Desde el Ministerio de Cultura se informó que las ventas crecieron 50 por ciento, de la mano de la gran afluencia de gente que superó diez veces la edición 2011: hace un año visitaron la feria 20 mil personas y este año lo hicieron 200 mil. Los protagonistas consideran que las razones hay que buscarlas en la mayor promoción del evento, la diversa oferta de actividades culturales que la acompañaron y el incentivo de conocer el flamante espacio cultural Julio Le Parc.

"Fue muy buena la organización, la técnica, la seguridad. Nos dimos cuenta de que la gente necesitaba un lugar así: climatizado, con más espacio, moderno, con buena infraestructura", sostuvo Iván Miszei, dueño de la librería que lleva su nombre.

Una evaluación igualmente positiva hizo Mariano Rossignoli, dueño de la tradicional Simoncini y Gómez. "Fue un éxito rotundo que nadie pensaba, fue mucha gente y con ganas de comprar, de todas las realizadas en Mendoza fue la más importante por público y ventas", sostuvo el librero. Para él y sus colegas, las ventas triplicaron a las del año anterior, en lo cual influyó desde su punto de vista el mayor espacio a los stand, lo que favorecía la exhibición. También destacó el orden, la limpieza y la accesibilidad del edificio.

En uno de los negocios detallaron que se trasladaban en promedio unas 15 cajas por día con alrededor de 100 libros cada una.

En esta oportunidad se duplicaron el tiempo de duración de la Feria y los stands. "Estamos trabajando en la revalorización cultural y por eso la gente está más gustosa por participar", dijo la ministra Marizul Ibáñez. Destacó que se vio a muchas familias en el lugar y que justamente gran parte de lo planificado se hizo con este objetivo. "Muchos se llevaron el mate y aprovecharon los espacios verdes del exterior", aseguró.

Miszei, al igual que otros libreros, sostuvo que lo que más se vendió fue literatura infantil, "algo que nos sorprende, porque en plena era digital los chicos son los que más libros compran". El público fue muy heterogéneo en sus gustos pero se destaca en la venta de infantiles las historietas de Chanti, Gaturro, Mafalda y los libros del mendocino Fabián Sevilla. Entre los adultos brillaron las novelas y los de autoayuda.

Dados los resultados, la ministra sostuvo que al menos en su gestión, las próximas ediciones se harán en este lugar, buscando aprovechar los espacios exteriores para las actividades.