Hay crisis financieras globales, de las que se comparten y sufren en mayor o menor medida, y particulares. Sea por responsabilidades propias o ajenas, el quebranto de las empresas es el primer efecto del sacudón.

Ante ese panorama, estar cooperativizados, con habilitación judicial para operar y presentar un proyecto productivo promisorio que les permita poner en marcha nuevamente a la empresa, son las dos condiciones exigidas (por el Fondo para la Transformación y Crecimiento (FTyC)) a quienes fueron alguna vez empleados de una firma declarada en quiebra, con el fin de solventarles el sueño de convertirse en sus nuevos propietarios y seguir adelante.

La línea de crédito se lanzó hace casi un mes y se apoya en un fideicomiso de $ 3 millones. De acuerdo a los primeros sondeos, hay al menos 7 empresas recuperadas o en vías de hacerlo que cumplen con las condiciones necesarias y suficientes. En ese sentido, califican todas las cooperativas que hayan obtenido por ley la "ocupación temporaria" de inmuebles, maquinarias, herramientas e instalaciones de empresas radicadas en la provincia y en proceso de quiebra, y los ex- empleados con mayoría de acreencias que hayan obtenido autorización del juez para trabajar.

Cualquiera sea el monto del crédito, sujeto al importe de la quiebra, se aplica un interés equivalente a la tasa pasiva del BNA (7,5% aproximadamente) y un plazo de 5 años para devolverlo. En cuanto a la gracia, el titular del Fondo, José Luis Álvarez, aclaró que "dependerá del proyecto y recaudación estimada".

Por el doble cariz social y económico que tiene la iniciativa, el análisis de las carpetas está a cargo de un comité mixto de representantes del Fondo, la Dirección de Cooperativas y el Ministerio de Desarrollo.

Según Álvarez, "el objetivo principal es asistir a las cooperativas para que los trabajadores puedan comprar la empresa. No obstante, si el monto a invertir es muy elevado, el crédito puede ir a incorporar capital de trabajo. Una cosa es desempeñarse como operario y otra es hacerse cargo del gerenciamiento, en cuyo caso vamos a trabajar con el IDITS para la capacitación", explicó el funcionario.

De operarios a dueños

Cabe recordar que, tras la crisis de 2002 varios sectores, como el agroindustrial, empezaron a registrar su propia lista de compañías extinguidas, como Inca en San Rafael, o la fábrica de conservas Santa Isabel, otrora propiedad de la familia Nieto, en Guaymallén.

Actualmente, varias que atravesaron esa etapa hoy están en manos de cooperativas pero sin el proceso judicial resuelto, como la experiencia de Gráficos Asociados, ex Litografía Sanz (ver "Ponerse de pie"). Otras gestaron movimientos zonales, como la Cooperativa de Productores de Agricultura Familiar y Social (Coopafes) que, entre Lavalle, Guaymallén, Las Heras y Maipú, agrupa a 80 familias.

Según José Abelli, presidente del Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas (MNER), "es importante que el gobierno mendocino haya concretado esto. En su momento se lo planteamos a la ex ministra de Economía, Montero, pero nunca prosperó porque el fondo o seguro de desempleo ayuda un tiempo pero si no nos reinsertamos en el mundo laboral, termina siendo muy complicado".

El MNER tiene en su haber 10 empresas reactivadas por sus empleados en 2009 y otras 6 en lo que va del año. En ese sentido, para Abelli, "este beneficio puede complementarse con los nacionales, como el pago único del fondo de desempleo que se acordó con el ministerio de Trabajo o el programa de Trabajo Autogestionado".

Mediante el primero, desde 2005 si 2/3 de los ex empleados organizados en cooperativa lo solicitan, pueden cobrar a través de Anses el seguro de desempleo en un solo pago conjunto, equivalente a 24 cuotas mensuales por beneficiario; es excluyente presentar proyectos asociativos productivos y no haber cobrado antes el seguro. "Si se tiene en cuenta que está en alrededor de 900 pesos mensuales, multiplicado por diez trabajadores en dos años representa un monto importante para invertir", destaca el dirigente.

El Programa de Trabajo Autogestionado es un plan integral a través de tres líneas: la 1, el pago de $ 600 por trabajador; la 2, de $ 3 mil en cada caso (en insumos o mantenimiento), y una tercera para capacitación, financiada por el BID

http://www.losandes.com.ar/notas/2010/10/25/financiaran-ex-empleados-para-recuperar-empresas-quiebra-523132.asp