Serán las mujeres de 30 a 40 años quienes puedan acceder a un tratamiento de fertilidad, de acuerdo a una iniciativa que prospera en la Legislatura. La prioridad la tendrán aquellas parejas sin hijos que residan desde hace dos años en la provincia, las cuales obtendrán un procedimiento de alta complejidad por año que podrá extenderse, según lo determine la reglamentación de la normativa, a tres como máximo.

Pese a que la problemática no es nueva y ya suma varios casos con nombre y apellido en estas tierras, la importancia reside en que finalmente la imposibilidad de procrear será tomada como una enfermedad –así la considera la Organización Mundial de la Salud–. En consecuencia, tanto las obras sociales y como las prepagas deberán cubrir los tratamientos tras incluirlos en su Programa Médico Obligatorio.

Estos son los principales avances del Programa Provincial de Fertilización Asistida aprobado por unanimidad ayer en la Cámara de Diputados, impulsado por la diputada Silvia Cardoso (PJ). De obtener la media sanción de Senadores, se convertirá en ley próximamente, con un plazo de reglamentación de 90 días.

A poco de ser ratificada por la Cámara Baja, la propuesta podría generar voces en contra, tal como sucedió cuando tomó estado público una iniciativa del senador Miguel Serralta (PJ), de similares características. El punto en discusión es cómo se financiará este tipo de prestaciones que superan los $15.000, según las cifras de la actividad privada.

Al respecto, el proyecto aprobado expresa que “los recursos necesarios para la aplicación de la presente ley deberán ser previstos en el Presupuesto provincial”, específicamente en el área del Ministerio de Salud, autoridad de aplicación de la misma y que definirá los centros sanitarios donde se concretarán los procedimientos.

“Es un avance sobre la igualdad: la problemática que afecta al 15% de la población mundial se resolvía mediante amparos judiciales que obligaban a las prestadoras a costear los tratamientos”, explicó Cardoso, quien aclaró que será en la instancia de la reglamentación cuando deberá decidirse el mecanismo para financiar la fertilización.

Tanto diagnóstico, tratamiento y material requerido, los procedimientos terapéuticos, la atención de las complicaciones y la medicación serán contemplados por la futura norma que garantizará la igualdad de posibilidades a través de “técnicas de fertilización homóloga”, es decir, las que utilizan gametas propias de cada integrante de la pareja.

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