos condicionantes para que se debata la reforma parcial de la Constitución”, sostuvo el vicegobernador, en más de una oportunidad, durante su disertación.

Sin embargo, los radicales y los demócratas decidieron hacer la suya, para no quedar demasiado juntos en la foto y armaron su propia conferencia para anunciar casi lo mismo: un profundo agradecimiento al gesto peronista, pero de discutir sobre reforma de la Constitución, ni hablar, al menos por ahora y hasta que el Congreso partidario que la UCR tendrá el sábado en Rivadavia indique una postura definitiva.

Blindado por sus pares en Diputados, el presidente de la Cámara Baja, Jorge Tanús, y Gustavo Arenas, y rodeado de legisladores amigos del proyecto oficial reformista, Ciurca anunció que acompañarían los tres proyectos radicales sobre reforma política.

“Esto permite que exista un paso importante y fundamental para continuar debatiendo la reforma de la Constitución. La reforma política es una parte, nos hemos hecho presentes para que este sea el mensaje de la Legislatura. Va a ser un avance en calidad institucional. Pero vamos a seguir profundizando los puntos de reforma de la Constitución”, sentenció Ciurca.

Los tres proyectos radicales tomaron ayer estado parlamentario, bajo la atenta mirada de Tanús, quien no permitió que esto ocurriera la semana pasada “porque no estaba charlado previamente”, según dijo en esa oportunidad.

Lo cierto es que los radicales y los demócratas tenían los votos para llevar adelante el tratamiento, pero no lo hicieron porque el gesto de prepotencia molestaría demasiado al Gobierno. Prefirieron obtener primero el consenso.

Ayer finalmente lo hicieron, dándose un plazo de dos semanas para debatir. Sin embargo, todos tácitamente saben que el nudo de la discusión no está en Diputados, sino en el Senado, donde se encuentra el proyecto de reforma enviado por Pérez.

A Ciurca lo acompañaron legisladores del Eje Peronista, Unidad Popular, el PJ Federal y Nuevo Encuentro.

Radicales y demócratas, que ingresaron a continuación al Salón Azul, agradecieron el gesto del oficialismo, pero aseguraron que no darán lugar a la reforma de la Constitución porque el clima político no es favorable para esto.

Sí trabajarán para que los proyectos del radical Tadeo García Zalazar obtengan media sanción y pasen al Senado. El Congreso radical tendrá la última palabra sobre la reelección.