“La Argentina hasta el momento tenía dos pilares, el superávit comercial y fiscal. Ahora debemos agregarle un tercero: la competitividad”, explicó a Página/12 la secretaria de Comercio Exterior, Beatriz Paglieri. Para la funcionaria, un objetivo central del Estado es el de coordinar con el sector privado, fundamentalmente pymes, para ir ampliando cada vez más la oferta exportable. Con esta premisa, Paglieri organizó ayer un evento en el Mercado Central con más de 200 empresarios del rubro de alimentos gourmet, para ayudarlos a colocar sus productos en el exterior. Desde 18 provincias llegaron pequeños y medianos productores, con realidades muy diferentes, pero con las mismas ilusiones: lograr internacionalizar sus ventas. Por su parte, se convocó a cuatro grupos multinacionales (Walmart, Falabella, Jumbo y Grupo Casino) para que hagan una selección de alimentos y los incluyan en las góndolas de sus filiales globales.

En muchos casos es una oportunidad única para los proveedores, que de otra manera no podrían vincularse con cadenas de semejante escala. A diferencia de otras misiones comerciales, cuando los empresarios argentinos viajan a países en desarrollo para pactar negocios, en esta oportunidad fueron los futuros compradores los que llegaron a la Argentina para cerrar los acuerdos. Una de las ventajas para las pequeñas empresas de alimentos gourmet es que si aún no se encuentran suficientemente maduras para vender al exterior, reciben la asistencia y experiencia de las grandes tiendas internacionales.

“Hay que cambiar la idea errónea de que el país no puede diversificar sus exportaciones, lo que incluso predomina en la academia. Eventos como el de hoy (por ayer) demuestran que es un mito”, afirmó Paglieri. Para agregar que “me encontré con una variedad de productos que no imaginaba. Cuando uno no los ve reunidos en este tipo de lugares, tiene la fantasía de que sólo se elaboran en pueblitos perdidos de Alemania”.

En la exposición había desde cervezas artesanales hasta paté de hongos santafesino. Ocurre que los productos gourmet no se elaboran con una lógica industrial, sino que son pensados casi como alimentos artesanales que apuntan a un público de alto poder adquisitivo. Uno de los productos llamativos fue la aceituna deshidratada: una innovación del mercado local que se elabora en Catamarca.

Durante el primer día de las jornadas, que continuarán hasta hoy, muchos de estos proveedores lograron cerrar acuerdos, mientras que otros tienen la expectativa de ir sellando negociaciones en los próximos días. Mauro Williams, representante de Walmart, dijo a Página/12 que “si bien llegamos interesados en aceite de oliva y algunos alimentos dulces, nos encontramos con muchas sorpresas”. Durante 2012, la cadena vendió productos argentinos en sus filiales del mundo por un total de 100 millones de dólares.

Informe: Federico Kucher.