A medida que la sociedad ha ido creciendo, las necesidades de consumo humano, industrial y agrícola se han incrementado y el agua, este elemento vital, ha decrecido.

El panorama del cambio climático muestra un horizonte de dificultad creciente, de carácter estructural. A nivel mundial, casi 1.200 millones de personas no cuentan con agua potable y se estima que para el año 2025 la demanda superará el 56% por encima de la disponibilidad del mismo.

El Dr Ricardo Villalba, Director del Ianigla, en una Conferencia en la Universidad de Congreso el día 10 de setiembre de 2010, hizo hincapié en la importancia de los glaciares y del sector periglacial como reservas estratégicas de agua dulce, principalmente dadas las características climáticas de nuestra provincia.

Resaltó que el 90% del caudal de agua anual de Mendoza depende de la acumulación y precipitaciones níveas de la cordillera. Presentó el ejemplo de los años 1968, 1996 y 2004, donde no hubo nevadas y no se secaron los ríos gracias al efecto regulador de los glaciares, que permitieron disponer de un 38% de agua.

Datos presentados por el Departamento General de Irrigación indican que en los próximos años la escasez de agua será una constante, a lo que debemos sumar el efecto de deshielo de los glaciares, producto del cambio climático y la contaminación. Concadenada a esta problemática, se presenta el denominado "Colapso del actual modelo de desarrollo del Norte", en función del saldo negativo de agua disponible del río Mendoza.

Actualmente el consumo en la provincia es de 600 litros por habitante por día. Llevemos la mirada hacia Europa: un habitante de París gasta 150 litros diarios.

Existen ejemplos de países como Israel, que en su dura pelea por el agua con el Líbano, ha generado medidas concretas, como la construcción de mini-diques, que actúan como reservorios de agua dulce.

Distintos países europeos han fomentado políticas de consumo humano, agrícola e industrial responsables, abrazadas por la población. También se implementan medidas para la reutilización y cuidado de la calidad del agua

De tal manera, es posible generar acciones de austeridad y manejo sustentable de los recursos hídricos.

Como dirigentes políticos, es nuestro deber informar a la población de la situación crítica a la que nos enfrentamos en el presente y en los años venideros.

Hoy debemos tomar las medidas necesarias para incentivar un cambio cultural, incorporando la premisa de que el agua es un recurso escaso.

Necesitamos del apoyo de los organismos públicos y privados y de la sociedad en pleno, para llevar adelante este desafío.

Atento a la realidad que se describe, se implementaron una serie de medidas tales como:

A) Proyecto de Resolución de mi autoría, aprobado por unanimidad por la Honorable Cámara de Senadores, convocando a organismos técnicos vinculados a la gestión del agua: Superintendencia General de Irrigación, Ministerio de la Producción, Ciencia y Técnica, Secretaría de Medio Ambiente, Subsecretaría de Servicios Públicos, autoridades de Edemsa, Idits, Cricyt, Ianigla, Organizaciones de Usuarios, para discutir dicha temática.

B) A partir de la mencionada reunión, se sugirió al Poder Ejecutivo Declarar la Emergencia hídrica. Posteriormente, se conformó el Comité de Crisis Hídrica que implementó, de carácter urgente, entre otros puntos:

1. Desarrollo de campañas comunicacionales, para el fomento de hábitos de uso responsable del agua.

2. Hincapié en estudio de Obra Portezuelo del Viento para posterior vuelco a Río Grande del Atuel.

3. Puesta en funcionamiento de perforaciones existentes, en desuso y generación de nuevas perforaciones ante la emergencia.

4. Control del derroche domiciliario y reparación de pérdidas y fugas.

5. Colocación de medidores.

6. Homogeneización de criterios y montos de sanciones (replanteo de multas).

7. Restricciones horarias. Cronogramas de riegos nocturnos con todas las áreas y reparticiones.

8. Correlación con la Legislatura, para agilizar las distintas medidas a implementar.

Siguiendo estos lineamientos, la Honorable Cámara de Senadores dio media sanción al proyecto de Ley del Senador Otero y de mi autoría, para la creación del Programa Provincial de Financiamiento, promovido por el Fondo de Transformación y Crecimiento, para la instalación de riego presurizado (por goteo o por aspersión), destinado a productores agrícolas, cubriendo un máximo de 30 hectáreas por unidad productiva.

La tecnificación del riego permite ahorrar agua, y realizar una mejora cuali-cuantitativa de la producción: hoy en Mendoza hay 250.000 hectáreas cultivadas, incorporando tecnología se puede duplicar la frontera productiva.

También hago hincapié en la creación de la "Tecnicatura Superior en Recursos Hídricos con Orientación al Riego", para la formación de especialistas capacitados en la gestión del agua y su óptimo aprovechamiento

Estas disposiciones son sólo el inicio. Es hora de que la dirigencia política tome conciencia de la gravedad de la situación y se generen políticas de Estado concretas a corto, mediano y largo plazo que estimulen el aprovechamiento racional de los recursos hídricos. Estamos a tiempo, llegó el momento de pensar a futuro, por el bien de todos.

Las opiniones vertidas en este espacio, no necesariamente coinciden con la línea editorial de Diario Los Andes.

http://www.losandes.com.ar/notas/2011/3/22/gran-tema-557633.asp