Patricia Saenz está a cargo de la Oficina de Asesoramiento sobre Violencia Laboral, que funciona en el Ministerio de Trabajo de la Nación, en Buenos Aires.

Hace unos días vino a Mendoza para contar de qué se trata la problemática, y cómo el Estado debe hacerse cargo de estas situaciones en el ámbito público como en el privado.

Es una de las promotoras clave para crear una oficina en nuestra provincia en la misma línea y, de hecho, en diálogo con El Sol, la funcionaria afirma que tener esta herramienta en Mendoza “es una obligación para el 2014”.

Saenz explica porqué crecen las denuncias por abuso de poder en Argentina, da tips para detectar a tiempo la violencia en el trabajo, y asegura que la búsqueda de líderes emocionalmente positivos pueden ser una garantía para lograr ambientes saludables.

¿A qué situación se denomina ‘violencia laboral’?

En cualquier relación de trabajo hay derechos y obligaciones que le corresponden al trabajador y al empleador. Cuando se habla de violencia laboral es porque produce un abuso de poder en esa relación de trabajo que tiene consecuencias en la salud psicofísica. El objetivo es que el abusado quede sometido o excluido en el lugar de trabajo. Afecta la dignidad de la persona con acciones u omisiones.

Cuando se habla de abuso de poder, ¿también incluye al súbdito respecto de su superior?

En realidad sí. La violencia laboral generalmente se ejerce de superior a inferior, entre pares o de abajo hacia arriba. En este caso, hubo sólo uno caso entre 6 mil casos denunciados que hemos recibido en Buenos Aires. No es mayoritario.

¿Cómo se detecta la violencia laboral?

Es un acoso psicólogico, un abuso sexual o una agresión física. En todos los casos, el de acoso psicológico es el más sutil. Parece que estaba todo bien, pero de repente algo cambió: no te invitan a reuniones, a las fiestas y quedás afuera de la organización a la que perteneces. Es raro que un acosador lo haga de forma abierta. También puede ser a través de insultos o gritos.

¿Siempre detrás del acoso hay un componente patológico del acosador o puede haber un interés empresarial de “agotar” al trabajador marcado sin tener que echarlo?

Totalmente, pueden ser ambas al mismo tiempo. No siempre el acoso está vinculado a la política institucional u organizacional. A veces es una decisión o simplemente hay un líder que se siente amenazado por un súbdito por las buenas cualidades que éste tien. Las características psicológicas de ese líder pueden ser narcisistas, rasgos obsesivos, manipuladores. Pero tratamos de no etiquetar a niguna de las dos partes porque todos tenemos un poco de estas características. Básicamente son acosadores. Tienen una actitud permanente y van cambiando de víctima. Muchas empresas tienen a varios trabajadores que han sido víctimas de esta situación.

¿Cómo debería actuar la empresa a la hora de contratar un líder que no termine siendo un violento en el ambiente laboral?

El sector empresario debe hacer una mirada sobre el clima laboral que se vive; ver qué está pasando en cada área en cuanto al ausentismo. Es un a forma de detectar violencia. En cuanto a la incorporación de una persona como líder, nos parece importante que se midan sus condiciones psicológicas sobre su capacidad de liderazgo.

¿Podría ser un test psicofísico o una auditoria externa?

Sí, para saber si esa persona puede estar en determinados puestos de decisión, más allá de su capacidad intelectual. De todos modos, yo creo que se puede construir un ambiente saludable si se puede organizar al trabajador con tareas específicas. con pautas claras porque eso facilita las relaciones.

¿Hay empresas que firman un acuerdo?

Sí y ha sido muy importante. Porque además de los 100 sindicatos que trabajan en conjunto con la oficina de Violencia Laboral hay unas 70 empresas líderes en el país que firmaron un acuerdo en ese sentido. Es un grupo empresarial comprometido con la no violencia laboral. De hecho queremos hacer lo mismo en Mendoza, ya que hay muchas empresas nacionales que tienen sucursales en esa provincia. Elaborar actividades de prevención y más acciones de ese tipo. Queremos que sea mucho más federal porque la violencia está en todos lados.

¿Qué hace un empleado que se siente violentado?

Actuar, pero no sólo el acosado sino todo el grupo de compañeros que lo rodea. Lo primero que tienen que hacer es recuperar la comunicación. Así no peligra su salud psíquica. Tiene que informarse si es una situación de violencia laboral, es decir, si es sontenida en el tiempo y en forma reiterada. Hay que informarse de los derechos que tenemos como trabajadores.

¿En Mendoza por qué no existe aún esta oficina?

Próximamente se va a abrir una oficina para asesorar y actuar si es un caso de violencia laboral. Lo que pasa es fundamental que haya un lugar para que uno pueda concurrir para hacer este tipo de denuncias. Los trabajadores del ámbito público tienen, por convenio, un procedimiento particular y de eso hay sobrados ejemplos a nivel nacional. Pero hay un compromiso dentro de la Subecretaría de Trabajo de Mendoza de abrir la oficina porque este maltrato fue naturalizándose y por eso cuesta mucho incorporar casos de abuso de poder. La provincia está armando los primeros pasos.

¿Cuál es la sanción prevista para el violento laboral?

Si se confirma que es acoso sexual es una sentencia penal. En la agresión física también sucede lo mismo. Estamos promoviendo que la empresa pueda justificar un despido con causa y fortalecer de nuevo el vínculo laboral para trabajar en condiciones dignas. Además del despido podría estar la obligación de un tratamiento psiquiátrico.

¿Sólo será para el sector privado?

Ese tema lo discutirá la provincia de Mendoza pero lo que es seguro es que nosotros llevaremos todos nuestros elementos y herramientas. En cuanto a nuestro trabajo en Buenos Aires, recibimos denuncias y damos asesoramiento a empleados del sector público y privado. Registramos 6 mil casos de violencia laboral a través de denuncias.

¿Cuándo será la proxima reunión en Mendoza para avanzar en esta oficina?

Muy pronto. Yo espero que sea muy pronto. Tenemos muchas ganas de trbajar con la concientización para caminar en ese sentido. Mientras los mendocinos se pueden comunicar a la oficina de asesoramiento sobre violencia laboral en Buenos Aires (www.trabajo.gob.ar/ violencialaboral@trabajo.gob.ar).

¿Hay plazos ya fijados para la apertura de la oficina contra la violencia laboral?

Creo que es una obligación abrir la oficina en Mendoza para el 2014. Por lo menos es el compromiso del subsecretario de trabajo, Ariel Pringles, para trabajar en una agenda común en los próximos meses. Creo que lo vamos a hacer sin dificultades.

¿Por qué tanta confianza en eso? ¿Cuál fue el diagnóstico que te llevaste de la provincia?

Me fui muy contenta porque, a diferencia de otro sitios, en Mendoza hay una energía de pensamientos en común y la necesidad de abordar el tema en forma profunda, seriamente y con mucho compromiso. Por eso en estos días seguimos dialongando para hacer esa oficina lo antes posible.