Cuando la pantalla trajo al lugar fragmentos de películas entrañables, como ET o los clásicos de Cantinflas y Sandro, los murmullos crecieron entre el público y alcanzaron la calle. Era una compartida de recuerdos.

Es que décadas atrás estos filmes fueron la salida obligada con amigos, la excusa para encontrarse con el amor o el disparador de sueños para muchos de los dos mil sancarlinos que se reunieron la noche del domingo a celebrar que el viejo cine Real de La Consulta volvía a abrir sus puertas.

Fue una verdadera fiesta familiar. Las 800 butacas, ahora relucientes, se colmaron una hora antes de que empezara el acto. Entonces, los vecinos se agolparon con sillas en el hall de entrada y después ya fue evidente la necesidad de cortar la calle y colocar una pantalla gigante. Gracias a ella -y pese al frío- unas mil personas pudieron seguir paso a paso la inauguración, bajo un cielo con mil estrellas.

"Este cine significa mucho para nosotros, no nos queríamos perder la fiesta", comentó Claudia Ortubi, quien seguía con su familia el show desde la calle. La primera vez que pisó la sala tenía 13 años y fue para ver una película de Los Parchís. Adentro, sonaban canciones pop a cargo de la banda de Música Militar Granadero Chepoya. Un grupo de jóvenes hacía frente al frío con una cerveza y más allá otra familia con mates humeantes.

Recuerdos

Este sitio en pleno centro de La Consulta tenía por destino ser un aserradero, pero la familia Bianchetti desafió esa suerte y erigió allí en la década del '50 el cine Real. No sólo las películas llenaron sus noches. Toda la movida cultural del departamento lo tuvo por sede. "Aquí se hacían conciertos, bailes estudiantiles, actos escolares, todos los eventos de la comunidad", comentó emocionado uno de los efectivos de Defensa Civil que vigilaba la zona superior.

La escasa rentabilidad hizo que el silencio lo fuera impregnando y veinte años atrás cerró definitivamente sus puertas. Siempre estuvo el anhelo de los sancarlinos por recuperarlo. Ahora, cuando los hijos de los propietarios originales (Luis Bianchetti y Hnos) no veían otra solución que rentarlo a una Iglesia Evangélica, el municipio se alzó con una propuesta.

"Lo hemos alquilado por 6 mil pesos al mes, con opción a compra", explicó satisfecho el intendente, Jorge Difonso. El hombre reconoció que la intención final es que el edificio pase a ser propiedad de la comuna, por ello el acuerdo dispone que se reconozca en la oferta de compra lo invertido en la remodelación, unos 400 mil pesos.

"Esta sala se llenaba, se cerraban las puertas y quedaba gente afuera", recordó con nostalgia Raúl Bianchetti, hijo de Luis. En los tiempos en que Polo Galli -un vecino mentado en La Consulta- era el operador del cinematógrafo, Raúl vendía caramelos por las butacas o hacía las veces de acomodador. "Hemos tenido muy buenas ofertas, pero queríamos respetar la idea original de nuestros padres", confesó.

Un futuro promisorio

"Es una observación simplista, pero creo que ya les quedó chico el teatro", dijo Jorge Sosa señalando los pasillos repletos y la gente respondió con risas. Junto a otros humoristas, será el encargado de romper el hielo en la primera función del próximo viernes. "Es un ejemplo para todos los mendocinos, que vemos cómo convierten salas en playas de estacionamiento", destacaron los artistas desde el escenario.

Lo cierto es que este es el único cine de pueblo que logró recuperarse en el Valle de Uco. "La idea es proponerle a la gente una programación organizada en base a películas, pero también con espectáculos de teatro y música", informó Difonso.

Después de tanta sequía, el domingo el escenario se mostró superpoblado. También actuaron los niños de la orquesta infantil 'San Carlos, tradición y futuro', la Escuela Sensoriales y el cierre de oro fueron los Hermanos Altamirano, que se volvieron a reunir después de mucho tiempo para la ocasión.

http://www.losandes.com.ar/notas/2011/5/10/gran-fiesta-consulta-porque-recuperaron-viejo-cine-567187.asp