El gobierno de Paco Pérez admitió que podría aceptar el desdoblamiento electoral que propone el radicalismo y fijó un plazo de 10 días para sellar un acuerdo político amplio con la oposición que incluya "todos los temas" de las reformas política y constitucional. Entre ellos, por supuesto, la reelección del gobernador que impulsa el oficialismo.

El cambio de escenario fue notificado a diario El Sol por el vicegobernador Carlos Ciurca, quien afirmó este lunes que el oficialismo "no descarta ningún punto: ni desdoblamiento, ni ley de financiamiento de los partidos políticos, ni boleta única, ni reelección".

Ciurca indicó al respecto que el modelo de este acuerdo podría ser un "proyecto ómnibus" que contenga "dos partes: la reforma constitucional, que necesita los votos de dos tercios de las cámaras; y la reforma política, que se puede sancionar con la mitad más uno".

La novedad surgió en momentos en que el Poder Ejecutivo prepara el texto definitivo de la reforma constitucional para enviarlo a la Legislatura. Ese proyecto incluirá la reelección por un periodo del gobernador, entre una serie de puntos diversos a reformar en el articulado y la generación de nuevos derechos que se incorporarán a la vieja Carta Magna provincial.

El problema más grave para el proyecto oficial es que el radicalismo y el Partido Demócrata ya advirtieron que no acompañarán la reelección y que buscarán imponer, en cambio, el paquete de proyectos de reforma política que militan en la Cámara de Diputados.

Entonces, ante la evidencia de un escenario político muy difícil para el PJ, que no lograría de esa manera los dos tercios para la reforma constitucional, el oficialismo avisó que accedería a firmar un acuerdo con la oposición, misión que el gobernador dejó en manos de Ciurca y el ministro de Gobierno, Félix González.

¿Última oportunidad? La propuesta del oficialismo a la oposición llega al final de un largo y tedioso proceso de negociaciones que arrancó prácticamente con la gestión de Pérez y que estuvo protagonizado más que nadie por Ciurca y el presidente del radicalismo, Alfredo Cornejo.

Todos los acercamientos no sirvieron para avanzar y el presidente de la UCR llegó a decir: "Ni con mil reuniones vamos a llegar a nada". Es que los radicales siempre condicionaron el apoyo a la reforma constitucional con reelección a que el PJ avalara el desdoblamiento de las elecciones (es decir, la sanción de una ley que fije fechas diferentes para los comicios presidenciales y la elección del gobernador) y el resto de sus proyectos de reforma política.

Tras el fracaso de estos encuentros, la UCR y el PD plantaron bandera y desde entonces avanzan juntos en la Cámara de Diputados con su paquete de proyectos de reforma política, el cual no requiriría el apoyo del PJ, ya que con los votos de los dos partidos opositores alcanza para que sea sancionado.

Ese paquete incluye un proyecto para que el Estado provincial financie las campañas electorales de los partidos. Además, contempla una iniciativa para que en Mendoza se deje de votar bajo el sistema de lista sábana y que en su lugar se ponga en práctica la boleta única, método que ya ha debutado con éxito en varias provincias.

Canje no. Por boca de Ciurca el oficialismo reconoció que "no descarta" estos tres proyectos opositores en pos de un gran acuerdo, pero rechazó que esto signifique firmar un canje exclusivo con el radicalismo para que la reelección de Pérez salga a cambio del desdoblamiento que pide Cornejo.

El vicegobernador intentó ser tajante en este punto: "Está desautorizado cualquier funcionario que hable de canje. No se habla de temas puntuales sino que son muchos los temas y nosotros buscamos un acuerdo por todos los temas", aseguró Ciurca.

También evitó centrar la discusión en la UCR. "El acuerdo tiene que ser con todos, con Unidad Popular y Nuevo Encuentro también", afirmó, en referencia a las agrupaciones minoritarias con las que el diálogo por la reforma constitucional fluyó mejor que en el caso del partido que conduce Cornejo.

Optimista, Ciurca también afirmó que está "en pleno diálogo" con la oposición y aseguró que ese vínculo nunca se cortó. Precisó, además, que la idea es llegar a una base de acuerdo general, independientemente de que la "ley ómnibus" pueda ser después modificada en el debate legislativo.

"Nadie tiene los dos tercios acá. Lo que hay que entender es que no puede haber reforma del oficialismo sin la oposición ni tampoco al revés", finalizó Ciurca, antes de emprender el intento quizás definitivo para evitar que naufrague la gran reforma que Paco Pérez se propuso sancionar este año.