El Sol - Jueves 11 de julio de 2013
Desde que se aprobó la ley nacional, el 5 de junio, la obra social estatal sumó otras 60 consultas a las 100 que recibió en diez años. El 30% son tratamientos complejos.
El impacto social que tuvo en Mendoza la aprobación de la Ley Nacional de Fertilización Asistida es notable. En la Obra Social de los Empleados Públicos (OSEP), sólo en un mes, creció 60% la demanda para iniciar tratamientos de fertilización.
Según afirmó ayer el titular de la OSEP, Alberto Recabarren, desde que se aprobó la ley nacional, el 5 de junio, la obra social estatal sumó 60 consultas a las 100 que había registrado en los últimos diez años.
La OSEP cubre 100% de los tratamientos de alta complejidad desde marzo de este año. Esta posibilidad se agrega a la que ya venía realizando en la última década, que fue asistir a casos menos costosos (de baja y de mediana complejidad).
"Desde que el Congreso aprobó la ley, hemos recibido 60 consultas por casos de infertilidad. Es un impacto muy grande. De hecho, casi todas las consultas terminan en algún tipo de tratamiento. Siempre se empieza con tratamiento de medicación (hormonas en su mayoría), el más bajo. Sólo 30% de todas las consultas suele terminar en tratamientos de fecundación in vitro u otros altamente complejos", explicó Recabarren.
Se trata de un convenio que hizo la obra social, que cuenta con unos 300 mil afiliados, con diversas instituciones privadas especializadas en estos tratamientos. Según su titular, desde que comenzó la cobertura al tratamiento más complejo, se viene beneficiando un promedio de dos parejas infértiles por mes. "Ya tenemos, en el último mes, dos parejas con concepción positiva gracias al método más complejo de fertilidad", indicó.
Pese a la fuerte suba de consultas en la OSEP, lo que implica un mayor costo en la cobertura (se estima que un tratamiento de alta complejidad cuesta unos 40 mil pesos), Recabarren aseguró que, hasta ahora, la obra social "se maneja perfectamente con el personal, la infraestructura y los recursos".
Según las estadísticas que maneja la obra social estatal, del total de las consultas que llegan a los programas de atención reproductiva, 50% logra éxito en el nivel más bajo de un tratamiento de fertilización (medicación hormonal) y en el caso del tratamiento de mediana complejidad alcanza concepción positiva 30% de las parejas. En tratamientos de fecundación in vitro o inseminación artificial, en cambio, el éxito se da en 10% de los casos.
Básicamente, hay cuatro tratamientos de alta complejidad: transferencia de embriones, transferencia de espermatozoides y de óvulos, la inseminación artificial y la fecundación in vitro. Todos ellos, según la nueva ley, están contemplados para ser cubiertos por las obras sociales nacionales en su totalidad.
Mendoza, aún sin ley. A nivel nacional, las obras sociales y prepagas nacionales están obligadas a cubrir 100% del tratamiento de fertilización (en baja, mediana y alta complejidad).
La normativa nacional ya fue promulgada el 26 junio e invita a las provincias a sumarse a la misma forma de implementación. Sin embargo, los legisladores mendocinos aún no se ponen de acuerdo en ver si esperan que la Nación reglamente la ley y, de esa forma, oriente en las formas de aplicación, o si aceleran su adhesión en el recinto para incluir en el beneficio a aquellos que no tienen cobertura o son socios de una obra social netamente provincial.
El proyecto de adhesión entró a la Cámara Baja antes del receso legislativo y se encuentra en alguna de las tres comisiones donde se analizará (LAC, Salud, Hacienda y Presupuesto). El diputado provincial por la UCR Luis Petri señaló: "Es importante aprobar la adhesión lo antes posible, apenas regresemos a sesiones, sobre todo, si la OSEP dice a viva voz que puede hacer frente a la creciente demanda. Esto quiere decir que no debería haber ningún planteo raro sobre falta de presupuesto. Esperemos que sea así, porque no sé si la OSEP tiene la capacidad de asistir con la misma intensidad que plantea la ley nacional".
Los planes del ejecutivo. Mientras, el Gobierno aún analiza de qué forma podría implementarse la cobertura total en efectores públicos, no sólo para aquellos que cuentan con obra social o prepaga, sino también para aquellos que ni siquiera cuentan con una cobertura mínima de salud.
Hasta ahora, en lo único en que coinciden legisladores y funcionarios del Ministerio de Salud es en que la Ley se instrumentaría "prácticamente sin modificaciones", aunque sí se podría evaluar de qué forma el Estado provincial respaldaría la cobertura en los efectores públicos en caso de tener que hacerse cargo de todos los gastos.
Hace un mes, la directora de Maternidad e Infancia de la Provincia, Alicia Motta, prometió: "Todo el sector de la salud se adecuará para instrumentar de la mejor manera posible la Ley de Fertilización. Para eso, vamos a capacitar al personal y organizar a los efectores públicos para la atención".
Consultado ayer por El Sol, Pablo Alonso, titular de Salud Reproductiva, no pudo especificar cuánto es el presupuesto que necesitará la Provincia para instrumentar la ley (en Hacienda tampoco lo tienen aún determinado). Sí confirmó la puesta en marcha de dos capacitaciones para el personal de la salud. Una de ellas será todos los sábados de agosto y hará hincapié en las técnicas de la fertilización asistida. La segunda será para dar a conocer a todo el personal hospitalario los alcances de la nueva ley, lo que se puede atender, lo que no, y de qué forma se procede ante las consultas.
Para Alonso, lo ideal sería continuar esperando la reglamentación nacional, mientras se trabaja en la organización provincial. "La ley exige un registro único y, hasta que no se reglamente, desconocemos aún cómo aplicarlo acá", aclaró.
Todavía no está claro qué hospitales serán los que asistan en estos casos, pero el Lagomaggiore y el Central están en la lista de los preferidos.
"No padecimos el proceso de fertilización"
Desde que la OSEP brinda cobertura total a los tratamientos de alta complejidad, hubo dos parejas que lograron concebir. La última se quedó "embarazada" en junio, luego de probar con el método de fecundación in vitro. Ella tiene 39 años y su marido, 43. Hace 6 años que se casaron y, desde entonces, comenzaron a buscar un bebé. La mujer, que prefirió el anonimato, aseguró que la preocupación comenzó al año de no cuidarse en las relaciones y no quedar embarazada. "Entonces fuimos al ginecólogo de la OSEP, nos empezaron a hacer estudios (ecografía y espermograma), nos dijeron que estaba todo bien. Después de otros 6 meses, no pasaba nada. Volvimos a intentarlo en mis días fértiles, y nada. Luego nos derivaron al Programa de Fertilización Asistida de la OSEP", recordó, y prosiguió: "Empezamos con un diagnóstico más preciso mediante estudios más específicos, en el 2010. Después me quedé embarazada en el 2010 y en el 2011 y tuve dos pérdidas. Esperamos unos meses, y recién en el 2012 empezamos con inseminación intrauterina (N. de R.: quitan espermatozoides y los introducen en el cuerpo de la mujer con una cánula) y continuamos con estimulación hormonal seis veces, pero nada, hasta que este año llegamos a la fecundación in vitro. Por suerte, me quedé embarazada en el primer intento. Hoy estamos felices. No fuimos un número más en la obra social, y la doctora Aída Pintos Arias fue excelente. Hay mucho tramiterío por hacer, pero, gracias a Dios, no padecimos el proceso de fertilización. Fue una gran experiencia".
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