Hoy en la ciudad de Shanghai, China, quedará inaugurada la oficina comercial de ProMendoza. El nuevo espacio estará dedicado en una primera etapa al desarrollo del mercado vitivinícola. El año pasado, la institución participó en la Expo Shanghai 2010, un encuentro mundial de países que exhiben sus propuestas comerciales, turísticas y culturales, en el que se reúnen cientos de ciudades de todo el planeta mostrando sus productos con la intención de integrar nuevos mercados y generar así vínculos con destinos de los cinco continentes. Aquella idea de estar presentes en el gigante asiático se concretará definitivamente en las próximas horas.

El lugar. Mendoza dejará inaugurado su espacio en la zona franca de Waigaokuio, un ámbito dedicado a la exhibición y degustación de vinos y bebidas espirituosas de diversas partes del mundo. Desde hace dos meses, Nicolás Perinetti, un joven empleado de ProMendoza, se instaló en esta ciudad para comenzar a generar vínculos con importadores y contactos entre empresas mendocinas y chinas. A esta primera etapa se sumará la de la selección de un representante local para que lleve adelante la tarea.

El espacio mendocino cuenta con un sector pensado para la exhibición de 150 etiquetas de los mejores productos de bodegas de nuestra provincia. El mercado de vinos argentinos en China ha experimentado un crecimiento sostenido en medio de una realidad que demanda mucho esfuerzo y planificación para obtener resultados. En este país, el vino es considerado de una manera muy distinta de la que estamos acostumbrados en nuestro país.

Las bodegas francesas, con casi la mitad del mercado; las australianas, con 21%, y las chilenas, con 6,4%, lideran los volúmenes de venta aunque lejos está de ser esta bebida la preferida por los habitantes del gigante asiático. Argentina en este ranking está figura con poco más de 1% de participación en las ventas, ocupando el décimo lugar. A simple vista, nuestro país figura como rezagado, aunque no se debe perder de vista que estar presentes en este lugar ya es un hecho trascendente y un desafío aún mayor.

La explicación es simple: Francia es el país por excelencia de los vinos al mundo, Australia tiene una ventaja comparativa –la proximidad geográfica– y Chile un trabajo de muchos años, al menos 15 más que Argentina. De todos modos, el vino se va imponiendo en los sectores más acomodados. Ya no extraña ver espacios publicitarios de afamadas bodegas en revistas y publicaciones dirigidas a la gente de mayor poder adquisitivo.

Y esto lo pudimos comprobar en el avión que trasladó a la comitiva mendocina –encabezada por el gobernador Celso Jaque y el ministro de la Producción, Raúl Mercau– desde la capital, Beijing, hasta Shanghai. En la revista de Air China, tres publicidades y un artículo periodístico daban cuenta de las bondades del vino. La Universidad de Beijing lo asociaba con el alcance de metas.

Posibilidades sin fin. El vino se ha constituido en uno de los temas excluyentes de esta gira. A la buena noticia de la región de Tianjing, donde a la provincia se le ofreció abrir un parque vitivinícola, se suma esta apertura en Shanghai. Sus responsables aseguran que el empresario mendocino tendrá un lugar adonde pueda llegar y direccionar su negocio de manera más ágil y segura.

Para Marcos Abihaggle, gerente de ProMendoza, la apertura "es un hecho trascendente y estructural; forma parte de los pasos obligados que debe dar la provincia si quiere generar nuevos negocios y ganar mercados tan lejanos como el chino". Abihaggle evalúa que el éxito ya se logró cuando se asumió el desafío de abrir la oficina y así lo describió: "No es una feria más, no constituye una acción de marketing, es un plan de negocios concreto cuyos resultados podrán verse en los próximos años. Aquí no hay excentricidades, hay mucho trabajo y dedicación de quienes tenemos la misión de generar más desarrollo para Mendoza". 

La ciudad

Shanghai, con 17 millones de habitantes, es la ciudad más poblada de China y el centro económico, financiero e industrial de ese país. Ello es debido, en parte, a su situación estratégica, ya que es la salida natural hacia el mar de las ricas provincias de Jiangsu y Zhejiang, donde viven más de 120 millones de personas. Shanghai es la ciudad de China por excelencia, el lugar donde se concentran los vicios y las virtudes de una urbe.

Su tráfico caótico, su actividad incesante, sus calles abarrotadas de forasteros y ciudadanos, sus barrios y edificios en los que la historia ha dejado su impronta, le dan un aire único. Y es que Shanghai es la gran ciudad mítica de Asia. Un mundo que es muchos mundos, uno más fascinante que el otro. Encrucijada de tendencias, industrias e ideas, es el crisol en el que China se busca a sí misma para proyectarse con estilo propio a un futuro desconocido. 

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