El Banco Central (BCRA) resolvió renovar por segunda vez consecutiva la vigencia de la denominada línea de crédito para la inversión productiva, es decir, aquella que obliga a los bancos que tienen bajo administración por lo menos el 1% de los depósitos o actúan como agentes financieros de distritos a transformar al menos el 5% de esa tenencia en crédito al cabo de un semestre.

La norma esta vez fija el cupo en relación con el 5% del saldo de depósitos privados de mayo de 2013, por lo que el monto a desembolsar ascendería a 20.086 millones de pesos durante el segundo semestre de este año, es decir, mientras esté en vigencia.

La tasa para este tipo de créditos será de 15,2% y el plazo mínimo al que deberán ser otorgados se mantendrá en tres años.

La novedad es que el BCRA decidió incorporar la posibilidad de que las Mipyme (micro, pequeñas y medianas empresas), siempre que tengan sus papeles al día y regularizada su situación impositiva, puedan destinar hasta 20% del dinero que reciban por su proyecto a financiar capital de trabajo, asociado a la inversión productiva por realizar, lo que respondió a una sugerencia que les acercó la Unión Industrial Argentina (UIA) a las autoridades del ente monetario.

Una tarea más complicada

La decisión se adoptó al cabo de una reunión ordinaria de directorio del BCRA (el martes hubo otra extraordinaria para aprobar la creación del Certificado de Depósito de Inversión, que se usará para blanquear divisas) en la que se evaluó que los objetivos previstos en las dos primeras etapas de esta línea de crédito fueron "ampliamente superados" toda vez que se estima que "el total de créditos otorgados en ambos tramos de esta línea ascenderá a aproximadamente $ 34.000 millones entre junio de 2012 y junio de 2013, un monto equivalente al 1,5% del PBI", destacó la entidad en un comunicado.

La línea surgió como una respuesta a la persistente caída en la inversión que registra la economía local desde la imposición del cepo cambiario. En el BCRA juzgan que los resultados de la ejecución de las dos primeras etapas "constituyen una evidencia de los efectos virtuosos de la política de regulación del crédito".

"En el primer trimestre de 2013, crecieron casi al 200% los préstamos a empresas otorgados a tres y más años", aportaron, al señalar que la línea ayudó a prolongar plazos.

Pero en los bancos no tienen la misma impresión. En especial, porque le economía enfrenta evidentes dificultades, la cadena comercial se muestra tensionada y "a nuestros mejores clientes ya les colocamos estos créditos, si no fue en la primera etapa, lo hicimos en la segunda. Eso equivale a decir que hay que salir a buscar clientes nuevos en un contexto menos amigable", evaluaron días atrás en la reunión de una cámara del sector.