Con un fuerte apoyo interbloque obtuvo media sanción en Diputados el proyecto de ley denominado NYC (Nacido y Criado), que evita el desarraigo y fomenta que los jóvenes oriundos de zonas rurales y con título universitario vuelvan a su lugar de origen con trabajo seguro por un año. El programa, denominado Inserción Laboral para Jóvenes Profesionales Nacidos y Criados en Zonas Rurales, tuvo adhesión de 12 diputados oriundos de zonas rurales, como el camporista Lucas Ilardo, los justicialistas Rita Morcos y Alejandro Vaidana, los radicales Fernando Barrigón y Rosa Lemos y el bloque demócrata, entre otros. El programa permite que los jóvenes con domicilio en zonas rurales y que hayan egresado de una universidad –ya sea pública o privada– del Gran Mendoza tengan la posibilidad de volver a su lugar de origen para no sufrir el desarraigo.

REQUISITOS EXCLUYENTES. Como requisito, los chicos de 21 a 28, que es la franja etaria donde hay más graduados, deberán presentar un trabajo final o tesis sobre un tema específico para mejorar su departamento, dentro del área que haya estudiado. Otra de las condiciones es que los beneficiados no pueden tener un tiempo mayor de un año como egresados de carreras con cuatro años de cursado, como mínimo. Según explicó el diputado Gustavo Arenas, autor del proyecto NYC, la idea es "desalentar el desarraigo al priorizar que los egresados de universidades públicas y privadas se puedan desarrollar en las mismas localidades".

De hecho, una vez concluido el primer año de trabajo, el joven que tendrá un contrato de locación podría renovarlo si así lo dispone el empleador. "Incluso, podría generar muchos más contactos y relaciones para una futura reinserción", aclaró Arenas. Una vez aprobado el proyecto en Senadores, se podrá poner en marcha una serie de convenios formales con organismos nacionales y los municipios.

DE DÓNDE SALDRÁN LOS FONDOS. Para implementar el programa ya está definida buena parte del fondo, algo que no ocurre en la mayoría de los proyectos de ley y que terminan no cumpliéndose, muchas veces, por falta de presupuesto provincial. En este caso, el dinero vendrá de las multas aplicadas por la Subsecretaría de Trabajo de la Provincia a los empleadores que infrinjan la ley Nº8.374. Esa norma sanciona a quienes incurren en trabajo esclavo o explotación infantil, además de impedirles el acceso a todo beneficio fiscal, impositivo, económico, financiero o de cualquier otra índole otorgado por el Gobierno provincial y ejecutar la pérdida inmediata de los beneficios que ya les hayan sido otorgados.

NO HAY DATOS ACTUALIZADOS. La justificación del proyecto se basa en estadísticas del Censo 2001, por lo cual no se sabe, a ciencia cierta, cuántos jóvenes de zonas rurales han obtenido su título universitario. "No han desglosado la cifra de cuántos completaron estudios universitarios por cada departamento", explicó Arenas, y agregó: "No debe haber cambiado mucho la realidad de aquí a diez años".

Al respecto, según el Instituto de Estadísticas y Censos, en Lavalle, sólo completó los estudios terciarios y universitarios 2, 2% de una población de 20. 542 que en ese entonces tenía 15 años o más. Lo mismo ocurre en Santa Rosa, donde sólo 2, 5% de 10. 646 personas con 15 años o más completó los estudios terciarios o universitarios. El porcentaje se eleva en Tupungato a 3, 8% pero, claro, sigue siendo escasa la finalización del título de grado.

En el caso de la ciudad de Mendoza, la cifra de graduados rondaría 25% de la población. "Es notable la inequidad de oportunidades", planteó Arenas. Según pudo chequear este diario, la única cifra actualizada sobre Educación en el Censo 2010 arroja que hay 12.577 jóvenes de 20 a 29 años de toda la provincia que lograron un título universitario. Consultado sobre el tema, el jefe del bloque de Senadores del radicalismo, Armando Camerucci, aseguró que le gusta "el espíritu de la ley" y prometió dar celeridad y apoyo al proyecto del oficialismo.

El caso de Lavalle

Lavalle es el departamento que más desarraigos tiene, ya que sólo 2,2% de los residentes allí completaron un estudio terciario o universitario. Han sido numerosas las gestiones de la Dirección de Educación de esa comuna para que la UNCuyo implemente allí un ciclo básico de las carreras tradicionales, sobre todo, Ingeniería, una de las más pedidas por los chicos y que más necesita la zona. Ana Menconi, directora de Educación y Familia, dice que las carreras cortas "sumaron herramientas", sobre todo, los profesorados y tecnicaturas. "Algunos no terminaron de estudiar y ya están trabajando en su lugar. Es bueno", completó.