El Ministerio de Salud de la provincia y la Asociación de Industriales Panaderos firmarán mañana un acuerdo para que esa entidad proponga a los elaboradores adheridos reducir el contenido de sal de sodio (ClNa) en el pan y otros productos panificados para prevenir la hipertensión arterial.

La iniciativa de la autoridad sanitaria responde a las recomendaciones de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) para disminuir el consumo de sal a los efectos de reducir la cantidad de casos de enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares e insuficiencia renal, que provocan una enorme carga en el sistema de salud y un considerable deterioro en la calidad de vida.

La acción forma parte del plan integral de control y prevención de las enfermedades no transmisibles.

En la Argentina, la tercera parte de la población adulta sufre hipertensión arterial y se prevé que al llegar a los 80 años más del 90% de las personas serán hipertensas.

De esta manera, como la mayoría de las personas consume más de los 5 gramos de sal recomendados por día, en todos los grupos de edad, es que se busca mediante este acta acuerdo inducir a la reducción de su ingesta.

Junto a alimentos como la carne procesada, los alimentos precocidos y los cereales para el desayuno, el pan es uno de los que más sal aporta en la dieta diaria, por ello es que, reduciendo a 750 gramos la cantidad de sal por bolsa de harina de 50 kilos, se disminuye en un gramo el consumo por persona.

Según los cálculos proyectados con esta simple acción se evitarían 20 mil afecciones cardiovasculares y cerebrovasculares además de unas 2 mil muertes por año.

El convenio estipula que, además de la medida concreta a tomar por los industriales, el ministerio identificará al local que se sume a la propuesta como “Comercio Adherido” y lo difundirá por los medios habituales que utiliza la cartera sanitaria. También habrá capacitación y asesoramiento a cargo de la Unidad Promoción de la Salud y la Dirección de Nutrición e Higiene de la Alimentación.