La Unión Cívica Radical cerró su congreso partidario con un rotundo no a la reforma constitucional que impulsa el oficialismo. Sin embargo, todo sigue como era la semana pasada.
 
El PJ se mantiene firme en su estrategia de acercamiento y el PD se muestra satisfecho del mensaje que dio el centenario partido de Alem, porque el acuerdo al que arribaron hace pocos meses por la otra reforma, la política, se mantiene en el tiempo.

El sábado, la UCR se reunió en el viejo cine Ducal de Rivadavia.Y luego de las deliberaciones, la mayoría de los congresales marcaron postura: No dar el aval a la reforma constitucional que impulsa el PJ y seguir empujando los tres proyectos de ley que debería tratar Diputados la semana próxima. Desdoblamiento y Boleta única, Financiamiento de campañas electorales y Ética pública.

Estas tres leyes conforman un paquete conocido como reforma política, que tiene por objetivo romper con la lista sábana y con la nacionalización de las elecciones, así como con los condicionamientos a la hora de recibir aportes para pagar la propaganda electoral.

Este paquete nació oficialmente a principios de junio, cuando dirigentes de la UCR y del Partido Demócrata anunciaban que juntos impulsarían estos proyectos. En aquel momento se selló un acuerdo político legislativo entre ambas fuerzas y el sábado, el radicalismo lo ratificó por amplia mayoría.

La ratificación radical puso a los demócratas casi exultantes. "Tenemos buen entendimiento en cuanto a los temas y a los tiempos. Yno hay negociaciones a cambio de nada, sólo queremos mejorar el sistema electoral y la representatividad política" decía el senador Carlos Aguinaga.

Pícaramente, el diputado Aníbal Ríos decía ayer que el radicalismo "ha aceptado el mensaje que los demócratas venimos dando hace 20 años. Es un gesto político mendocino, para hacer una política más mendocina, que fortalece el federalismo", respecto a una reforma que rompe con el arrastre nacional.

Del otro lado había esperanzas en que el radicalismo no fuera tan enfático en la negativa a discutir la reforma "institucional".

El miércoles, el PJ y sus aliados legislativos habían anunciado que apoyarían los tres proyectos de reforma política, lo que constituía un gesto para acercarse a la oposición y abrir el debate en el Senado.

El diputado Gustavo Arenas (PJ) recordaba ese gesto y señaló que "la posición no cambia. Queremos dar el debate de cara a la sociedad. Sectorialmente tenemos consenso de ambientalistas, defensores de los derechos de los consumidores. Pregunten a los demócratas de San Carlos o a los radicales de La Paz sino quieren un senador por departamento".

Al parecer, la apuesta es instalar el debate en la opinión pública, sabiendo que los proyectos de reforma política que impulsan PD y UCR no pueden salir del Senado sin el apoyo del PJ. Así como la reforma constitucional tampoco sale sin los dos tercios de los votos.