Por primera vez después de 14 meses consecutivos de hacerlo religiosamente el tercer viernes de cada mes, la Dirección de Estadísticas de Mendoza no publicó el IPC (Índice de Precios al Consumidor) de abril. ¿Demora en la elaboración del dato?
 
¿Un valor demasiado alto? Los primeros interrogantes sin respuesta dieron lugar una presunción finalmente confirmada: el Gobierno dejará de difundir por su cuenta el impacto inflacionario en el consumo tal como la gestión de Celso Jaque había decidido retomarla a principios de 2011.

Lo que parece una decisión abrupta en realidad es corolario de un proceso que se remonta a principios de mayo, según admiten desde el ministerio de Agroindustria. Y es parte de un cambio mucho más amplio, del que se espera que haya anuncios hoy o mañana a pesar de la ausencia del ministro Marcelo Barg, quien el fin de semana viajó a Londres para participar de la London Wine.

“Desde hace al menos veinte días estamos revisando el sistema estadístico provincial en su conjunto, no sólo IPC. También otros indicadores como PBG”, señaló Barg a Los Andes desde la capital británica. Más allá de la inflación, el funcionario remarcó el propósito de una “reformulación integral” de la metodología para calcular los principales números de la economía mendocina.

Si bien no se puede descartar que el Gobierno dé a conocer el índice de abril, el contexto en el que está inserta la modificación da por tierra con cualquier expectativa de que Mendoza mantenga su propia medición, al menos como se había estrenado en enero de 2011. Y cuya validez habían refrendado distintas auditorías de peritos de Ciencias Económicas de la UNC.

Es que en los últimos meses se dio un realineamiento paulatino con los valores del Indec de provincias que, al igual que Mendoza, desde hace tiempo habían optado por medir sus propios índices. Son los casos de Santa Fe y Río Negro, entre otras.

Al respecto, Barg admitió que “puede ser que se suspenda el IPC, teniendo en cuenta que no es información con valor agregado y tampoco está en armonía con el sistema a nivel nacional, como recomienda el FMI. Por eso la idea es confluir en él”.

Así, la línea independiente quedaría reducida a Córdoba, San Luis y Jujuy, el lote que mantiene alguna autonomía frente al discutido Indec.

Una funcionaria, tres cambios

Puertas adentro, Barg y la titular de la DEIE (Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas) María Inés Crisafulli ya evaluaron otros argumentos para la justificación necesaria de un cambio que, lógicamente, hará ruido en el humor de los mendocinos y tendrá algún costo político por mínimo que sea.

Precisamente otro costo, el financiero, es uno de los factores que desde el ministerio tienen a mano para defender una vuelta al seno del Instituto de Estadísticas y Censos nacional. En tal sentido, relativizan la importancia de un IPC local, por entender que ha perdido peso como valor de referencia en paritarias y para la elaboración de contratos.

Este diario intentó ayer por la tarde contactar a Crisafulli sin éxito, por lo que habrá que esperar para conocer precisiones sobre la “reformulación” en marcha. Lo cierto es que se trata del tercer cambio gestado en casi 4 años y medio de su gestión al frente de la DEIE: al primer alineamiento con el Indec, a principios de 2008, le siguió, en coordinación con el ex ministro Raúl Mercau, la vuelta al cálculo con una canasta propia en enero de 2011, que ahora parece tener los días contados.