FONBEC (fundación fondo de becas) nació en 1999 en Córdoba por iniciativa del ingeniero Facundo Garayoa, quien comenzó a implementar un sistema de becas para alumnos con alto rendimiento académico y problemas económicos. Desde entonces la ayuda se implementa a través de un sistema de padrinazgo.

FONBEC trabaja en zonas carenciadas de Córdoba, Buenos Aires, Catamarca, Mendoza, Misiones, Rosario, San Juan, Santiago, Salta, Bahía Blanca, Mar del Plata, Tucumán, Jujuy y Bolivia.

Actualmente, los becarios de todos los niveles son más de 1.100 y en Mendoza 320.

Las condiciones

Los estudiantes becados deben cumplir tres requisitos: altas calificaciones, acreditar problemas económicos y compromiso académico (buena asistencia y buena conducta). Los beneficiarios son preseleccionados por mediadoras (docentes o líderes sociales de barrios carenciados), quienes pasan a una lista de espera y se van asignando según sus méritos. Es importante resaltar que el concepto de beca no es una asignación económica indiscriminada, sino un premio al esfuerzo. Una vez que el estudiante ha sido elegido como becario se le asigna un padrino, quien aportará una pequeña suma mensual ($125 para alumnos primarios y secundarios y $180 para estudiantes terciarios y universitarios) con la cual el becario podrá costear los gastos de su educación, comprar calzado, elementos personales y aún colaborar en su hogar.

El papel de los padrinos

La beca tiene dos componentes: el económico y el afectivo. Por la metodología vinculante de la fundación cada uno de los becarios tiene un padrino. El ahijado, al recibir el dinero mensualmente, escribe una carta a esa persona en la que no sólo agradece, sino también le cuenta sus sueños, dificultades y logros.

La institución propicia encuentros y los padrinos espontáneamente mandan cartas, regalos, los llevan de paseo y de ese modo se acorta la brecha social. Más que una beca es un proyecto de vida.

Cómo se concreta el padrinazgo

Particulares o empresas pueden apadrinar. Hay otra modalidad que es el padrinazgo compartido, que tiene tantas formas como deseos de sumarse: 50% aporta la empresa y 50% el empleado; grupos de amigos o estudiantes que becan a uno o más chicos, compañeros de trabajo, entre otros.

Población diversa

Según la Plataforma de Información para Políticas Públicas, las escuelas mendocinas cotidianamente atienden a una población totalmente diversa. El 18% los chicos son pobres indigentes, 26% pobres, 36% pertenecen a sectores medios empobrecidos y el 20% a sectores medios y altos.

De los jóvenes de entre 15 y 24 años, 43.000 nunca asistieron a la escuela, 16.000 tienen primaria incompleta o secundaria incompleta 44.000 jóvenes. La no promoción en el Nivel Primario es del 6,1%, en el secundario del sector estatal el 30,5% y sólo el 36,1% termina la secundaria.

Gracias a los donantes (padrinos particulares y empresas) la fundación colabora para que sus becarios no estén dentro de estas cifras, que no sólo atentan contra la dignidad de la persona, sino también contra el progreso y el desarrollo del país.