El próximo domingo será conmemorado el Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer Colorrectal (CCR), jornada en la que se cerrará el mes de acciones preventivas contra este tipo de tumor. Según datos difundidos por el Instituto Nacional del Cáncer, el CCR causó en el 2010 en nuestro país 6.816 muertes, el 11,7% del total de fallecimientos por tumores malignos, ubicándose en el segundo lugar luego del cáncer de pulmón, con 9.004 decesos, y precediendo al cáncer de mama, que produjo 5.529 defunciones.

Estos datos pusieron en evidencia la necesidad de intensificar las campañas destinadas a la detección precoz tanto en aquellos grupos de riesgo –personas con familiares directos que ya pasaron por el cuadro– como en la población en general. Desde ese año, el Ministerio de Salud de la Nación puso en marcha un programa específico para este tipo de enfermedad oncológica.

Es de gran relevancia educar para prevenir porque, en la actualidad, el 80% de los casos de cáncer de colon y recto son llamados“esporádicos”, es decir que se dan en personas sin ningún tipo de antecedente. Esto significa que los factores ambientales y la dieta de alimentos consumidos a diario adquieren mucho peso en el desarrollo de la enfermedad.

Federico Yáñez, vicepresidente de la Sociedad de Gastroenterología de Mendoza, explicó: “Este es un tumor que se presenta más frecuentemente en forma aislada, pero aquellas personas con antecedentes familiares tienen mayor riesgo. Lo mismo pasa con algunos síndromes genéticos y determinadas enfermedades específicas, que lo pueden producir a edades más tempranas”.

El especialista también puntualizó que “es crucial conocer que este es un tumor que se origina de una lesión premaligna o predisponente que se llama pólipo. Los pólipos pueden ser detectados y operados, logrando evitar la progresión a cáncer, para lo cual los programas preventivos son claves”.

El Ministerio de Salud local, en línea con el programa nacional, está capacitando médicos y organizando protocolos de acción respecto de las pesquisas de lesiones, el tratamiento y la cooperación entre distintos niveles de atención médica, es decir, desde los centros de salud hasta los hospitales de alta complejidad para darle vida al Programa Provincial de Prevención de Cáncer Colorrectal.

Sergio Salomone, coordinador de ese programa, dijo: “Pronto, el programa estará funcionando a pleno. Estamos esperando algunas decisiones; por ejemplo, en qué departamentos estará el servicio de acuerdo con la incidencia de la enfermedad en la población, acerca de la licitación de los insumos específicos para hacer las pesquisas y, sobre todo, en lograr adhesión de la población al programa”.

También resaltó la necesidad de concientizar a la población respecto de hacerse estudios preventivos (ver cuadro), ya que es muy estrecha la distancia entre la tasa de incidencia del CCR (23 por 100 mil habitantes) con la tasa de mortalidad (17 por cada 100 mil habitantes), lo que muestra que falta hacer más diagnóstico precoz, ya que, detectado a tiempo, el CCR es curable en el 90% de los casos.

Tipos de estudios

Sin ánimo de asustar a los familiares de pacientes que tuvieron cáncer (de hecho, ocho de cada diez casos se producen en personas sin antecedentes), lo cierto es que existen varios criterios para hacer la vigilancia respectiva.

En este sentido, los especialistas indican algo muy simple: desde los 50 años en adelante, tanto hombres como mujeres deben hacerse un control de colon y recto.

Luego están las consideraciones sobre las variantes a esta regla, si tiene o no antecedentes familiares y la edad de la aparición de los tumores.

Además existen diferentes estudios que sirven para diagnosticar. El más común es la detección de sangre en la materia fecal, estudio que puede hacerse con varias técnicas, entre ellas el test inmunoquímico.

Este suele ser recomendado por su gran nivel de precisión y luego podrían o no venir los estudios por imágenes como la colonoscopía.