Una nueva impronta le quieren dar las autoridades provinciales al Sistema de Responsabilidad Penal Juvenil (ex Cose) con un protocolo de procedimiento que se aplicará durante los próximos días. La medida surge como respuesta a los problemas que se desataron en el segundo semestre de este año, incluyendo motines, fugas y conflictos gremiales.

En noviembre hubo un motín que terminó con un par de operadores lesionados. Al día siguiente se fugaron siete internos de la institución. Desde entonces comenzó una serie de negociaciones con todos los sectores que intervienen, donde se resolvió que el 15 de diciembre se debía terminar un protocolo de procedimiento, entre otros puntos.

El nuevo plan se desarrolló entre las autoridades de la institución, los gremios que nuclean a los trabajadores (ATE y AMPROS), letrados y los ministerios de Desarrollo Social y Derechos Humanos.

Según explicó a El Sol Online la subsecretaria de Niñez, Adolescencia y Familia, Dolores Alfonso, la elaboración terminó el 15 de diciembre pasado, cumpliendo así con lo pactado en los acuerdos de meses atrás.

Sin embargo, esto es sólo una primera etapa, ya que resta la validación que le deben dar organismos externos en el aspecto jurídico. Desde los fiscales de menores hasta la Justicia Penal deberán dar el visto bueno al bosquejo.

Finalmente, será remitido a las autoridades del Sistema de Responsabilidad Penal Juvenil, es decir, al director Rubén Contreras, quien será el encargado de aplicarlo.

Cambios en la función de los operadores

El primer punto será el tema seguridad, que mostró no estar a la altura de las circunstancias en los conflictos en los últimos meses.

Con el nuevo protocolo, dentro del ex Cose habrá dos tipos de operadores. Los convivenciales (ex operadores terapéuticos) quienes deben cumplir la función de guiar al recluso, es decir, de ser una suerte de tutores que están en contacto cotidiano con los internos.

En tanto que los otros serán el GSI, Grupo de Seguridad Interna, quienes recibirán un entrenamiento especial para actuar frente a situaciones violentas. Sin embargo, no estarán armados ya que está prohibido que los trabajadores de la institución porten armas de fuego.

"No somos un sistema carcelario. El GSI cumple funciones como estar vigilando que no se escape nadie en un recreo o custodiar los traslados de los internos", explicó Contreras.

En tanto que el representante de los operadores en el ATE, Fernando González, explicó que en un "situación de violencia no tendrán que intervenir los trabajadores convivenciales, sino que tomará los recaudos necesarios y entrará en acción el segundo grupo".

El gremialista dijo que era positiva la medida, ya que "cuando hay conflicto, el operador sale lastimado o sumariado. Siempre sale perdiendo".

En caso que la situación se descontrole, intervendrá un grupo del Servicio Penitenciario que, si bien no tiene armas de fuego, tendrán elementos para amedrentar a los violentos. Funcionarán como un grupo de alto impacto sólo en ocasiones especiales.

El nuevo paradigma para la sectorización

Actualmente, el Sistema de Responsabilidad Penal Juvenil se encuentra dividido en sectores según el grado de peligrosidad del interno.

Es decir, un menor que ingresó por un homicidio agravado estará en el Sector B, que es el de máxima seguridad, actualmente custodiado por el Servicio Penitenciario. En tanto que otro que lo haga por un robo simple quedará alojado en una parte con menor vigilancia.

Esta visión será dejada de lado para comenzar a dividir los sectores según la armonía que tenga el recluso en su convivencia. "Hay chicos homicidas que son líderes positivos, por ejemplo, que trabajan en el vivero y no tienen mal comportamiento", explicó el director.

Es por esto que las partes se las denominará según las funciones de los reclusos, por ejemplo, sector de carpintería o sector de vivero.

Incorporación de más trabajadores

Otro de los aspectos que se van a desarrollar será la incorporación de mayor cantidad de operadores. En este momento, hay entre 130 y 140 trabajadores sobre una cantidad de 136 menores.

En los próximos días se incorporarán 24 empleados, quienes están finalizando sus pasantías y quedarán efectivos. Diez de ellos irán al Grupo de Seguridad Interna.

En tanto que se espera que en enero del próximo año se incorpore nuevamente una cantidad similar de trabajadores.