Fumar provoca severos daños en la salud, incluso puede ocasionar la muerte. No estamos diciendo nada novedoso, nada que no se sepa. Tanto quienes fuman como quienes no, saben que hace mal en muchos aspectos. De los que tienen la adicción al cigarrillo muchos han intentado dejarla -a través de distintos métodos- pero sin éxito. Para ayudarlos a ellos (y a prevenir a quienes están empezando con el vicio), ahora los empaquetados y envases de productos elaborados con tabaco llevan una imagen y un mensaje sanitario que describe los efectos nocivos.

Desde hace algunos días, los fumadores que han ido al kiosco a comprar cigarrillos se han encontrado con una novedad que, al menos a la visual y al intelecto, resulta impactante. Tiene que ver con la reglamentación de la ley de “Regulación de la publicidad, promoción y consumo de los productos elaborados con tabaco”. La norma N° 26.687 establece en su artículo 7 que todos los envases deben incluir un mensaje salubre y un pictograma de advertencia sobre el daño que produce el hábito de fumar.

Tal cual establece la normativa, los fabricantes de productos con tabaco se deben encargar de que el texto que figura en la caja de cigarrillos esté escrito e impreso en forma “legible, prominente y proporcional, dentro de un rectángulo de fondo blanco con letras negras”. El aviso debe ocupar el 20 por ciento de la superficie total del objeto sobre el que se imprime.

Las frases, avisos o advertencias que estipula la ley son diez en total y cada una lleva su respectiva foto alusiva. La de “fumar causa cáncer”, por ejemplo, viene con una gráfico de un pulmón que simula ser un cenicero y dice, en letra más pequeña, que cada cigarrillo intoxica.

Otra de ellas es la de una mujer internada, conectada a un respirador y a punto de fallecer. En ésta se puede leer: “Fumar causa enfermedades cardíacas y respiratorias”. Y hay uno, de los más impresionantes, que dice: “La mujer embarazada que fuma causa daños irreparables a su hijo”, y viene con un pictograma de un bebé intubado y con la piel muy lastimada.

Más allá del shock que signifique para los fumadores ver estas imágenes y leer estas verdades cada vez que se van a llevar un ‘pucho’ a la boca (y por ende a los pulmones y a todo el organismo), lo importante es saber si esta técnica verdaderamente funciona para dejar de fumar o, al menos, disminuir el consumo. En este sentido, opinan los publicistas.

Una imagen, ¿vale más que...?

“Son imágenes fuertes e impactantes que los consumidores van a observar casi de manera obligatoria. Los mensajes servirán para que las personas que no conozcan los efectos nocivos de esta adicción, al menos sepan lo que puede producirles; pero difícilmente van a dejar de fumar por eso. Respecto a la efectividad, creo que ésta acción debe ser parte de algo integral, basándose no sólo en la lucha contra el cigarrillo sino también en el tratamiento de la adicción y fundamentalmente en la prevención de la misma”, explicó Hernán Gabriel, licenciado en publicidad.

Por su parte, el publicista Daniel Vinderman expresó: “Obvio que es una forma de llamar a la conciencia, para que los fumadores sepan que atenta contra su vida. Y también le sirve a las tabacaleras para decir ‘bueno, yo te avisé’. Quienes fuman desde hace mucho tiempo ya tienen en claro cuáles son las consecuencias negativas. Creo que sirve más para los chicos, o los que recién están empezando a fumar. El fumador real no creo que se sienta intimidado, por más grave que sea el mensaje y la imagen”.

La voz de los fumadores

En tanto, entre los fumadores hay perspectivas diversas, aunque la mayoría de los consultados coincide en señalar que lamentablemente esta iniciativa legal no hará que los adictos abandonen el vicio. “¡Son impactantes las imágenes! pero no conozco a nadie que haya dejado de fumar por eso”, dice Julián (35). “Creo que el que fuma va a seguir fumando, pero por lo menos te hace tomar un poquito de conciencia al verlo. Son conmocionantes las imágenes”, afirma Rosmarie (43), que ha tenido períodos sin fumar, pero ahora lo hace.

En el caso de Pablo (28), por ejemplo, la idea logró que al menos fumara menos: “Son imágenes fuertes. No te van a hacer dejar el cigarrillo de un día para el otro, pero en mi caso provocó una leve disminución del consumo”. Otro que se expresó sobre el tema fue Sergio (39): “La verdad, me hicieron mucho ruido las imágenes. Es más, poco tiempo después dejé de fumar. No sé si fue por eso pero para mí crea una conciencia. Las fotos, sin ningún filtro, reflejan lo peor de la enfermedad”.